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lunes, 9 de mayo de 2016

Entendimiento y nuevo gobierno por @garciasim


Por Simón García


Maduro, aunque mantenga poder, ya es un perdedor. El modo antidemocrático como reacciona frente a su fracaso  continuará agravando  las calamidades que están sufriendo los venezolanos y echando abajo al país. 

Es casi imposible mejorar el dilema cuando el Presidente sólo quiere arrebatarle al país el único salvavidas que queda para alejarse del naufragio. En cambio, la estrategia alternativa de cambio es la oferta para inventar otro salvavidas constitucional que lleve a la orilla, pacíficamente, al  gobernante. Evitar que se ahogue es obligación para los demócratas y lo más conveniente para reiniciar la reconstrucción del  país.


El modelo, la gestión y las políticas que sigue imponiendo Maduro nos impone la vergüenza de ser el país con más homicidios del mundo y de padecer los estragos de la inflación más alta del planeta. Que no se trata sólo de la caída de los precios lo demuestra el hecho de que en ningún otro país existe la crisis de agua, electricidad, seguridad, producción o valores que nosotros soportamos. No una crisis, si no todas la susceptibles de ser pensadas. Juntas y sin frenos.

El Presidente va a ser revocado. Su intentona de configurar un golpe de Estado apenas podrá retardar unos meses la fecha. El Presidente va a perder la elección de gobernadores. Y si insiste en su golpe disfrazado contra el régimen democrático y en desmantelar las instituciones del Estado y de la economía habrá que apelar a la convocatoria a una Asamblea Constituyente en contra de la minoritaria voluntad autocrática de un poder fuera de la ley.

Las fuerzas democráticas de cambio, las que existen en la oposición y subsisten minoritariamente en el oficialismo, no pueden perder el rumbo. El objetivo inmediato y urgente de aplicar medidas para contener y luego revertir la crisis, restableciendo la vigencia de la Constitución Nacional, exige un entendimiento entre quienes forman parte de opciones que se han enfrentado, dura y desigualmente, durante años. El entendimiento es un acelerador del cambio.

Maduro retrocede lanzando granadas contra el entendimiento, bloqueando los caminos constitucionales para abrir las posibilidades de cambio. Está perdiendo el juicio democrático y haciendo todos los esfuerzos para pasar a la historia como el gran responsable de la peor época que hayamos vivido. En vez de estimular la cooperación entre los dos únicos poderes públicos que tienen su origen en los votos, Maduro resuelve quitarle la luz, retenerle el presupuesto y desconocer las atribuciones constitucionales a la Asamblea Nacional.

El Gobierno se ha convertido en el obstáculo activo para resolver cualquiera de los grandes, medianos y pequeños problemas que padecemos. Es un tapón que impide la paz, la reconciliación y la unificación de los ciudadanos. El gobierno es la catástrofe. Es el activador de la crisis humanitaria.

El entendimiento es la base para una transición plural y progresiva, el primer paso hacia la formación de un gobierno que atienda a la relación de fuerzas y a la deseable participación de la minoría electoral en la reconstrucción de la sociedad. Paradójicamente, es el medio más a mano de los ciudadanos para acelerar y definir desde la base de la sociedad, las condiciones para recuperar el derecho a vivir mejor.

Un entendimiento que hay que procurar antes y después del revocatorio.

08-05-16




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