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lunes, 12 de marzo de 2018

Malestar general, por @folivares10




FRANCISCO OLIVARES 11 de marzo de 2018
@folivares10

Si algo preocupa a Nicolás Maduro es el malestar que pueda reflejarse a lo interno de la Fuerza Armada. A la cadena de supuestas conspiraciones ocurridas en 2017 y que resultaron en cerca de 50 detenciones, este 2018 pareciera que se van a profundizar.

En esta última semana van unos 25 militares detenidos en Caracas y en algunas regiones del país con acusaciones de rebelión militar y traición a la patria.

Uno de los casos que más ha llamado la atención fue la detención el pasado fin de semana del Primer Comandante del Batallón de Infantería motorizada, Juan Pablo Ayala, el teniente Igbert José Marín Chaparro, al que le siguieron otros 18 oficiales del Ejército.

Llama la atención el caso de Marín, quien según fuentes consultadas por este reportero, desde su promoción en 1999 se le conoció su identificación con el proceso liderado por Hugo Chávez. Pero es de destacar que parte de los detenidos son efectivos del Ejército con comando de tropa, a diferencia de otras supuestas conspiraciones en las que, quienes fueron detenidos han sido oficiales sin comandos de importancia o cargos administrativos.

Otros detenidos pertenecen al batallón Bolívar, que al igual que el Ayala tienen su sede en Fuerte Tiuna y son los que cuentan con mayor poder de fuego en la defensa de la capital. Quienes llegan a comandar estos dos batallones suelen ser oficiales de confianza del comandante del Ejército, del Ministro de la Defensa y en especial del Presidente de la República.

Otros de los detenidos fueron los comandantes del Batallón Blindado 413 del Estado Carabobo y otro del Batallón Paredes del Estado Táchira.

Al indagar sobre estas detenciones se pudo precisar que menos que una conspiración de lo que se trataba era de detener un creciente malestar que se estaba produciendo entre los grupos de tenientes coroneles y otros oficiales de menor jerarquía, quienes a través de sus redes telefónicas comenzaron a manifestar descontento por la situación económica del país, la inflación y el acceso a los alimentos y medicinas.

Un reflejo de ese descontento han sido las bajas y retiros que se han producido en las fuerzas militares y que ha sido reflejadas en notas informativas en algunos portales de noticias. Asimismo, en la página de Control Ciudadano, se indica que, especialmente en el Batallón Ayala, se han producido bajas significativas y deserciones debido a la crisis económica.

El malestar que vive la sociedad venezolana y la crisis inflacionaria y de escasez que afecta a la mayoría del país, no privilegiada, inevitablemente está llegando a los componentes militares, quienes, más allá el adoctrinamiento y la politización a la que han sido expuestos durante 20 años, ellos y sus familiares, confrontan una precariedad que no se resuelve con cajas de CLAP o acceso a electrodomésticos.

De manera que no son conspiraciones sino malestar por la crisis.

FRANCISCO OLIVARES
@folivares10

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