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lunes, 6 de marzo de 2017

¡Un avance, por favor! Por @garciasim


Por Simón García


Los nuevos rostros en la directiva de la MUD, personas de primera en conocimientos y experiencia, resolverán poco si no hay la disposición de los partidos a revisar y renovar su papel en ella.

Los líderes partidistas no pueden crear la impresión de que el problema es de coordinación, en vez de apuntar hacia la política. Bajo ese simulacro se ha interrumpido el aporte de dirigentes de probada solvencia como Ramón Guillermo y Chúo Torrealba, sin actuar sobre las causas de un ya perceptible debilitamiento.

La nueva MUD no llegará a ninguna parte si los 9 partidos políticos no acuerdan orientaciones estratégicas comunes y acciones en torno al eslabón principal para abrir los cambios: la fijación del cronograma para las elecciones de Gobernadores y Alcaldes.

Si nos queremos librar de autocríticas futuras, hay que definir un norte estratégico para el restablecimiento de la democracia y sostenerlo con eficacia. Las incoherencias y la fragmentación son ya insostenibles.

Hay que formular una política en correspondencia con una población que, en proporción mayor al 75%, no quiere seguir padeciendo las calamidades actuales. Un planteamiento inclusivo que exprese la contradicción principal: el choque entre el conjunto del país, incluida buena parte de los que han sostenido el proceso, contra una minoría que está defendiendo con todo sus privilegios de poder.

Esa minoría del país, que podría serlo también entre los revolucionarios, está fuera de la Constitución Nacional y continúa destruyendo la democracia, las conquistas sociales y la economía de mercado. Esa minoría convierte la vida de todos en un infierno y nos condena a una crisis en la que todos perdemos. 

La persistencia del modelo de poder a la cubana ya no le conviene a nadie.


Todas las diversas fuerzas que resisten o disienten del plan de la cúpula Madurista deberían focalizarse en la convocatoria de las elecciones de Gobernadores y Alcaldes. No hay duda que desatarán más lucha política y social que diez marchas en Altamira.

La descentralización de la lucha estimulará la participación de dirigentes políticos y sociales locales. Agregará a la necesidad de cambio de régimen político, situaciones concretas sentidas por la población en cada región.

Según todas las encuestas, un buen número de candidatos unitarios obtendrá victorias contundentes. Un premio para una causa que necesita un triunfo después del año perdido.

Pero lo más importante es que la presión, desde todos los frentes, por cumplir con unas elecciones inconstitucionalmente suspendidas, obliga al gobierno a mostrar si va o no a liquidar la vía electoral. Esa tentación, que se está transformando en realidad, debe ser enfrentada ahora.

05-03-17




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