Pompeyo Márquez 09 de septiembre de 2015
@FundaPompeyo
Sin
exageración alguna, el proceso comicial del 6-D para escoger los integrantes de
la Asamblea Nacional para el próximo período no se trata de una elección más
para cumplir con el mandato constitucional al respecto. Si la alternativa
democrática gana la mayoría se producirá un cambio político que puede derivar a
la vez en un cambio de gobierno y de régimen.
Como
se sabe, los diputados se escogen por circuito y la alianza democrática
presentó candidatos únicos. Estos circuitos tienen relación con el estado o
región respectivos y con el país todo. Por consiguiente, la campaña tiene que
poner énfasis en lo local en cada circuito y presentar soluciones a los
problemas de su circuito. Esto es determinante. Pero a la vez, como también hay
una escogencia de diputados por lista, relacionar lo local con lo regional o
estadal, lo cual implica el conocimiento de la realidad de cada región en
particular.
Dicho
esto, agregaríamos que no solo se trata de lo local y estatal o regional, sino
por la trascendencia del evento electoral, con el país inmerso en una crisis
profunda, hay que dominar la situación a nivel nacional.
Esto
obliga a plantearse un programa que sirva de paraguas a los tres niveles. Ese
paraguas tiene que abarcar los grandes objetivos, dominar el arte de la
política y tener conciencia de cuáles son esos objetivos: la conquista de la
democracia y el restablecimiento de la república civil; un cambio en el modelo
económico creando una economía de mercado; atender a la conflictividad que se
expresa en la inseguridad -la cantidad de víctimas que provoca el hampa y la
represión gubernamental. En este último tema se entrelaza lo local con lo
estadal y nacional, al igual que los efectos perversos de la crisis económica
en la sociedad.
Como
se ha dicho esta nueva Asamblea marcará un hito en la historia contemporánea
venezolana. Y para dar respuesta a esta circunstancia la alianza opositora
representada en la MUD ha establecido un programa y un comando de campaña único,
con programas locales y regionales. Armonizar estos tres niveles, ahí está la
base para victoria.
Lo que
está en juego es la lucha por el poder, no es cualquier cosa. Es un cambio del
poder, es la confrontación de una sociedad militarista y autocrática, en
definitiva, el tránsito de una dictadura militar del siglo XXI a una república
democrática con toda su carga de amplias libertades, respeto a la propiedad y
desarrollo armónico, equitativo y sustentable.
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