Por ECONOANALÍTICA
“La alta inflación y la
depreciación del dólar paralelo, entre otros desequilibrios, han generado que
el poder de compra de los venezolanos haya disminuido considerablemente durante
los últimos años. Tanto así que en 2015 observamos la mayor caída en los
últimos 25 años. Con este motivo, ante la actual incertidumbre económica, la
demanda de billetes se ha incrementado considerablemente.
La escasez de billetes, sobre
todo los de mayor denominación, se ha convertido en uno de los desequilibrios
de alto impacto en la economía venezolana.
El diseño óptimo de la
familia de billetes y monedas de un país considera todos los factores que
tienen impacto en la economía: el costo transaccional para el comercio y la
banca, las tasas de interés, la inflación, la demanda de efectivo, la liquidez
monetaria, el tipo de cambio, entre otras.
Al tomar en cuenta estas
variables, en Venezuela encontramos que el billete de más alta denominación
debería ser de BsF. 2.500 y el de menor denominación de BsF. 50, los
equivalentes a los billetes de 100 BsF. y 2 BsF. de hoy.
La idea no es que se dé una
expansión de la oferta monetaria a través de nuevos billetes, sino que se
restructuren con denominaciones que permitan mantener el poder adquisitivo que
antes solían tener. Sin embargo, una restructuración no va a resolver las
distorsiones que cada día más ahogan a la economía venezolana.
Para resolver este tipo de
desequilibrios es necesario que se ejecuten medidas estructurales que solventen
la alta inflación y así devolver el poder de compra de las monedas y billetes
del país”. Equipo de
investigación de Ecoanalítica
10-09-15
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