Por Nabor Zambrano
El escritor, político,
historiador... y bongosero dice que "posiblemente en el futuro, el país
tendrá otros retrocesos como el que hemos vivido", pero estos hay que
usarlos como mecanismo de superación. Destaca que es muy duro para los
intelectuales
El Diego Bautista Urbaneja
actual y que mientan DBU, proviene de un antiguo linaje anclado en la historia
del país. Diego Bautista Urbaneja Sturdy, prócer de la Independencia y con un
denso historial político, jurídico y militar, es el fundador de la estirpe y
nació un año antes que Bolívar y le sobrevivió 26, de manera que su accionar
cubrió toda la gesta libertadora y los gobiernos de Páez, Vargas, Soublette y
Monagas, en los que ocupó destacados cargos con toda la turbulencia e
inestabilidad que caracterizó esos años; llegó a ocupar en dos ocasiones la
vicepresidencia de la República y ejerció altos cargos en el parlamento y la
magistratura. Es entendible que un subalterno no se le hubiera dirigido
confianzudamente en estos términos, Coronel DBU, Carujo se le soliviantó al
presidente Vargas; Magistrado DBU, el presidente Monagas dijo que la
constitución sirve para todo; Gobernador DBU, Antonio Leocadio anda
alebrestando a la población con un pasquín que mientan El Venezolano.
–Por experiencia familiar y
estudio y comprensión de la historia, usted, que fue fundador de la Escuela de
Estudios Políticos de la UCV, profesor visitante de prestigiosas universidades,
con algunos etcéteras, ¿que señales nos envían estos tiempos?
–Yo creo que este es un
momento de maduración política y democrática, un momento muy difícil; creo que
tenemos que utilizarlo como una forma de aprendizaje: preguntarnos qué forma de
vida democrática nos conviene y cuál no; tenemos que verlo como un instrumento
de construcción mejor del futuro. Y lo veo no como si la historia venezolana
tuviera un destino predeterminado, simplemente como un momento mas de
aprendizaje de nuestra sociedad como ciudadanía. Posiblemente en el futuro
tendremos otros retrocesos como el que hemos vivido pero siempre tenemos que
usarlo como mecanismo de superación permanente.
-–El politólogo, el abogado,
el historiador, el académico, el comunicador radial... ¿cómo se debaten en
términos de la creatividad de la escritura y los términos de inmediatez que
impone la turbulencia de los tiempos?
–En relación al tema de la
creatividad intelectual estos son momentos muy difíciles porque el país está
viviendo un bombardeo de un discurso político-ideológico tan elemental y tan
dogmático, tan lleno de ignorancia que al creador intelectual lo afecta mucho.
En la presión hacia abajo, digámoslo así, que el oficialismo trata de
imprimirle a la sociedad en su capacidad defensiva es muy grande y eso implica
un esfuerzo (intelectual) enorme para superar ese escenario. Y eso me lleva al
tema de la comunicación social.
Yo pienso –continúa– que una
de las tareas que tenemos los comunicadores sociales –o de quienes tenemos la
suerte de contar a nuestro alcance con medios escritos, audiovisuales o
auditivos–, es ayudar a que la ciudadanía supere esa barrera, hacia la
reflexión de calidad, a la elevación del espíritu. En este momento, como digo,
son presiones muy fuertes hacia abajo y nosotros como comunicadores tenemos que
tratar de ayudar a que la gente supere esas presiones de declive. Yo creo que
eso funciona, la gente responde, la gente está ávida de escuchar mensajes de
calidad, ideas valiosas y uno se siente muy gratificado cuando siente esos
frutos.
El DBU que tiene el programa
"La Linterna" en RCR, que dirigió la campaña electoral de
Irene Sáez, que fue parlamentario, que escribe libros rigurosos de historia y
política, que dirigió El Diario de Caracas, que ejerció delicadas
responsabilidades en la MUD, acepta el trato debeuista en clave amistosa, en
esos escenarios, o en el del disfrute de una sesión de jazz, de lectura de
poesía o como cualquier vecino de San Agustín, descargando el bongó aunque su
camisa no se le desabotone como al maestro Ray Barreto en el paroxismo del
último berrido del chivo destinado a marcar el compás de los bailadores.
Cortina musical
Locutor: Los hechos, las
personas, las ideas que tejieron y cambiaron nuestra historia…Radio Caracas
Radio presenta… Historia Portátil. Guión: Diego Bautista Urbaneja. Locución:
Diego Bautista Urbaneja y Elizabeth Noguera. Una producción nacional
independiente de Arlenis Oliveros.
Sigue un discurrir, una
narración, un tratar de explicar en los términos más urbanos qué carajo le pasa
a este país cuando los hechos, las personas y las ideas andan a trompicones y
cuando las cargas de la conciencia parecen enderezarse, pasa lo de siempre:
llega un loco y nos extravía a todos (Plácido Ancizar dixit por Cabrujas). Será
por eso que DBU advierte con extrema serenidad: “Posiblemente en el futuro
tendremos otros retrocesos como el que hemos vivido pero siempre tenemos que
usarlo como mecanismo de superación permanente”. Tan no le gusta nada a los
impacientes radioescuchas que, en aires de participación, le piden a la
reflexión un poco de acción, tocar más duro y más rápido, que la cosa, la
vaina, sea una descarga del bongó que dice que la transición está arrollando como’e.
Los hechos se precipitan como
un deslave emocional sobre una población inerme. A una capa de tragedia le
sobreviene otra de mayor envergadura (pelando la cebolla pero al revés) y, el
historiador, nos imaginamos, se verá entrampado entre la necesidad de
analizarlo en el escaso tiempo del presente demandante y la distancia que le
impone para su comprensión el hecho. La pasión vs. el sosiego. Del artículo de
prensa urgente al reposado libro. Queda el remedio de la reedición corregida,
ampliada y aumentada.
–Esa es una experiencia que
vivimos –prosigue– quienes tenemos la vocación del pensamiento y de la vida
intelectual y tenemos que hacer una separación, que no es nada fácil, entre el
combate cotidiano, las maniobras del gobierno, tal evento, tal reunión, tal
cosa que dijo Maduro, y lograr separar eso de la actividad reflexiva que
siempre tiene que alimentarse en gran medida de lo otro. Es una separación muy
sutil la que hay que hacer, cómo yo del evento cotidiano saco elementos que me
permitan pensar a profundidad a largo plazo y conseguir esa separación entre lo
que me afecta día tras día y la reflexión profunda, y cómo sin embargo puedo
establecer cómo la una alimenta a la otra.
–Bolívar, las ideas de cómo
construir repúblicas y ciudadanías, un escenario que DBU ha estudiado;
alzamientos, hombres que tiran la parada; demoliciones del viejo orden, los
grandes ciclos, el paecismo, los Monagas, Guzmán, los andinos…¿Dónde está ese
pensamiento que vertebre el alma nacional en procura de un destino superior?
–Mira, yo creo que eso en
Venezuela no ha sido distinto a lo que ha ocurrido en muchas otras sociedades.
Están los planteamientos, las grandes ideas que cada cierto tiempo tienen su
vigencia en cada etapa histórica, luego vienen las realizaciones y los
realizadores que muchas veces se quedan cortos o corrompen esas ideas o las
usan con fines personales o privados, pero las sociedades siguen marchando, las
sociedades absorben. Muchas veces los mismos dirigentes políticos absorben lo
positivo que se va dando en un momento y, para decirlo en términos criollos,
populares, ahí vamos, ahí vamos construyendo un país que se ha ido construyendo
a lo largo de décadas con mucho esfuerzo. Si te pones a ver, qué te digo yo, en
los años cuarenta se hicieron planes de vialidad extraordinarios que luego
fueron realizados en los cincuenta. Ha habido continuidad. Hemos construido un
país estupendo a lo largo de décadas. Esto es un juego, hay un contrapunteo
entre las ideas, las realizaciones y cómo es que en realidad la sociedad es la
que empuja hacia delante.
–¿Qué desvela a DBU en estos
momentos?
–Estoy iniciando un proyecto
que me llevará bastante tiempo, se llamará "Una historia política del
pueblo venezolano", el cual habla de cómo la población venezolana en
diversos momentos de su historia ha adquirido la conformación de un sujeto
político colectivo, de cuáles han sido esas modalidades desde que nacimos como
República en 1830; es un proyecto muy ambicioso que me va a llevar mucho tiempo
y me va a exigir mucho trabajo.
Historia Portátil tiene
un antecedente de divulgación y pedagogía histórica: por el dial de Radio
Rumbos. Napoleón Bravo y Francisco Herrera Luque, en los lejanos años 70,
divulgaban tragicómicos episodios de la historia venezolana en micros dramatizados
de "Historia fabulada" que luego se convirtieron en libro. Para los
que acaban de sintonizarnos, el psiquiatra vivía momentos de euforia autoral
pues Boves el Urogallo, La Casa del pez que escupe
agua y Los amos del valle se convirtieron en bestsellers y
en inédita coincidencia con Otrova Gomas, El hombre más malo del mundo,
disputaban los favores de un público que ¡obsequiaba libros en navidad en vez
de corbatas y discos de Trino Mora! (Harry Potter no se vislumbraba en el
panorama). Francisco Herrera Luque y Diego Bautista Urbaneja tienen en común la
alcurnia social y la historia contada en casa por los descendientes de los
hacedores.
–Volviendo a su Historia
Portátil. ¿Cuál es nuestro ADN histórico? Pareciera que el venezolano es el
único animal que se tropieza infinidad de veces con la misma piedra.
–Si te pones a ver, en esos
micros hay historias positivas, hay historias negativas, medianas, historias
que implican errores, aciertos y superaciones. Como todas las historias, los
venezolanos en eso no tenemos mucho de qué avergonzarnos. Tengo mucho amor por
esa Venezuela y eso se expresa en esos micros que ya fueron recopilados y
pronto van a ser publicados. Veo cosas hermosas, veo cosas terribles, muy
positivas, veo errores que hemos repetido pero también veo superaciones, como
todas las sociedades.
11-03-17
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