Páginas

martes, 26 de septiembre de 2017

El Votante Narciso por @mf_dossantos


Por Fátima Dos Santos


Todo el mundo tiene razón, y ese es el problema. El sistema electoral chavista es una letrina multinivel. En 2004 retrasaron todo lo posible el referéndum revocatorio contra Chávez, para poder, en el ínterin, crear infinidad de Misiones que daban dineros directos y que exigían lealtad electoral. El inefable Jorge Rodríguez armó una elección automatizada para la cual contrató a una empresa apenas conocida, y logró que los votantes tardaran doce horas más en la cola y que los resultados demoraran cuatro horas en darse. Cosas del progreso.

El sistema se fue perfeccionando, y el mundo tenía la imagen de un gobierno amado que no perdía ninguna contienda. Para 2012, VTV y el sistema de medios públicos se dedicaban día y noche a hacer campaña a favor del gobierno, Miraflores pagaba las marchas, los empleados públicos eran amenazados con despidos y los camiones de Corpoelec colgaban pancartas. Un miembro del PSUV me contó cómo, el día de las elecciones, iban al BCV a sacar sacos de billetes (hoy no podrían) para reclutar votantes en las calles, montarlos en un camión del ejército y llevarlos a sus centros electorales. Se implementó el 1x10 y todos los beneficiarios de misiones recibían su correspondiente llamada para sugerirles amablemente que fueran a votar o los dejaban sin… A pesar de todo, la “victoria perfecta” fue pequeña (y pírrica: Chávez murió enseguida), y la protagonista de la noche fue La Baranda, sin que nadie entienda aún por qué un sistema automatizado tarda horas en sumar.

En giros que perfeccionan aún más el “procedimiento”, las siguientes elecciones nos trajeron el voto acompañado y el voto subrogado. Por ejemplo, si vives en una Misión Vivienda, colocan un centro de votación en el edificio (no importa cuántos votantes tenga) y un funcionario vigila que marques las opciones obligatorias. También funciona así si eres un ruso, chino o iraní nacionalizado a la carrera y no hablas español. Si eres soldado, antes de abrir las mesas el oficial recoge tu cédula y las de tus compañeros y vota por ti. Y hablo sólo de lo que conozco directamente, porque también hay mitos urbanos de negociaciones “de Baranda” y de cables submarinos.

Todos los que vivimos en Venezuela sabemos que las elecciones no son limpias.


Pero también ocurrieron el referéndum constituyente de 2007 y las elecciones legislativas de 2016, entre otras, en las cuales el sistema electoral más viciado del mundo ha tenido que lidiar con resultados adversos, a pesar de todo. Aun así (todo hay que decirlo) tiene razón todo aquel que alega que, sea como sea, no respetan la voluntad del elector. Los alcaldes que ganan son inhabilitados o hechos presos, la Asamblea Nacional fue anulada de facto.

Pero sin duda, cuando la oposición gana elecciones el gobierno está en una situación mucho más incómoda. Sin embargo, muchos influencers, especialmente en twitter, se desgarran llamando a abstención. ¿Por qué?

Yo regreso a 2004, mientras esperaba los resultados en casa de mis padres, con la piel marcada por el sol de todo el día, adolorida del plantón, segura de ganar. Me quedé dormida y mamá me despertó llorando al filo de la madrugada para darme la noticia. Pocas veces, siendo adulta, he tenido esa sensación desoladora de pérdida e inutilidad. Y yo también dije en ese momento “no se vuelven a burlar de mí”. Que al menos mi orgullo quede intacto en la vorágine de un país que se vuelve ñoña. Pero el dolor pasa, y uno entiende que el orgullo no sirve para enfrentar el caos. Apenas funciona para conservar una imagen potable de ti mismo. No es adecuado llamar a eso dignidad: es narcicismo. Lo realmente digno es hacer lo correcto, y lo correcto es enfrentar la injusticia sin perderse a uno mismo. Y en este caso, tal vez eso signifique votar mientras se protestan las condiciones injustas en las cuales se hace. Es cierto: suena un sinsentido. El quid está en ser realistas con los objetivos.

Estoy segura de que las elecciones no serán limpias, de que maltratarán a la oposición, de que apresarán a los ganadores. Iré a votar para ponerles las cosas cada vez más difíciles, para forzarlos a ser cada vez más malvados y más obvios, para desenmascararlos ante Japón y Francia, para que cada vez los odien más.

Funciona para mí.


23-09-17




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico