Por Fernando Pereira
“Cuando tuve a mi
primer hijo y me recomendaron que le diera pecho sentí dudas y temores sobre si
mi leche realmente lo alimentaría, si tendría la cantidad suficiente y todas
esas cosas que nos preocupan a las mujeres”, Teresa.
En esta Semana de
la Lactancia debemos insistir en que amamantar está plagado de ventajas
para el niño. Lo alimenta. Contiene todos los nutrientes que necesita y se va
complejizando para adecuarse a las necesidades en la medida en que el niño va
creciendo. Lo protege. Contiene sustancias fundamentales para fortalecer su
sistema inmunológico para que pueda defenderse de las enfermedades.
A esto podemos sumar
que lo ayuda a desarrollar su cerebro; es más pura, fresca y limpia.
Protege la piel, es de fácil digestión y favorece el aumento de peso y tamaño
del bebé.
Para la mamá también
tiene ventajas. Pierde menos sangre después del parto, previene afecciones en
los senos tales como quistes, tumores, infecciones, recupera más rápido la
figura, es más práctica y económica. Es tan noble la leche materna que tiene
beneficios para ambos, madre y bebé. Es un momento único para expresar el
afecto, la ternura, transmitir el amor, la seguridad y protección que el bebé
capta en el regazo de su madre.
Finalmente, estamos
hablando de un derecho humano. Siendo fundamental para el sano crecimiento y
desarrollo del niño, está consagrado como un derecho en el artículo
46 de la Ley Orgánica para la Protección del Niño, Niña y Adolescente: “El
Estado, las instituciones privadas y los empleadores proporcionarán condiciones
adecuadas que permitan la lactancia materna, incluyendo aquellos hijos cuyas
madres estén sometidas a medidas privativas de libertad”.
“Apoyar la lactancia materna para un planeta más sano”. Ese
es el lema que la Organización Mundial de la Salud (OMS)y el Fondo de las
Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) emplean como un llamamiento a los
gobiernos para que protejan y promuevan el acceso de las mujeres al
asesoramiento cualificado sobre lactancia materna, un elemento crucial del
apoyo al amamantamiento.
La lactancia materna
ofrece a todos los niños el mejor comienzo posible en la vida, ya que aporta
beneficios de salud, nutricionales y emocionales tanto a los niños como a las
madres. Y forma parte de un sistema alimentario sostenible. Los estudios
indican que incrementar las tasas de lactancia materna exclusiva podría salvar
la vida de 820.000 niños cada año.
Ahora bien, pese a que
la lactancia materna es un proceso natural, no siempre es fácil. Las
madres necesitan apoyo tanto para iniciar la lactancia como para
mantenerla. Es entonces cuando se necesita la acción seria y responsable de los
Estados: acciones que vayan más allá de las declaraciones vacías que con
ligereza se hacen en estos días.
La OMS y UNICEF
especifican que el asesoramiento cualificado sobre lactancia materna puede
proceder de diversas fuentes (profesionales de la salud, asesores en lactancia
y grupos de apoyo). Estas iniciativas pueden realizarse en entornos muy
diferentes (centros de salud o clínicas, visitas domiciliarias o programas
comunitarios, en persona o de forma remota). Enfatizan que durante la
pandemia de COVID-19 es, incluso, más importante encontrar soluciones
innovadoras para garantizar el acceso ininterrumpido a esos servicios
esenciales.
¿Medidas concretas que
deben tomar los estados?
Para materializar ese
asesoramiento cualitativo los gobiernos deben:
Invertir con el fin de que todas las mujeres puedan acceder a asesoramiento cualificado sobre lactancia materna.
Formar a los
profesionales de la salud, en particular al personal de partería y enfermería,
para que ofrezcan a las madres y las familias asesoramiento cualificado sobre
lactancia materna.
Garantizar que el
asesoramiento se ofrece como parte de servicios habituales de atención de salud
y nutrición que sean de fácil acceso.
Asociarse y
colaborar con la sociedad civil y profesionales de la salud para establecer una
red sólida que permita ofrecer asesoramiento adecuado.
Proteger a los
profesionales de la salud de la influencia de la industria de los alimentos
para lactantes.
Decidir darle el pecho
a un bebé no es un mero asunto particular. Es un tema con repercusiones
nutricionales, sanitarias, económicas, de derechos humanos que los Estados
deben garantizar y apoyar.
06-08-20
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