Carmen G. Guadilla 13 de marzo de 2014
Esas palabras, aunque las hubiera
pensado, no hubiera sido capaz de pronunciarlas. Pero alguien las mostró sin
decirlo. Un señor mayor -con lentes, bigotes blancos, una franela amarilla, y
un sombrero enorme- llevaba una gran pancarta con ese lema en una de las
marchas de la oposición, durante el mes de Marzo del 2014.
De Venezuela es difícil opinar, me dicen algunos amigos de afuera. Sin
embargo, los amigos latinoamericanos de izquierda, no tienen problemas en tomar
posición: “estoy de acuerdo con el chavismo porque soy de izquierda” y punto.
Un amigo brasileño de izquierda me dijo una vez, “estoy con Chávez, pero es
verdad que no me gustaría eso para mi país”.
”Izquierda/derecha”,
“fascistas/revolucionarios”, “chavistas/opositores”, “oligarcas/pueblo”;
“patriotas/traidores”; dicotomías repetidas incansablemente desde hace 15 años,
y al final alguien dice, “Venezuela no es ni una cosa ni la otra, sino todo lo
contrario”. La división del país que ha rendido tantos beneficios a este
gobierno, hizo difícil entender la complejidad.
Pero más lamentable es cuando la izquierda
latinoamericana académica asume también esta conceptualización dicotómica y no
es capaz de aplicar a la realidad venezolana lo que pregona en las cátedras,
apelar a la transdisciplinariedad en la comprensión de los procesos. Como dice
uno de nuestros grandes poetas: “el pluralismo vive amenazado por los fanáticos
de toda calaña” (R.Cadenas).
Sin embargo, no todos los chavistas son de
izquierda, y no todos lo de oposición, por serlo, son de derecha. Entre los
chavistas -que se autodefinen como revolucionarios- además de un gran
contingente de población objeto de su política redistributiva, y que es la
clave de su estrutura clientelar, se encuentran: a) un sector corrupto y
oportunista que se ha hecho millonario y que aquí llamamos los “boli-burgueses”
(burgueses bolivarianos); b) un grupo de resentidos, viejos marxistas que no
entienden que la URSS resultó un fracaso; c) lo que podríamos denominar la
izquierda asistencialista, que recibe privilegios que antes no tenía; y d) un
sector que honestamente sigue creyendo que es sostenible indefinidamente el
modelo económico que el Gobierno administra a su antojo con el ingreso de la
renta petrolera.
Por el lado de la oposición, además de una
derecha radical (que ha hecho mucho daño
a la oposición democrática), se encuentran también: a) una clase media
laboriosa que cree en la meritocracia como una forma legítima de progresar en
la sociedad; b) un sector empresarial que entendió la importancia de la
responsabilidad social; c) un sector que se ha ubicado históricamente en la
izquierda y que incluye: -una parte importante de los sindicatos, las
universidades públicas autónomas, gran parte de los artistas, y la mayoría de
los investigadores más productivos en todas las ramas del conocimiento. Por
otro lado, la Oposición está integrada por una diversidad de partidos políticos,
entre ellos algunos de izquierda, así como movimientos sociales, comunitarios,
ONGs, Fundaciones, que no son de derecha. También están en la oposición
personajes emblemáticos con intachable trayectoria de izquierda y de lucha
política por la democracia. Podrían considerarse otras categorías, pero lo que
quiero ahora es resaltar la diversidad de lo que desde fuera de Venezuela es
visualizado en el reduccionismo de las categorías dicotómicas, enfoques
binarios ya superados que desdibujan la particular complejidad de la difícil
situación venezolana.
Pero aparte de lo anterior, la izquierda
académica latinoamericana nunca ha tenido interés en preguntarse: ¿por qué gran
parte de la izquierda académica venezolana tiene serias críticas a este
proceso, tal y como se está desarrollando? Pues así como la izquierda académica
venezolana está siendo crítica del
pensamiento único chavista, también ha sido muy crítica -y continúa siéndolo-
del pensamiento único del neoliberalismo.
Es de interés que la academia latinoamericana
aborde la complejidad de la realidad venezolana. Hace falta descongelar la
ausencia de comunicación y entendimiento para llegar a una comprensión mas
completa de una realidad que está muy lejos de presentarse en blanco y negro.
Contribuir al diálogo desde la academia para
aportar conocimientos en aras de crear puentes entre los sectores democráticos
del chavismo y la oposición es más urgente que escribir declaraciones que
potencian la polarización. En especial, me estoy refiriendo a la Declaración de un organismo latinoamericano de ciencias
sociales. Esa Declaración más que de un organismo de ciencias sociales, parece
la declaración de un partido político. Se
toma posición tajante por el gobierno, sin considerar las
investigaciones realizadas en Venezuela, incluso por investigadores miembros
del propio organismo. Investigaciones que han puesto en evidencia muchas de las
debilidades y errores de este gobierno. Pero además, su estilo se asemeja a un
partido político poco democrático, pues la solicitud de derecho a replica
realizada por un grupo de investigadores latinoamericanos miembros de ese
organismo, no fue puesta en el sitio de internet donde está ubicada la
Declaración de la directiva, a pesar que fue solicitado por el grupo que firmó la
solicitud de réplica.
(http://polisfmires.blogspot.com/2014/02/solicitud-de-derecho-replicas-de.html).
Me pregunto si lo presentado es pertinente en
un organismo regional de ciencias sociales que debería ser plural, tal como ha
sido el comportamiento histórico de este tipo de organismos en América Latina,
respetando con ello las diversas corrientes de pensamiento que en su seno se
expresan.
Esas declaraciones, repito, en nada ayudan a
avanzar en la comprensión de la complejidad de lo que sucede en Venezuela. Todo
lo contrario, potencian la polarización y la imposibilidad de descongelar los
pensamientos únicos. Sin darse cuenta, tal y como están las cosas en Venezuela,
que los escenarios pueden ser dramáticos, siendo los más extremos: - un
gobierno chavista más autoritario conducido a reprimir la mitad del país que no
es chavista; - un golpe de Estado; – una guerra civil.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico