Por Saúl Jiménez Beiza
Hoy nos enteramos de la
muerte de Pedro Ramón por malos tratos de su madre en un barrio marginal de
Valencia, ella cargada de todos sus sufrimientos, quizás sin comida, abandonada
por el marido, rodeada de miseria y dolor sin poder canalizar sus angustias y
en su estado de desesperación la víctima fue Pedro Ramón quizás pensando que
quitándole la vida no iba a pasar por su mismo viacrucis de sufrimiento y
dolor, sin pensar siquiera que su situación es producto de la negligencia
oficial, la no atención del estado a un trabajo sostenido en función de los
sectores populares.
Así podemos conseguir
infinidad de casos del día a día sin que autoridad alguna se sienta aludida
porque pareciera que la pobreza es producto de cualquier otra cosa menos del
abandono en donde se encuentran los pueblos, es así como vemos en todas las
grandes ciudades y ahora ya en las más pequeñas grandes cinturones de miseria,
barrios de 200-300 o más familias que no cuentan con ningún tipo de servicio,
ni siquiera el más mínimo y necesario como es el agua la cual buscan con
recorridos de más de 300 metros desde donde la carga hasta los ranchos y por
supuesto cuando llega porque no es constante.
He allí el reto de romper
con el ciclo intergeneracional de la pobreza para lo cual debemos estar todos
los sectores alineados empezando por el estado venezolano que tiene un papel
fundamental que jugar en ese rol y a quien le corresponde la mayor carga en
esta solución por cuanto todo parte de la educación en primer término y sobre
todo la educación de los primeros años de la vida del niño
En ese sentido es una
necesidad desarrollar un esquema integral que parte de los factores que los
expertos en diferentes momentos han señalado y que están incluidos en la agenda
20-30 de los Objetivos del Desarrollo Sostenible y que está refrendado por
todas nuestras naciones y especialmente por Venezuela, por tal motivo hay un
compromiso de las naciones que debemos exigir los ciudadanos que se cumpla el
programa para la erradicación de la pobreza extrema.
En ese sentido es importante
señalar que todo debe partir de la primera infancia en el sentido de: 1) Educar
y acompañar a las madres para llevar adelante el programa materno infantil que
contemple la lactancia materna como primera prioridad. 2) Fortalecer la
nutrición a los niños entre los 6 meses y los 5 años. 3) La creación de
preescolares en todos los sectores del país donde se pueda impartir formación a
los niños a edad temprana y donde se les garantice, por lo menos una comida
balanceada y una merienda al día. 4) Desmarginalizar los barrios llevando la
infraestructura necesaria como servicio de agua potable, luz, aguas servidas,
brocales, aceras y áreas comunes como preescolares, escuelas primarias y áreas
recreativas. 5) Capacitación para el trabajo que permita el manejo de aspectos
técnicos y pueda optar a empleos clasificados a ambos sexos en igualdad de
condiciones. 6) Fortalecer los emprendimientos locales con ciclos de formación
que les permita dar iniciativa a los mismos en forma rentable y sustentable.
Es importante señalar que en
todos estos aspectos juegan un papel muy importante el acompañamiento de las
diversas organizaciones de la Sociedad Civil que vienen realizando un trabajo
encomiable, sin recursos pero si con una gran mística y compromiso social que
es lo que va a permitir que estos diferentes programas que inicie el estado
venezolano pueda mantenerse en el tiempo y con la calidad debida.
Indudablemente que una
política en este sentido y con esquemas de transformación van a lograr romper
con un ciclo de delincuencia, inseguridad, drogadicción por cuanto al romper
con la marginalización en los barrios los delincuentes, drogas y licor no van a
tener mayor cabida y por lo tanto es mucho más fácil tratar el problema de los
pequeños focos que persistan, debemos estar claro que los sectores marginales
son e caldo de cultivo de estos vicios y desviaciones.
01-11-19
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