por Abraham
Salazar
Muy temprano se levantó este
jueves 10 de septiembre Horacio Blanco. Salió de su casa, ubicada en uno de los
bloques de la tercera avenida de Propatria y cerca de la Casa del Obrero. Ese
fue su último día con vida.
Antes de dirigirse hacia las
inmediaciones del Palacio de Justicia, pasó por la casa de un amigo que
falleció. “Estaba en un rosario de cuerpo presente. Él hacía eso,siempre estaba
pendiente de la comunidad”, dice Magaly Goitia, una vecina y activista de
Voluntad Popular (VP), partido que Blanco coordinaba en la zona.
A las 8 de la mañana ya
estaba en Pérez Bonalde, donde se reunió con sus compañeros para dirigirse
hacia el Palacio de Justicia y expresar su apoyo a Leopoldo López. “Fue hasta
el Palacio de Justicia con el deseo de lograr la libertad de Leopoldo. Era
un gran admirador de él”, dijo la vecina del bloque y también activista
política, Aura McHugh.
Desde las 8:30 am, Blanco,
de 66 años de edad y oriundo de Ciudad Bolívar, estuvo en una concentración del
partido de oposición a las afueras del Palacio de Justicia. Después de las 12
del día, cuando llega Lilian Tintori, la esposa de Leopoldo López, comenzó el
enfrentamiento entre los simpatizantes del Gobierno nacional y los miembros de
VP.
“Horacio estaba a medio
metro de donde yo estaba. Cuando llegó Lilian los violentos se abalanzaron
sobre nosotros. Lo empujaron y producto de la violencia, del susto, se cae.
A lo mejor los minutos que estuvimos forcejeando para que lo dejaran pasar a
través del cordón de la guardia era lo que necesitaba para salvarse”, dice Gladys
Castillo, concejal metropolitano y coordinadora del partido en Caracas.
Jeannete González, una
activista del partido de oposición que estaba con Blanco al momento de la
trifulca, asegura que ni la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) ni los efectivos
de la Policia Nacional Bolivariana (PNB) les prestaron ayuda.
“Los guardias nos estaban
empujando con los escudos. El espacio se nos redujo mucho, y Horacio, por ser
un señor mayor, estaba buscando dónde resguardrarse. Ahí empezaron a llegar los
oficialistas a atacarnos. En lo que volteé ya él estaba en el piso, temblando.
Su rostro se puso blanco, la quijada le temblaba y tenía la mirada perdida. Yo
pedí ayuda. Los guardias no me hicieron caso, vinieron unos muchachos que
estaban en la concentración y lo levantaron. Después fue que lo pasaron hacia
el Palacio de Justicia por el cordón de la guardia”, relata González, quien se
encontraba apoyando a los familiares de Blanco en la morgue del Hospital José
María Vargas.
“Nosotros estábamos
tranquilos gritando consignas en el Palacio. Buscábamos flores para las mujeres
y de repente Horacio me dijo: ‘Cuidado que ahí vienen’. Ellos nos dieron con
todo, tenían manoplas y palos. Después que pasaron a Horacio por el cordón de
la guardia, tuvimos que esperar mucho para que nos dijeran qué habían hecho con
él”, dijo Tamara Díaz, miembro del partido VP que estaba en los alrededores del
Palacio de Justicia y luego se dirigió al hospital.
“Horacio llega aquí
(Hospital Vargas) porque lo trajeron dos motorizados, unos tipos que, de paso,
le robaron el teléfono. Es mentira lo que dicen. Para acá no lo trajo la
Guardia Nacional”, afirmó Magaly Goitia.
Hasta las 3:30 pm los
familiares, amigos y compañeros de partido permanecieron a la espera de una
respuesta por parte del médico forense que atendía a Horacio Blanco. En el
lugar se encontraban dos de sus siete hermanos y uno de sus dos hijos,
Yonathan.
“Me dicen que mi papá llegó
al hospital sin signos vitales. Yo no sé exactamente cómo pasó, no estaba allí.
Pero tengo los testimonios de la gente que estaba con él y una opinión médica
que dice que falleció por un infarto que no tiene ni un rasguño. Que lo más
probable es que haya sido por causas naturales”, dijo Yonathan Blanco y agregó:
“Él no tenía problemas médicos; era un hombre bastante sano”. Mientras esperaba
a que llegaran los efectivos del Cicpc y realizaran una auditoría forense para
luego trasladar el cadáver a la morgue de Bello Monte, donde le harían una
autopsia.
“Yo no quiero que la
muerte de mi papá se convierta en un catalizador político. Lo que yo quiero es
que mi familia esté en paz. Apuesto por la reconcialiación del país. Si es
verdad que lo atacaron, y por eso murió, perdono a los que lo hicieron. No
queremos más odio visceral entre venezolanos”, declaró Yonathan Blanco desde el
hospital.
Aclaró que el trabajo
político de su padre, Horacio Blanco, no tenía un fin lucrativo. “Mi papá
intentaba reconciliar a los venezolanos, fuesen chavistas u opositores, a
través del trabajo comunitario. La familia le sugirió que se lanzara a diputado
porque era muy conocido en la zona, pero no quiso. Trabajó en muchas
comunidades, pintando y lavando pasillos. Él se afilió a un partido político,
porque a través de ellos conseguía viáticos para jabón, pintura e indumentaria
para ayudar a las comunidades. No tenía problema en dialogar con las personas
adeptas al oficialismo. Era un hombre que creía que a través de obras sociales
podían desmontar esa idea que tiene el Gobierno que ambos bandos se odian.Una
consecuencia de ese discurso de odio, fue la muerte de mi papá”.
10-09-15
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