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martes, 4 de julio de 2017

Rebelión es con hechos, verdugo no se detiene con palabras, por @ArmandoMartini



Por Armando Martini Pietri, 03/07/2017

La Venezuela decorosa está exigida en reconocer al mundo sus buenos oficios y las declaraciones que en apoyo se emiten a su favor. Suficientes al inicio, sin embargo, el desbordamiento de hechos y eventos demuestran lo exiguo que representan hoy.

Rechazar la Constituyente, violatoria de los principios del Estado de Derecho e igualdad de los derechos políticos, ubicándonos en el terreno oscuro, escabroso y peligroso como lo es un régimen castrista comunista militarista, aderezado con desbocada e incivil represión; precisa dejar la palabrería y encarar la situación. No hacerlo, logrará servidumbre y esclavitud.

Este diabólico Gobierno será recordado como el más lóbrego de nuestra historia. Sus integrantes han superado con exceso las expectativas sobre índices de maldad. Cada día con mayor fuerza asumen actitudes, que calificarlos representantes del mal, no es exageración. El amor, justicia, convivencia, romanticismos e ilusiones son agradables y sanadores pero la realidad es diferente y se impone. No es pesimismo ni desesperanza, es realidad pura y cruda.


La ciudadanía percibe la descomposición, incoherencia, contradicciones y grita -por igual- clamores desesperados a Diputados de la Asamblea Nacional e integrantes de la Guardia Nacional, desconozcan a sus jefes y actúen por conciencia propia. Exclamación de un país, que muy pocos escuchan.

Los sollozos y lamentos del Vaticano, decisivos testimonios de Almagro, Macri, Fox, Quiroga y muchísimos otros; las tensas y de labios apretados palabras de Tillerson, advertencias de Trump; y  las no tan variadas de nuestros dirigentes que mucho saben reclamar pero no enfrentar a un chafarote de cuartel que abochorna, deshonra a sus compañeros, afirmando su hechura delictual, para luego, en un acto ofensivo y asqueroso se reconozca su actitud servil, despreciable y vil se refrende con una condecoración que produce masiva irritación.

Lloramos muertos, enumeramos heridos, torturados, violados, encarcelados. Todos se juegan el pellejo y respiran gases, hay que reconocerlo. Mientras afirmaciones pomposas de organizaciones multilaterales, habladas y escritas, están para eso, hablar paja que es disfraz de los acuerdos verdaderos; pero en fin, tanta habladera por años párenla ya, fíjense en el sátrapa Raúl Castro que habla lo menos que puede, mientras hace todo el daño posible.

Lo pedimos en serio, y no por ingratos, porque, con el corazón en la mano, estamos en deuda por todo lo que han dicho, vuelto a decir, reiterado mil veces y lo que han pensado hacer, pero no han hecho. El tiempo transcurre implacable y Venezuela se hunde en un charco sangriento y pestilente.

Dejen de hablar y, si pueden actuar, actúen. Si van a hacer, no lo afirmen, háganlo. No subestimen -error cometido una y otra vez- dejen la obstinación en tratar a los ciudadanos como borregos a los que no hace falta explicarles, son más inteligentes que muchos.

Gobierno al que no le parezca bien lo que hace Maduro, retire a su embajador, dejen la embajada a cargo del portero, mejor ciérrenla. Banco internacional que no desee comprometer su patrimonio en las riesgosas y corruptas manos del madurismo, cómplices y bolichicos, suspenda el crédito, que con Sanguino y las mentes brillantes, superdotadas de como se llamen los ministros de la economía y otros desastres, inventaremos algo. El imperio anda encarajinado, magnífico, que no compre más petróleo, termine de hacerlo. Señor Trump, decida y actúe de una vez.

Dejen de murmurar, chismear, reunirse y echen pa’lante. No sigan declarando sobre lo protervo de Maduro y sus compinches. Rompan relaciones, déjennos aislados, ¿qué más humillación, inflación, hambre e inseguridad podemos sufrir? No será la primera vez que los venezolanos tomamos nuestras propias decisiones, ¿cómo creen que militares y civiles derrocaron a Pérez Jiménez con todo y las petroleras metidas hasta las narices?

Chávez empezó con paciencia llanera y salivita cubana, atorándonos hasta el güergüero, pero Maduro en su incapacidad nos despertó, estamos en pleno zarandeo. Nos va a costar mucho, pero no con las homilías delicadas del Papa y sermones diplomáticos que no dan para más. Ya está bien, de corazón, de pana, premiamos todo lo que han anunciado e intentado, pero botamos tierrita y no jugamos más. Llego la hora de los hechos.

Si lo único que pueden hacer nuestros ensordecedores compatriotas, vociferando discursos y piezas oratorias en plataformas de honor, aprobando y suscribiendo considerandos y acuerdos hermosos, plenos de buena intención, escritura y redacción, gracias, son muy amables, pero ya está bien. Venezuela esta urgida de obras, no de palabras.

La Fiscal, cómplice de esta procacidad indigna, habla y hace, pero se queda sin batería, sus camaradas que deberían recargarla no lo hacen y sectores opositores la homenajea. Helicóptero sin rumbo pero con rambo vuela a placer, nadie reacciona excepto para decir pendejadas. Lo cierto es que puede que haya enloquecido pero actuó, hizo, salió adelante en vez de habladeras, por tener la voluntad, lo desprestigian.

A menos de 30 días de la catástrofe y ruina, hay que evaluar lo que viene, no será agradable. Este Gobierno es inservible en materia económica, pero no tan malo en eso de un pasito pa’lante, medio pa’tras. Sufren de verborrea charlatana y mentirosa, lanzan bombas de humo -aparte de las lacrimógenas- y cuando se mira, aparecen más allá.

Años oyéndolos en su torpe y fracasado modelo. Lo horrendo de esta pesadilla espeluznante, es que en el sueño, hay demasiado chavismo en sectores contrarios, que alegan proteger el legado y su constitución; con el agravante y vergonzoso tributo que muchos le hacen la corte a salta talanqueras y, como enamorados, el perdón sin castigo ni consecuencia está a flor de labios. El resultado: más de la mitad no se identifica a favor de ninguno.

Los que van socorrer, ayuden sin charlar, háganlo con hechos reales, tangibles, categóricos. La paciencia y el tiempo se agotan, sesiones de la Asamblea deben ser permanentes. Los que van solamente a departir, vayan con su música a otra parte, tenemos nuestros violinistas que sí le echan pichón. Por favor no más palabras, actúen. ¡La patria os lo demanda!

@ArmandoMartini


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