Por Luis Manuel Aguana, 12/09/2015
Tal vez todos los venezolanos hayamos albergado en lo más íntimo la
esperanza de un veredicto favorable a Leopoldo López. Quizá por aquello del
análisis según el cual al régimen “no le convenía” tener a ese preso mas
tiempo. Sin embargo fue una vana ilusión. El régimen actuó de nuevo en forma
predecible.
Pero hagan un poco de memoria. ¿Quién iba a ser el culpable de los
crímenes de Puente Llaguno el 11 de Abril de 2002? Todos los venezolanos vimos
por televisión en vivo y en directo los disparos que hacían las bandas armadas
del régimen hacia una multitud indefensa. ¿Y quienes terminaron resultando los
culpables? Los jefes de la policía que precisamente la protegían, los
Comisarios Vivas y Simonovis, así como el resto de los policías metropolitanos
que los acompañaron. El régimen ya tenía sus culpables del lado opositor para
una masacre provocada por su gente. Jamás habría posibilidad alguna de un
juicio justo para ellos porque ya habían sido condenados.
Lo mismo sucedió con Leopoldo López. ¿Quién iba a ser el culpable de
las muertes provocadas por el régimen durante las protestas que siguieron al
Día de la Juventud de 2014? Los 43 muertos no tienen a otro responsable que el
mismo régimen porque todos lo vimos igual que el 2002. Pero el régimen encontró
al culpable perfecto, el discurso “incendiario” de Leopoldo que hizo que la
gente saliera a la calle a protestar, y al ser masacrados de la misma manera
que el 2002 por gente del gobierno, uniformada o no, esto lo convirtió en el
“culpable” de esa tragedia.
“No tiene la culpa la estaca si el sapo salta y se mata” dice el refrán
popular aplicado por el régimen. De acuerdo a esta lógica perversa los
regímenes autoritarios “no son culpables” que las poblaciones protesten por sus
desmanes y arbitrariedades sino quienes las iniciaron, y el régimen y sus
seguidores, en consecuencia, tendrán licencia para matar a los ciudadanos
durante las manifestaciones que realicen, sin ninguna responsabilidad.
Con esta “lógica” asesina se ha movido el régimen chavista-madurista en
los juicios que han iniciado a todos los presos políticos. Entonces Leopoldo ya
era culpable antes del juicio, por lo que era inútil esperar otra sentencia que
la injusticia que presenciamos los venezolanos el jueves 10 de septiembre de
2015.
Entonces no hay nada nuevo bajo el sol y eso era lo esperable, como la
sentencia del régimen. Y esto no es más nada que el mundo al revés. Me da la
impresión que todos estamos al revés. La población en su conjunto no acaba de
asimilar las implicaciones de lo que nos está sucediendo. Hablan de la boca
para afuera de que estamos en una dictadura y todo el país se detiene a esperar
una sentencia a Leopoldo distinta a la que dio la dictadura. Venezuela entera
expresa que hay una dictadura, y se terminan cifrando las esperanzas de salir
de ella el 6 de Diciembre. ¿No les parece esto esta vaina de locos? ¿O seré yo
el loco?
Venezuela no tiene un comportamiento acorde con lo que está pasando. Es
verdad que lo ha tenido por períodos, como en el 2014. Pero ha venido en
oleadas, de acuerdo a los distintos momentos que se han vivido en el país, y
muy en especial de la mano de los estudiantes. Muchos dicen que por menos de lo
que sucede ahora en el país, con las vejaciones en las colas, la hiperinflación
y el desabastecimiento vino el Caracazo de 1989, que por cierto capitalizó muy
bien Hugo Chávez, el golpista en 1992.
Entonces cabe bien hacerle a la oposición oficial la siguiente
pregunta: ¿consideran ellos que estamos o no estamos en una dictadura?
Pareciera que no hay claridad sobre el particular cuando indican que es una
dictadura pero podrán salir de ella el 6D. No puedes decir que hay una
dictadura y por el otro decir que saldrás de ella con unas elecciones. Eso es
una contradicción.
El día anterior a su arresto escribía que si Leopoldo se entregaba a
esta dictadura, (ver Entrega o Resistencia http://ticsddhh.blogspot.com/2014/02/entrega-o-resistencia.html)
él y su familia no debían esperar menos que los vejámenes a los que el régimen
sometió a Simonovis y a los suyos desde el año 2002, siendo preferible asumir
una actuación en resistencia. Lamento haber tenido la razón.
Entonces, hasta que no tengamos -líderes y ciudadanos- el
comportamiento de un país en dictadura (ya las hemos vivido con lo cual
deberíamos saberlo: ver Rebelión Civil enhttp://ticsddhh.blogspot.com/2013/11/rebelion-civil.html)
y seamos consecuentes con las acciones que se desprenden de tal condición, será
imposible coordinar las tareas tendientes a resolver el problema. Siempre habrá
grupos que actúen solos de acuerdo con esa caracterización y otros que no los
seguirán porque les dirán “radicales”, desperdiciando una energía vital que
todos necesitamos en el conjunto, en un inútil ir y venir de protesta dividida.
En este sentido, todos estamos condenados a esperar el 6D a ver qué
pasa, porque existe el convencimiento generalizado que proviene de la oposición
oficial mantenida por la dictadura, de que “esta vez sí” saldremos de esto.
Pero como en otras oportunidades, no saldremos. Y no saldremos no solo porque
no creo que los dictadores vayan a elecciones que no van a ganar, sino porque
toda la sociedad en su conjunto tiene la profunda esperanza de un veredicto
favorable a la democracia, pero proveniente de las urnas electorales podridas
de un régimen tramposo; de la misma manera como tenía la íntima esperanza del
veredicto favorable a Leopoldo proveniente de un sistema judicial profundamente
corrompido a favor de una dictadura real.
Espero que el 7D, cuando todos estemos en la profunda depresión
colectiva producto de un nuevo zarpazo del régimen, y preguntándonos en donde
estarán aquellos que prometieron que iban a cambiar las cosas, reflexionemos en
cómo se debe actuar seriamente en una dictadura. Y cuando lo hagamos, y todos
actuemos verdaderamente en consecuencia a ese hecho, el régimen en su lógica
perversa nos sentenciará a todos como culpables, como lo acaba de hacer con
Leopoldo López, por gritar ¡abajo la tiranía! y convocando al pueblo a las
calles. Pero si ese momento llega, y toda Venezuela sea sentenciada ¡culpable!,
ese solo hecho le quitará las esposas a Leopoldo y al resto de los presos
políticos, como él mismo premonitoriamente lo dijo, de las manos de un pueblo
libre.
Twitter:@laguana
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