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jueves, 18 de noviembre de 2021

21N: una reflexión para el día después, por @Rafaelvelozg


Rafael Veloz 17 de noviembre de 2021

@Rafaelvelozg

A tan solo cuatro días para el evento regional electoral del 21 de noviembre, los candidatos de la Unidad están enfocados en terminar de ajustar sus maquinarias para poder alcanzar los mejores resultados. Una tarea que sin duda es titánica, porque se trata de luchar contra el ventajismo del régimen de Nicolás Maduro, el cual impone sus reglas de juego por encima de lo que dictan las leyes electorales y la ética, en lo que respecta al sufragio universal, libre, igual, directo y secreto.

Por ello, hay venezolanos que se han inclinado por la abstención, pues consideran que sin garantías electorales no tienen posibilidad de elegir, que es el fin único de estos procesos. Sin embargo, muchos otros tomaron la determinación de participar y los hemos visto al lado de los candidatos de la “manito” llevando a los ciudadanos, con gran entusiasmo, una propuesta democrática de cambio y soluciones para los problemas en sus parroquias, municipios y estados en general.

Frente a esta realidad, lo democrático es guardar el debido respeto a los que saldrán de sus hogares llenos de esperanza para votar y los que en definitiva se quedarán en los suyos en abierta manifestación de rechazo al régimen de Maduro y a todo lo que esté relacionado a él. Hay que tener presente que los venezolanos tienen el derecho de votar y de no hacerlo si consideran que es lo pertinente. Por lo tanto, esto no puede generar fricciones entre estos grupos, porque en el fondo persiguen lo mismo, aunque tengan puntos de vista diferentes.
Entretanto, fuera de nuestras fronteras, el mundo libre no es ajeno a lo que sucede en Venezuela y entiende de manera correcta lo que sucede con el evento electoral del 21N, que independientemente de los resultados, permitirá mostrar el espíritu democrático del pueblo venezolano, que a pesar de los obstáculos, busca una salida de la terrible situación que vive a través del voto. Pero también permite a las organizaciones políticas construir una fuerza ciudadana mejor preparada de cara a las elecciones presidenciales y a la Asamblea Nacional libres, transparentes y verificables, las cuales tengan la seguridad llegarán más temprano que tarde de lo que podemos imaginar.
Hay que tener presente algo. La expresión ciudadana que se construye en función del 21N atiende a realidades locales y regionales. De ahí que los aliados internacionales de forma anticipada han anunciado que no legitima a Maduro, pero tampoco significa que esté en juego el cambio de poder. Están claros que nuestro país solo saldrá de la grave situación política, económica y social, así como de lograr celeridad a la solución de la profunda crisis humanitaria compleja de los ciudadanos a través de las ya citadas elecciones presidenciales y parlamentarias, que precisamente es lo medular del Acuerdo de Salvación Nacional, la propuesta del Presidente (E) de Venezuela, Juan Guaidó, que se encuentra en pleno desarrollo.

Es evidente que para la mayoría el enfoque actual está puesto en el evento electoral del 21N y los resultados que anunciará el Consejo Nacional Electoral (CNE) del régimen, posiblemente entre gallos y medianoche, como acostumbra. Pero al margen de lo anterior, de ganadores y perdedores, auténticos o no, lo cierto es que nacerá una nueva realidad que nos habla del porvenir, de lo que vendrá.

No somos pitonisos, adivinos, videntes o como ustedes prefieran llamar a aquellos que dicen predecir y hasta ver el futuro. Actuamos y hacemos todo con base en análisis, estudios y reflexiones sobre los movimientos y cambios que vive la política del país. Más en uno como el nuestro, donde no existen ni tienen valor los más elementales principios de la justicia, lo que da paso a las profundas tinieblas y la oscuridad.

El abogado, tratadista y filósofo austríaco, Peter F. Drucker, dijo una vez en relación al porvenir, lo siguiente: “La mejor manera de predecir el futuro es creándolo”. Mientras, Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos (1861-1865), al hablar del futuro, dijo: “No puedes escapar de la responsabilidad del mañana evadiéndola hoy”.
¿Qué nos dicen Drucker y Lincoln con sus célebres frases? Sencillo, que no podemos esperar inertes que llegue el futuro, sino que tenemos la gran posibilidad y diría que hasta la responsabilidad de construir con vigor el que queremos. Sobre eso, precisamente, es que debemos pensar, en modo de reflexión, el día después del 21N, fecha en que se cierra un capítulo para dar inicio a otro que podamos unir al epílogo de la dictadura.

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HAY QUE HACER LA TAREA

En ese proceso de construcción del futuro, los partidos políticos y sus altos dirigentes, pero también todos los ciudadanos del país, tenemos deberes o tareas que cumplir, que son de carácter impostergables.

Una de ellas es respaldar las decisiones y acciones de la presidencia encargada y del interinato como un todo para darle fuerza frente al régimen. Hay que recordar que con base en el artículo 233 de la constitución, el estatus de presidente encargado debe conservarse hasta que se convoquen elecciones libres y justas. En días pasados la diputada por Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano, recordó que “el Parlamento de 2015 aprobó la reforma del Estatuto de Transición y Reestructuración del gobierno interino para que siga funcionando hasta “recuperar la democracia y la constitucionalidad en el país”.

Debemos reflexionar sobre ello, porque tampoco podemos olvidar los resultados de la Consulta Popular de diciembre de 2020, en la que los ciudadanos ordenaron “adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los crímenes de lesa humanidad”. Y eso ha hecho con acentuados avances el gobierno encargado, en la figura de Juan Guaidó, para atender al clamor de los venezolanos que pedían al mundo libre “no dejarlos solos”. Visto así, resulta contradictorio entonces dejar sola a la presidencia encargada en su lucha.

Otro aspecto importante es que el hecho de que la campaña política para el 21N termine no quiere decir que nuestro contacto directo con los ciudadanos pase a un segundo plano o sea inexistente. Todo lo contrario, debe mantenerse con mayor empuje. En estas semanas previas al evento electoral del 21N el ejercicio de contacto directo y diario con los ciudadanos en las calles y en donde viven, ha servido para que los partidos políticos, sectores sociales y grupos de interés, profundicen su organización y para que reiteren la urgencia de resolver, por ejemplo, los graves problemas de los servicios públicos a nivel nacional. En consecuencia, los candidatos que resulten electos en los cargos para los cuales se postularon y los que no resultaron ganadores, tienen el deber de mantener ese trabajo, que es el que les corresponde por ser servidores públicos. Esta es una de las maneras de rescatar la credibilidad de los dirigentes políticos de la Unidad, que sabemos que han hecho lo que han podido con los pocos medios que disponen, pero que tienen que continuar con mayor ahínco, para seguir venciendo obstáculos.
Hay otro tema digno de resaltar. Las próximas acciones deben estar dirigidas para la renovación y legitimación de las organizaciones políticas, pues en su mayoría, tienen muchos años, décadas más bien, sin elecciones internas. Eso sí, deben tomar en cuenta que los procesos serán realizados en dictadura y que lo más probable es que Nicolás Maduro, como lo ha hecho, persista en la judicialización de los partidos. Un ejemplo de lo anterior es Copei, que durante un proceso interno, el régimen se valió de las diferencias entre algunos de sus líderes y de artimañas, para luego meter las manos de la dictadura, que son las del TSJ. Por todos es conocido el resultado de estas acciones que tanto daño le han hecho a la tolda verde.

A modo de conclusión hay que decir que para volver a conectar el liderazgo político a la sociedad y restaurar la confianza perdida, es indispensable que toda la plataforma Unitaria escuche a sus bases. Voluntad Popular debe ser ejemplo de este ejercicio de salvación. Creemos con firmeza que solo así podremos enfrentar a la dictadura en las presidenciales y parlamentarias con más fuerza y mayores perspectivas de triunfo.
Invitamos a que reflexionen sobre lo aquí expuesto después del 21N… Se trata de salvar a Venezuela y recuperar la democracia, que es la razón de las luchas que hemos librado y libraremos para alcanzar lo que anhelamos todos.

Dr. Rafael Veloz García

@Rafaelvelozg

  

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