FRANCISCO OLIVARES 11 de marzo de 2018
@folivares10
Si
algo preocupa a Nicolás Maduro es el malestar que pueda reflejarse a lo interno
de la Fuerza Armada. A la cadena de supuestas conspiraciones ocurridas en 2017
y que resultaron en cerca de 50 detenciones, este 2018 pareciera que se van a
profundizar.
En
esta última semana van unos 25 militares detenidos en Caracas y en algunas
regiones del país con acusaciones de rebelión militar y traición a la patria.
Uno de
los casos que más ha llamado la atención fue la detención el pasado fin de
semana del Primer Comandante del Batallón de Infantería motorizada, Juan Pablo
Ayala, el teniente Igbert José Marín Chaparro, al que le siguieron otros 18
oficiales del Ejército.
Llama
la atención el caso de Marín, quien según fuentes consultadas por este
reportero, desde su promoción en 1999 se le conoció su identificación con el
proceso liderado por Hugo Chávez. Pero es de destacar que parte de los
detenidos son efectivos del Ejército con comando de tropa, a diferencia de
otras supuestas conspiraciones en las que, quienes fueron detenidos han sido
oficiales sin comandos de importancia o cargos administrativos.
Otros
detenidos pertenecen al batallón Bolívar, que al igual que el Ayala tienen su
sede en Fuerte Tiuna y son los que cuentan con mayor poder de fuego en la
defensa de la capital. Quienes llegan a comandar estos dos batallones suelen
ser oficiales de confianza del comandante del Ejército, del Ministro de la
Defensa y en especial del Presidente de la República.
Otros
de los detenidos fueron los comandantes del Batallón Blindado 413 del Estado
Carabobo y otro del Batallón Paredes del Estado Táchira.
Al
indagar sobre estas detenciones se pudo precisar que menos que una conspiración
de lo que se trataba era de detener un creciente malestar que se estaba
produciendo entre los grupos de tenientes coroneles y otros oficiales de menor
jerarquía, quienes a través de sus redes telefónicas comenzaron a manifestar
descontento por la situación económica del país, la inflación y el acceso a los
alimentos y medicinas.
Un
reflejo de ese descontento han sido las bajas y retiros que se han producido en
las fuerzas militares y que ha sido reflejadas en notas informativas en algunos
portales de noticias. Asimismo, en la página de Control Ciudadano, se indica
que, especialmente en el Batallón Ayala, se han producido bajas significativas
y deserciones debido a la crisis económica.
El
malestar que vive la sociedad venezolana y la crisis inflacionaria y de escasez
que afecta a la mayoría del país, no privilegiada, inevitablemente está
llegando a los componentes militares, quienes, más allá el adoctrinamiento y la
politización a la que han sido expuestos durante 20 años, ellos y sus
familiares, confrontan una precariedad que no se resuelve con cajas de CLAP o
acceso a electrodomésticos.
De
manera que no son conspiraciones sino malestar por la crisis.
FRANCISCO
OLIVARES
@folivares10
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico