ALFREDO CONDE 09 de abril de 2021
@Alconde
- Los ponentes del foro Mecanismos
de prevención COVID-19 afirmaron que hay que encarar a Maduro y a
sus funcionarios para que respeten el derecho a la salud y a la vida del
personal sanitario y de toda la población venezolana.
- Igualmente, llamaron a los ciudadanos a
extremar las medidas de protección, pues el coronavirus está desatado y
fuera de control.
Desde
que se anunció que el régimen de Nicolás Maduro cuestionaba la vacuna
AstraZeneca y que no permitiría el ingreso al país de las 12 millones de dosis
que se lograron garantizar gracias al acuerdo alcanzado en la Asamblea Nacional
el pasado 20 de marzo, han sido fuertes las críticas y numerosos los reclamos
por esa decisión, que deja en un limbo de espera para la vacunación al personal
de salud y a venezolanos que por sus patologías son considerados de alto riesgo
para contraer el virus SARS-CoV-2, de manera principal.
Por
tal motivo, profesionales sanitarios de Venezuela en días pasados se
pronunciaron por enfrentar al régimen de Maduro para que permita la entrada de
las vacunas del mecanismo Covax, le exigieron no politizar la pandemia y
recomendaron a los ciudadanos extremar las medidas de seguridad para evitar
contagiarse de coronavirus. Así lo manifestaron durante el Foro Mecanismos de
prevención COVID-19, segunda cepa, organizado por Voluntad Popular-Gremios del
estado Anzoátegui.
El
evento contó con las ponencias de los doctores Reinaldo Contreras, médico
cirujano especialista en Medicina Crítica y Cardiología y coordinador nacional
del Frente Amplio Profesional-Salud y Arquímedes Martínez, gineco obstetra,
miembro del equipo de salud VP-Gremios Barcelona, así como de la licenciada
Zuleida Cuiba, presidenta del Colegio de Enfermería del estado Anzoátegui. El
coloquio fue moderado por la doctora en derecho Luisana Trías, quien es docente
universitaria, exSíndico Procuradora Municipal, Secretaria de Organización de
AEANZ y coordinadora del Sector Justicia de VP-Gremios.
CONTRERAS:
EL PELIGRO DE LA VARIANTE P1
“Tenemos
que cuidar y extremar las medidas para tener la posibilidad de salir airosos de
esta enfermedad, mientras esperamos que la ciencia médica en la inmediatez
logre la cura definitiva y que en nuestro país lleguen vacunas para todos. Al
hablar sobre los mecanismos de protección contra la COVID-19 y la segunda cepa,
hay que decir que en los actuales momentos se mantienen las premisas
fundamentales y otras han cambiado poco o han sido desechadas. Por ejemplo, a
estas alturas se conoce que no es necesario lavar los zapatos con cloro o
quitarlos al entrar a casa o llegar a ducharnos”, dijo el doctor Reinaldo
Contreras para comenzar.
“Al
día de hoy se ha demostrado cuáles son las vías de infección y debemos hacer un
énfasis de extremo en evitar el contacto directo con las personas, es decir,
mantener el distanciamiento social de dos metros, lavado recurrente y estricto
de las manos, el uso de alcohol a una concentración igual o mayor del 70% y el
correcto empleo del tapa boca”, agregó.
“Veo
con frecuencia el uso del tapabocas como si fuera un amuleto lo cual no debe
ser. El mismo debe estar bien ajustado desde el momento en que se sale a la
calle y se retiras cuando llegas a la casa. Incluso defiendo mi posición de ni
siquiera quitárselo en el vehículo. Nadie garantiza que en algún momento te
contamines por el mal procedimiento de lavados de las manos y al remover el
tapa bocas, lo cual sería jugar con fuego. Básicamente esas son las medidas
preventivas, aparte detener una buena alimentación y todo esto se enmarca
dentro del gravisimo problema que tenemos en Venezuela, porque estamos carentes
de alimentación balanceada, incluso los jóvenes y niños, que no están
consumiendo los grupos básicos de la alimentación”, destacó el profesional de la
medicina. “Por otro lado, hay que mantener bajo control a las personas con
enfermedades de base, diabetes, hipertensión arterial, etc., y realizar
actividad física, como la caminata diaria para mantener listo el sistema
inmunológico y vascular para enfrentar cualquier enfermedad”, agregó.
“Se
habla de la nueva cepa, pero el nombre que se le asigna es variante o variantes
porque hay más de una. La Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Centro de
Control de Enfermedades de los Estados Unidos, están estudiando estas variantes
y las han clasificado en grupos, variantes de interés, de preocupación y de
grandes consecuencias. Se han encontrado actualmente 15 variantes y dentro de
ellas las de mayor interés son básicamente las que se han presentado en Reino Unido,
Sudáfrica y Norteamérica. En nuestro caso, la variante de preocupación es la
que se está observando en Manaos, Brasil, que fue identificada como P1, y que
muestra una capacidad mayor de contagio.
“Todas
las variantes tienen una tendencia a escapar a la inmunidad que te da el haber
tenido una infección previa con la variante original. Es decir, que una persona
presentó COVID-19 de forma natural en noviembre y si vuelve a tener contacto
con alguna variante es altamente probable que se infecte. Incluso existe la
posibilidad de que una persona a pesar de estar vacunado los anticuerpos no le
sean efectivos”, afirmó.
“También
se establece y ese es el peligro de esta variante, que presente una resistencia
al tratamiento que se está cumpliendo para la infección natural y algo
muy grave es que esta variante no sea detectada por las pruebas PCR. Eso le da
un nivel de peligrosidad muy alto, porque la variante puede estar circulando
por cualquier parte y no ser detectada, advirtió el doctor Contreras.
“A
modo de conclusión, hasta que no tengamos la inmunidad que todos anhelamos,
bien sea por contacto natural con el virus o vacunación, que es lo que
queremos, debemos librar una fuerte batalla contra el régimen de Nicolás Maduro
para que permita el ingreso de las vacunas del mecanismo Covax, que entrarían
de manera inmediata por medio de la organizaciones de la salud mundial y
cubriría una parte importante de la población. Además de exigirle que deje de
politizar el tema de la pandemia”, precisó.
MARTÍNEZ:
COVID-19 Y LA MUJER EMBARAZADA
El
doctor Arquimedes Martínez, desde el punto de vista de su especialidad, destacó
que la mujer embarazada es igual de vulnerable para contraer el virus. “Pero es
bien sabido que en el final del embarazo se hace más susceptible, por lo que
hay hay que tener más cuidado”.
“La
evolución de la enfermedad se comporta igual en la mujer embarazada, solo que
la situación de un abdomen más distendido a expensa de un útero grávido, sobre
todo en el tercer trimestre del embarazo, hace que la capacidad de ventilación
esté disminuida. Obviamente la mujer embarazada que padece del virus se le
acentúa más la dificultad respiratoria”, alertó.
“No
existe hasta el momento alguna frecuencia de aborto debido a la COVID-19.
Tampoco causa efecto de ningún transtorno genético o malformación. Hay muy poco
conocimiento sobre la transmisión madre embarazada feto. No significa que
nazcan enfermos y que tampoco se infectan por lactancia”, agregó el doctor
Martínez.
“La
vía de la culminación del embarazo. el parto vaginal, se recomienda a las
pacientes con COVID-19 leve, se indica la cesárea para salvaguardar ambas vidas
en casos de que el embarazo está más cerca del término y el paciente con
síntomas más complicados.Y llevar el embarazo lo más cerca del término por
aquello de un bebé con los pulmones inmaduros no es bueno que nazca. Pero se
puede hablar de una inducción a la madurez pulmonar precoz, para así intentar
plantear una interrupción por cesárea en una embarazo de 36 semanas”,
subrayó.
“El
SARS-CoV-2 es una macromolécula en forma de corona, por eso atraviesa la
barrera de la lactancia y la barrera hematoplacentaria y una vez que esto
ocurre hay que tener más cuidado con el embarazo y proteger más a la madre para
a su vez proteger al bebé… Por último, hay que decir que el tiempo es corto
para el estudio de la lactancia en los bebés con COVID-19.
ZULEIDA
CUIBA: ANZOÁTEGUI MALTRATADO E IGNORADO
La
licenciada Zuleida Cuiba, presidenta del Colegio de Enfermería del estado
Anzoátegui, dijo para comenzar que “nosotros no alcanzamos realmente a
visualizar la verdadera realidad o crisis de este estado, cada vez que estamos
seguros aparecen escenarios nuevos más profundos que nos modifican las
situaciones y nos complican los conceptos que nosotros hemos manejado”.
“Sin
embargo, cabe destacar en estos momentos que el estado Anzoátegui no escapa de
la crisis nacional, una crisis venezolana, una crisis humanitaria compleja, que
nos ha llevado a todos a una pobreza extrema. El Hospital Luis Razetti,
escogido como centinela, está en una precaria condición de su estructura y al
margen de todas las medidas implementadas por la OMS para prevenir la
contaminación y el contagio de la COVID-19”, precisó la líder social de la
región.
“En
igualdad de condiciones se encuentran los ambulatorios de los diferentes
municipios de la entidad; es un estado maltratado e ignorado por el desgobierno
en la planificación de políticas públicas y la distribución de recursos. En
nuestro caso específico la ayuda humanitaria no se observó, no la hemos visto,
aunque se dijo que llegó. Lo que siempre estamos objetando médicos, enfermeras,
trabajadores de la salud es que necesitamos los equipos de protección y de
bioseguridad para poder prestar el servicio y garantizar la seguridad de
atención en los centros. Pero eso aquí no existe.
“Es
lamentable que el desgobierno a través de sus funcionarios de salud nieguen las
vacunas a la población en general, estando listos los recursos. El único
interés de estas personas es perpetuarse en el poder sin importarle el
bienestar de los venezolanos lo cual se evidencia con la prohibición de la
entrada de vacunas obtenidas por el mecanismo Covax. No les interesa preservar
la vida de los venezolanos y parece que toda esta crisis profunda que vivimos
forma parte de un plan de malignidad. En cambio, los trabajadores de la salud
estamos sujetos al amor y vocación. Sin salud no hay desarrollo humano, no hay
vida, y el país nos necesita sanos desde el punto de vista físico, mental y
espiritual para poder desarrollarlo como debe ser”, consideró.
“Ante
esta realidad nacional el personal de enfermería ora y clama a Dios. No
tenemos otra alternativa. El tiempo pasa, la crisis se prolonga, hay muchas
muertes por COVID-19, lo que nos coloca contra la pared… Y el régimen, entretanto,
utiliza la vacuna como una medida de control, trae pequeñas cantidades para los
que son de ellos, como sucede con todo lo que ofrece, como los bonos, el Clap,
etc. La idea es esa, controlar a la población y subyugar para imponer un
sistema desfasado y fracasado en el mundo entero, porque lo que trae es hambre,
miseria y muerte. Por lo tanto, debemos exigir con contundencia la inmediata
entrada de las vacunas”, culminó Zuleida Cuiba.
ALFREDO
CONDE
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