Por Daniel Santolo
Porque he luchado toda mi
vida al lado de los más necesitados, porque creo en mi país y en su gente,
porque estoy seguro que si es posible superar la tragedia que atraviesa el
pueblo venezolano, que la solución de la crisis pasa por un gran acuerdo
nacional, porque creo en la reconciliación, porque la vía no puede ser el
revanchismo ni el odio, porque pongo de lado la violencia, que lo que trae es
más violencia, porque quiero que mi hijos y mis nietos crezcan y se desarrollen
a mi lado para poder disfrutar de ellos, porque no es salida que nos impongan
desde afuera una intervención en cualquiera de sus formas, porque es necesario
impulsar la salida democrática.
Porque la movilización
alrededor del voto es la que construye con mayor efectividad conciencia
ciudadana, porque confío en ese país que se levanta cada mañana y lucha para
superarse, porque no creo en mesías, como no lo hice cuando a Chávez lo
apoyaba el 80% de la población, allí también nadé contra la corriente, como lo
hago ahora, porque comprendo la necesidad de entendernos como adversarios y no
como enemigos.
Porque la política al igual
que la religión es un compromiso de vida y en ella descansa mi fe, porque me he
desarrollado como político desde el mundo sindical, aprendiendo al lado de los
trabajadores la honestidad y la franqueza, porque cada día que doy clases
en la UCV veo a mis alumnos que sueñan con obtener un título lo que me llena de
entusiasmo y optimismo, ya que en ellos veo nuestro futuro, porque estoy
convencido que nuestro porvenir será mucho mejor, porque no creo en un hombre o
en una mujer, sino en un trabajo de equipo que sueña con un país mejor y
posible, porque al igual que en tiempos pasados nuestro pueblo clama por una
salida, pero una salida que los incluya, que les dé las herramientas necesarias
para superar sus penurias.
Porque he visto países en
peores condiciones que el nuestro y han podido en corto tiempo superar su
crisis, porque entendiendo que el trabajo productivo es la única herramienta
que nos podrá sacar de la pobreza, porque creo en los campesinos, en los
empresarios honestos, en los trabajadores, porque soy un venezolano que sueña
con un país mejor y estoy dispuesto a colaborar para su
construcción, porque es más fácil destruir que construir, y yo me anoto en
los que quieren construir, porque de destrucción ya hemos tenido demasiado.
Porque creo que lo más
difícil, pero no imposible, es ponernos de acuerdo en un camino compartido para
el desarrollo y el progreso, un desarrollo humanista y ecológico que logre
mejorar las condiciones de vida de todos los venezolanos sin exclusión ni
privilegios, porque no creo en diferencias ideológicas, ni de clase, ni de
raza, ni de preferencias sexuales, porque estoy seguro que la gran mayoría de
los venezolanos están del lado de los que quieren un cambio en paz y
democracia, y eso solo se alcanza con un gran encuentro nacional para
salvar el país, porque creo en la unidad como concepto y no como un eslogan de
campaña.
Porque no hay razón alguna
de que nuestros niños deambulen por las calles sin rumbo, para que nuestros
viejitos no sigan pasando penurias y logren vivir bajo el confort los últimos años
de su vida, porque esta elección nos da la posibilidad de generar un discurso
de esperanza y sosiego, que ya basta de exacerbar lo malo y fijemos nuestra
vista en la gran cantidad de venezolanos que día a día dan todo lo mejor de sí
para construir un país mejor, es allí donde debemos poner todo nuestro
esfuerzo, y es con ellos que cuenta nuestro país para impulsar los cambios
necesarios para superarnos.
¡Ah! se me olvidaba, porque
Henri Falcón comparte mi visión, que estoy seguro que es la misma que comparten
las grandes mayorías.
07-03-18
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico