martes, 1 de junio de 2010
¿De dónde salieron, de un monasterio?
Por Miguel Bahachille
Se ha dicho siempre que la ética en la política se curte de forma adventicia. Es posible que algunas inevitabilidades de esta profesión induzcan a creer que el oficio está desprovisto de todo orden moral. La integridad y la ética, como en otros ámbitos, no se corresponden con la tarea elegida sino con los valores del ejecutante. El trajín democrático continuado, como ocurre en países nórdicos, perfecciona el carácter ético de su ejercicio. Todo lo que esté fuera de este contexto concierne a la excitación de mentes rezagadas renuentes a ingresar al siglo XXI.
Es en extremo injusto el juicio de algunos respecto a los 40 años de ejercicio democrático iniciado en 1958. En ese periodo se fortaleció un estado social de bienestar más allá de cualquier ideología. Obviamente hubo yerros y episodios execrables que de ninguna manera pueden ser adjudicados a la democracia. En ocasiones se frustraron políticas que viabilizaran la combinación de prosperidad económica con seguridad social. Pero no es un reto particular de Venezuela. Lo mismo ocurre en los países más desarrollados pues no concluye aún el debate sobre la conciliación del mercado y la seguridad social.
Venezuela vive hoy un aciago escenario en el que no se cumplen ninguna de las dos condiciones; ni mercado ni seguridad social. Todo lo contrario. El país se enfila hacia la ruina de sus instituciones. ¿Quiénes son los coautores de esta tragedia y de dónde salieron? Pareciera que los autodefinidos marxistas, ahora en el gobierno, estuvieron ocultos en catacumbas esperando el espectro de un nuevo Mesías para emerger. Una vez brotados a la superficie se revelan como elegidos para enmendar una tierra salvaje llamada Venezuela. Veamos.
Aristóbulo Istúriz era militante del partido Acción Democrática. Fue elegido concejal en dos oportunidades por el DF y luego como diputado del Congreso Nacional. Rompe con AD y se afilia a La Causa R y con el apoyo de ese partido es electo alcalde del Municipio Libertador en 1992. Incursionó en la TV en un canal "golpista" (GLOBOVISIÓN) en un intenso programa de opinión junto a Carlos Blanco. Va al PPT en 2007 y ahora es nombrado por el "líder" como jefe de campaña del PSUV. ¿Vivía Aristóbulo en la catacumba política?
Isaías Rodríguez, flamante vicepresidente de la Revolución Bolivariana, Fiscal General de La República, actor principal en la estructuración del proceso Constituyente que dio origen a la actual Constitución, ahora embajador en España, fue un notorio militante de Acción Democrática en el Estado Aragua. Sin embargo pareciera que, desde que se pasó al PSUV en 1998, un hado celestial borró de su mente la historia vivida. ¿Es Isaías un recién nacido político?
El padre del presidente, Hugo de Los Reyes Chávez, fue director de Educación en el Estado Barinas por el Partido COPEI y su hijo, el mismísimo gobernante de hoy, tanto trajinó a su antojo en Las Fuerzas Armadas que hasta intentó mediante un golpe de Estado derrocar al presidente constitucional legítimamente elegido. Fue perdonado y se le permitió competir dentro de la racionalidad democrática. ¿Fueron los dos Chávez marginados por la mal llamada IV República?
La lista sería muy larga y consumiría todos los caracteres de esta entrega. Es preciso remachar que la patria venezolana no nació en 1998. Había una ordenación institucional forjada a lo largo de dos siglos con el trabajo tesonero de millones de hombres y mujeres. Los insolentes ahora convertidos en belicosos por sortilegio del dispendio presidencial, pretenden borrar la historia de la que formaron parte para enlazarse con una degradante entelequia que da al traste con lo construido. Estos personajes que fingen haber estado "lejos de los tiros"; que nada tienen que ver con la pobreza, la corrupción, desorden del tráfico vehicular, carencia de servicios, dicen haber llegado apenas hace 11 años para confrontar la orgía colectiva hallada. ¡Vaya cinismo!
No aprendieron que en las Democracias sólidas y vigorosas un estado social de bienestar liberal no es el camino a la servidumbre sino a la justicia, igualdad económica y competitividad. Todo lo demás se enmarca en utopías vetustas ya sucumbidas.
Publicado por:
El Blog de Joacoramon
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