jueves, 8 de abril de 2010
Yon Goicoechea y la renovación de los Partidos
Sobre el caso de Yon Goicoechea y su deseo, legítimo por demás, de ser candidato a la Asamblea Nacional por los Altos Mirandinos, y la estocada que le aplico su Partido Primero Justicia, mucho se ha escrito y comentado, pero hasta ahora nadie ha intentado ir al fondo del problema.
En primer lugar le tenemos que decir a Yon Goicoechea que como militante de un Partido Político, acepto las reglas del juego de esa organización y le debe lealtad a las decisiones del cogollo partidista que maneja a los amarillos. En consecuencia los pataleos que presenciamos la semana pasada están demás y queda muy mal ante un pequeño sector del país.
Le recomendamos a Yon que renuncie inmediatamente a su militancia partidista y se lance al ruedo de la política en alguna otra organización ó que inicie su propio movimiento. Claro podemos sospechar que Yon intentaba renovar al Partido Amarillo desde adentro, pero le lamentamos decir que eso no es posible.
Todos nuestros Partidos Políticos sin excepción, sufren del mismo problema, un líder fundamental o un cogollito que normalmente lo conforman sus fundadores, se atribuyen poderes casi celestiales y toman todas las decisiones en la política que intentan llevar adelante, la participación se limita a participarles a sus militantes de las decisiones que han tomado. Un esquema organizativo absolutamente vertical, que poco les deja a los militantes de base, simplemente escuchar y obedecer ciegamente lo que el líder o el cogollo deciden.
Esa es la razón fundamental por la que la persona que escribe estas líneas no pertenece a ninguna organización político partidista, para calarnos a cogollos ó a líderes celestiales, ya tenemos suficiente con nuestro Comandante Presidente.
En la sociedad moderna del Siglo XXI, dominada por la comunicación y la información, donde cada ciudadano puede ser capaz de tomar sus propias decisiones, emitir sus propias opiniones, participar según sus propios intereses en organizaciones ciudadanas, los Partidos Políticos verticales en mando y en la toma de decisiones tienen muy poco futuro.
Consideramos necesario e imprescindible la renovación de los Partidos Políticos, para que a través de ellos la participación proactiva de los ciudadanos tenga un escenario propicio para expresarse, organizarse y contribuir a la solución de sus problemas, desde lo local hasta lo nacional. Para ello el debate abierto y franco sobre lo político y lo social debe ser la norma, donde la toma de decisiones debe ser a través de cuerpos organizados de manera colegiada, donde no se admita la imposición de ideas y propósitos por parte de grupitos particulares.
La organización partidista debe ser desde abajo, en grupo locales y vecinales, unidos por un planteamiento ideológico que representa a la organización partidista, deben tener autonomía en sus acciones, decisiones y en el proselitismo. No le deben rendir cuentas a ningún cogollo partidista sino ser parte, a través de voceros elegidos en las reuniones partidistas de su zona, Municipio ó Estado.
Entendemos que un individuo que le ha dedicado buena parte de su vida a la conformación militante de una estructura partidista, debe tener un reconocimiento, pero jamás puede ser rodeado de una aureola que le de la potestad de pasar por encima de sus seguidores, la dirección política se gana en la calle, asumiendo posiciones y actitudes de vida que sirvan de ejemplo a sus coterráneos.
Esa es la tarea, nada fácil por cierto, pero ese es el camino según nuestro criterio, los autoritarios, los dictadorcitos, los chavecitos que tanto abundan por todos lados, se van quedando solos. Estamos seguros que nuevas organizaciones están surgiendo y que en los próximos años veremos inevitablemente para los viejos partidos, nuevas estructuras sociales, nuevos dirigentes y nuevos movimientos vanguardistas que serán apoyados por mucha gente.
Editorial del Equipo Productor
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