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martes, 15 de septiembre de 2015

Elizabeth Tinoco: Venezuela reporta un decrecimiento económico de 5%, por @soficarol21


Sofía Torres 14 September 2015

La socióloga venezolana y consultora internacional sobre América Latina analizó los escenarios políticos y económicos de la región, que atraviesa  un momento preocupante y demanda medidas concretas para el desarrollo sostenible y la justicia social.


Elizabeth Tinoco se encuentra en nuestro país para presentar el libro Latinoamérica y el asedio de la revolución, y habla de los mecanismos de integración comercial que han establecido dos modelos económicos enfrentados y dos políticas diferenciadas que han impactado en la gobernabilidad democrática: Mercosur y Alianza del Pacífico

Aborda también la contradicción existente entre la retórica socialista y las medidas capitalistas, como parte de la heterogeneidad del Alba.

Experiencias contrapuestas

América Latina a partir del año 2000 comenzó un proceso de crecimiento sostenido en general, este proceso animó a países como México, Chile, Perú y Colombia a fortalecer una alianza comercial más estratégica para avanzar en una integración más eficiente y productiva de la que ofrecía el Mercosur.

Ese proceso se llama la Alianza del Pacífico y su existencia ha contrapuesto dos modelos de crecimiento. Uno lo representan economías que prosperan sostenidamente desde el 2000 hasta hoy, México con 2,4%, Colombia con 3 %, y Perú que pese a su descenso relativo sigue con un ritmo mayor de 3%; y por supuesto la de Chile que también está en ascenso. El otro modelo se encuentra en el Mercosur donde la desaceleración, la crisis financiera internacional y  la disminución del costo de las materias primas ha impactado la economía de sus países miembros: Brasil crece a una tasa de -0,7%, Argentina con -1,7%, según estimaciones del Fondo Monetario Internacional y el caso más dramático es el de Venezuela con un crecimiento de -5%.

Vemos como los modelos basados en la exportación de materias primas y en las políticas económicas que imprimieron un fuerte componente social gracias a espacios fiscales acumulados en años anteriores, han sufrido un gran impacto por el descenso de los precios. Venezuela depende del petróleo en  98% de sus ingresos mientras que México depende de este recurso en apenas 17%, tras hacer un esfuerzo por lograr la diversificación productiva y generar una economía menos dependiente de un solo producto de exportación.

Un momento preocupante

América Latina vive una hora de mucha incertidumbre, de vulnerabilidad, la mayoría de los países experimenta una desaceleración muy rápida desde el punto de vista económico y no van a poder tener las políticas sociales que permitieron que la pobreza reportara un importante decrecimiento, porque la riqueza que se ha generado no deriva del trabajo sino de la exportación de materias primas y la distribución no ha sido a través del salario.

La tasa de informalidad en la región es de casi 48% y  es uno de sus grandes desafíos, porque significa baja productividad, inexistencia de un sistema educativo moderno y de educación para el trabajo, los gobiernos no han invertido en la gente, no han tenido políticas que apunten al estímulo de la inversión privada y pública, en comunicaciones, educación, infraestructura, salud.

Veo con mucha preocupación este momento. La región debe dar un viraje para aprovechar el crecimiento positivo y en donde hay  crecimiento negativo aplicar reformas estructurales y severos programas de ajustes para generar desarrollo sostenible y bienestar social.

La contradicción del verbo y la acción

Las dos políticas diferenciadas que existen en la región han incidido en la consolidación de la gobernabilidad democrática. En la Alianza del Pacífico se ha avanzado gracias a un importante ejercicio del diálogo social, con el fortalecimiento de las instituciones, el respeto de la libertad y los derechos fundamentales, la institucionalidad laboral se ha fortalecido. En los países del Mercosur vemos cómo por el agotamiento del espacio fiscal, las crisis  económicas incrementan un malestar social que provoca situaciones de ingobernabilidad, lo que se traduce en un ejercicio de la autoridad mucho más severo.

Curiosamente Bolivia es uno de los pocos países que está creciendo económicamente  pese a que su modelo político está enmarcado en la tesis chavista y es muy intervencionista.

La mayoría de los países del Alba toman el  autoritarismo del socialismo del siglo XXI pero no sus políticas económicas. Nicaragua tiene una relación especial con el Fondo Monetario Internacional y crece en 4,8%, después de Panamá y República Dominicana, los que tienen más alto crecimiento en la región con políticas económicas a tono con los lineamientos del FMI y del Banco Interamericano de Desarrollo.

Ecuador aunque ha descendido en su tasa de crecimiento ha implementado políticas del mismo corte que las de Bolivia, liberales no socialistas. Hay una clara relación entre los países que están  en crisis económicas profundas y sus modelos políticos implementados, y  una clara contradicción entre el discurso retóricamente socialista y la acción con medidas capitalistas dentro de la heterogeneidad del Alba.

La presidenta Dilma Rousseff la tiene bastante difícil. Hace un esfuerzo enorme por reconducir muchas de  las políticas económicas para darle un nuevo aliento al crecimiento en su país, que es de lo más bajos, en negativo. Está en una coyuntura política de gran presión, predecir si va o no va  terminar su mandato es arriesgado.

Creo que la sensatez de los partidos y el proceso de diálogo privarán y terminará su periodo con la corrección de errores que le permitieron llegar a donde está.

Gracias a los procesos de diálogo social México ha avanzado a acuerdos políticos nacionales. El pacto por México, por ejemplo, fue una expresión fundamental de participación y compromiso de las organizaciones partidistas con el gobierno para  avanzar en un modelo de desarrollo con políticas coherentes y programas sociales hacia un  desarrollo sostenible con justicia social.

Esperanza nacional

La peor situación la tiene Venezuela, incluso peor que la de Argentina, su economía está basada en los precios del petróleo y el descenso de los mismos impacta dramáticamente y el proceso electoral que se avecina puede abrir una vía de presión en el parlamento para que el gobierno inicie y retome compromisos y medidas económicas que den un viraje.

A pesar del autoritarismo gubernamental, que se evidencia con los presos políticos, la represión en la libertad de expresión, la persecución y toda su intolerancia con la disidencia y el pluralismo, Venezuela tiene todavía algunos recursos institucionales para guardar la esperanza de que con las elecciones del 6 de diciembre se reconquistarán espacios para salvar la democracia.


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