Hoy hace ocho años, junto con mi familia y con un millón de caraqueños salimos a las calles a protestar contra el régimen de Hugo Chávez Frías, las razones de la protesta siguen vigentes como hace ocho años.
Ese día tanto la oposición como el gobierno tenían preparados sus planes estratégicos, en el sector oficial sabían que se estaban jugando el gobierno, el día anterior Hugo Rafael emitió 26 cadenas nacionales, instalaron un Hospital de Campaña en el Palacio Blanco, justo enfrente de Miraflores, la situación militar estaba muy complicada, pues nadie sabía con total certeza como se cuadrarían los altos mandos militares. En el lado de la oposición efectivamente se estaba gestando una conspiración, nosotros pensamos que debidamente coordinado, asumíamos que siempre dentro del marco de la constitución y las leyes.
Día Jueves, la ciudad se paralizo, marchamos desde El Parque del Este hasta PDVSA Chuao (hoy sede de la UNEFA), no pudimos llegar pues la cantidad de gente era incontable, nos quedamos rezagados en la autopista Francisco Fajardo, y oímos por un radio portátil que llevamos que en la tarima llamaron a marchar hasta Miraflores, para pedirle la renuncia al Presidente, la euforia, el jolgorio, el efecto de las masas conducidas fue una realidad.
En ese momento pensé, hoy es el día decisivo, hoy se va a definir el futuro del país de los próximos años, con cautela procedimos a marchar hacia el Centro de Caracas. En Plaza Venezuela decidimos por precaución enviar a nuestras mujeres, madres, hijas y amigas, a casa de mi suegra en La Florida, nos quedamos los hombres adultos, padres, hijos y amigos.
Llegamos a la Plaza Oleary, en pleno centro de la ciudad, comenzamos a oír disparos, detonaciones de bombas lacrimógenas, enfrentamiento entre grupos de oposición y gobierno, caminamos una cuadra hacia arriba por la Avd. Baralt, presenciamos a lo lejos duros enfrentamientos, caían los primeros muertos y heridos más arriba, en ese momento decidimos que era hora de emprender la retirada, y así lo hicimos.
Oíamos por la radio los discursos de altos funcionarios del gobierno haciendo un llamado a sus seguidores para que fueran a Miraflores a defender al régimen, Hugo necesitaba la carne de cañón, pero también la oposición necesitaba carne de cañón, el resultado 19 muertos y más de 100 heridos.
A esa hora, las 4 PM, emprendiendo la retirada, un grupo de altos militares se pronunciaban en contra del gobierno, el país estaba en cadena nacional, la pantalla de las televisoras fue partida en dos, pero el pronunciamiento salió al exterior a través de los medios internacionales, la aplicación del Plan Avila fue ordenado y no obedecido (consistía en sacar tanquetas y tropas militares a la calle), aparecieron en televisión los pistoleros de Puente LLaguno, inmediatamente los altos mandos militares empezaron a pronunciarse contra el régimen opresor, el gobierno estaba caído.
Un poco más tarde, la señal de VTV (Venezolana de Televisión, canal oficial del gobierno), era sacada del aire, por abandono del personal técnico de la planta, cuando llega la Policía del Estado Miranda a tomar las instalaciones, el canal estaba solo, desde Romero Anselmi (Director de la Planta) hasta los vigilantes abandonaron su puesto, la señal de varios canales privados es sacada del aire en televisión abierta y repuesta un par de horas de después.
Esa noche el país no durmió, vimos pasada la medianoche al General Lucas Rincón, en cadena nacional, anunciar la renuncia de Hugo Chávez: “Se le solicito al Sr. Presidente la renuncia, la cual acepto” (nunca debemos olvidar estas palabras), un poco más tarde vimos como el Presidente Hugo Chávez llega a Fuerte Tiuna, por sus propios medios, acompañado de altos prelados de la Iglesia Católica, y es tomado preso por el alto mando militar.
Hasta allí podemos decir con total certeza, los objetivos planteados se cumplieron, el Presidente Hugo Chávez era depuesto de su cargo, por la renuncia anunciada por el General Lucas Rincón. Amaneció el 12 de Abril y entonces se produjo el golpe de estado.
Ese era el momento de la política con “P” mayúsculas, ese era el momento de no apartarse de la Constitución y de Las Leyes, ese era el momento de llamar a sesionar a la Asamblea Nacional, el Vicepresidente Diosdado Cabello había abandonado su cargo, estaba escondido, el Presidente de la Asamblea Nacional también abandono su puesto, los Diputados de oposición más los oficialistas que ya estaban cuadrados para brincar la talanquera, en número superior a 110 (mayoría calificada) hubieran podido sesionar y en ausencia del Presidente de la Asamblea Nacional, nombrar a un Presidente encargado y formar un gobierno provisional, con el apoyo de las Fuerzas Armadas y de los principales sectores de la vida nacional.
Sin embargo los acontecimientos tomaron otro rumbo, un grupo de altos oficiales, del generalato, obviaron la política y pasando por encima de las fuerzas vivas que los habían acompañado, nombraron al Sr. Carmona Estanga (Presidente de FEDECAMARAS, central gremial empresarial) como Presidente de la República, detrás de esta designación a dedo también estaban un grupo importante de civiles de la ultraderecha reaccionaria.
Ese día el 12 de Abril en horas de la tarde, en el Salón Ayacucho del Palacio de Miraflores, en cadena nacional se consumó el golpe de estado, el Presidente Dictador Carmona Estanga se presenta al país y entre otras muchas barrabasadas y por un decreto respaldado, no sabemos por quienes, proceden a abolir todos los poderes públicos constitucionales y nombra su gabinete de emergencia.
Inmediatamente se pronuncian las Fuerzas Armadas y no avalan el fatídico decreto, el gobierno del que casi fue Dictador se cae, el resto de la historia es harto conocida, en la madrugada del 13 de Abril el Presidente Hugo Chávez es repuesto en su cargo, Venezolana de Televisión vuelve al aire y Hugo se convierte en el gran héroe nacional que nos han vendido desde entonces.
Nosotros los que marchamos en defensa de nuestros legítimos derechos, queríamos la renuncia del Presidente de la República y se la fuimos a pedir cívicamente, nosotros fuimos traicionados por nuestra propia gente. La Venezuela del año 2002, que no se parece a la Venezuela de este año 2010, perdió una oportunidad histórica de cambiar las cosas y mostrar un camino de civilidad para derrocar un gobierno oportunista, nosotros hicimos el trabajo que se nos pidió, nuestros dirigentes, unos por omisión, otros por temor y otros por oportunismo, desaprovecharon esa gran oportunidad y hemos pagado muy caro los errores cometidos por ese grupo de irresponsables.
Nuevos escenarios y nuevas oportunidades se presentan hoy, ahora es mucho más complicado y cuesta arriba, pero no dudamos en que en algún momento del futuro próximo saldremos de esta pesadilla y comenzará la reconstrucción del país.
Editorial del Equipo Productor
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