Por Tony Rivera Chávez
La dictadura burocrática
elabora sus propios tiempos destruyendo pasados adelantándose en futuros de
infinitas construcciones donde el Estado es el “Tótem” presente desde donde
lloverán soluciones para ese momento cuando el espíritu de Juan Pendejo
naufrague en la precariedad de bienes materiales y justicia social. La
maquinaria del Estado se especializa en la difusión de cuentos de cuartel cuya
tarea esencial es la de frisar las hojas de ayer para sobre este
embadurnamiento histórico escribir ausencias luchando contra la negación de la
negación y la propia síntesis que surge clara sobre estas falacias cuya novedad
es la de carecer de recuerdos positivos como si la República y la vida
empezaron con la burocracia militar convertida en constructora de felicidades
para los pendejos.
Así la fantasía cuartelaría
arropa a la práctica cotidiana con guerras de un solo bando, ataques,
conspiraciones y sueños de Generales que ganan toda su gloria usando las malas
maña ,la fuerza y la amnesia. Las batallas son contra los civiles indefensos
que con culpa eterna son agentes patógenos de libertad lo cual dentro del
esquema los hace de alta peligrosidad para la tarea del destino manifiesto
entregado al cuartelario desde el más allá para sostener la soberanía nacional
y la independencia total de la Nación.
La labor imaginaria productiva
del burocratismo de nuestro tiempo en sus elucubraciones para eternizarse en el
Poder siempre han sido ridículas cuando contradictoriamente se basan en una
supuesta participación popular que conlleva al centralismo democrático para
entonces “el líder” como vocero del pueblo Decrete, legisle y Ordene para
dirigir la conducta de los civiles necesitados de la disciplina del cuartel y
castigar las disidencias y tonterías de ese mundo necesitado de Planes y sobre
todo de peinilla.
En nuestro caso ya posesionada
la GORILARQUIA del Poder necesario (aunque nunca suficiente) se han establecido
los mandatos dictatoriales para evitar los malos hábitos y costumbres poniendo
el énfasis en las restricciones del consumo de todo tipo de alimentos,
medicinas y otros bienes innecesarios (según ellos) sin dejar de lado lo espiritual
del placer de comer bien o cuidar la salud porque desde el Plan de la Patria
(Made In CUBA) se han dictado los métodos y sistemas para la organización del
hombre nuevo. La “pegaloca” necesaria para armarlo todo está en los resentidos
de todos los tiempos y lugares para levantar con odios y rencores una Nueva
Clase capaz de alimentarse con el zumo venenoso de esta “ciencia” diluyente de
la colaboración de clases o convivencia pacífica entre nacionales tal como
ocurre en la “madre Patria cubana”. Es el militarismo a la cubana.
Ahora que hay que recordar que
en la Revolución Original (Rusa) que pretenden a veces copiar en un segundo
calco de los cubanos se usaron todos los métodos científicos para borrar de la
memoria de los “soviéticos” a Dios a través del Control del mercado y la
obligación terrenal de colas y escasez. Las iglesias en el apogeo de la
represión burocrática estuvieron vacías por varias décadas. Cayo la Dictadura y
su Estado para el “Socialismo Científico” y las Iglesias se repletaron de
creyentes dando gracias a Dios por la caída del Sistema. Todos habían pedido
desde su casa este momento, en silencio y escondidos. El cambio les había
llegado. La razón para esta actitud era sencilla.
Pusieron hombres en el
espacio, se hicieron Potencia Militar Mundial, derrotaron a Hitler, invadieron
vecinos bajo el Imperio de su fuerza pero NUNCA pusieron al trabajador y su
familia un buen plato de comida a la mesa y mucho menos le dieron libertad al
pueblo porque igual que aquí todo estaba racionado para ahorrar divisas allá
rublos y aquí dólares para la buena vida de la burocracia y también para
comprar armas. La patria Popular degenerada por la esclavitud. Farsa ayer y así
parece será hasta el fin de los días.
En nuestro caso el “bailoteo
criminal” de la elite burocrática busca hacernos olvidar los principios vitales
del Estado y la sociedad como son la seguridad, el origen y distribución de la
Producción, la libertad, la Iglesia, la libertad y la independencia. Un
vocabulario transculturizante para la aceptación del mal y la destrucción así
como la dependencia de la “madre Patria” dominante. Las pocas “variantes” por
ahora en esto de pulverizar al civil cuando desorganizadamente expresamos
opiniones en uno que otro medio de comunicación para usarnos como ejemplo de
libertad de expresión. Seguro estoy que de consolidarse la Revolución también
nos negaran el pensar.
profetanoskagamus@yahoo.com tonnyfiorella@gmail.com
15-04-17
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