“Alo” robando La Carolina

Teníamos noticias que la finca La Carolina, propiedad de Diego Arria y su familia, expropiada por el gobierno rojo, aparecería en el “Alo Presidente” de ayer Domingo 16 de Mayo, por un momento pensamos que Esteban lo realizaría desde allí, pero no fue así, fue peor de lo que pensamos.

En un pase magistral, presuponemos que a través de nuestro fulgurante satélite Simón Bolívar y con unas cámaras bien colocadas y posicionadas para lograr vistas panorámicas y ver el desastre que Diego Arria y sus trabajadores pitiyanquis tenían allí en La Carolina, pudimos observar…

Pudimos observar una finca bien mantenida, con cabezas de ganado, pasto bien cortado, cercas construidas y pintaditas, una casa de hacienda vieja pero mantenida, caballos, potreros, caminos de acceso adecuadamente delimitados, es decir el sueño de cualquier mortal de una finca desarrollada.

Pudimos observar a unos tipos disfrazados de rojo, hablando de las maldades de Diego Arria y sus trabajadores, que el rebaño de animales producía 6 litros por cabeza diario, que ellos haciendo un verdadero milagro habían logrado elevar la producción a 12 litros por cabeza diarios, en apenas una semana, que la mayor parte de la finca estaba improductiva, que era dedicada a fines turísticos, que tenían instalada un comercio que se llamaba “la bodeguita” dedicada al vil comercio y al capitalismo salvaje.

Pudimos observar como un grupo de niños y adultos, asumimos que adeptos al oficialismo, hacían uso de la piscina de la Hacienda, para beneplácito y alegría de los allí presentes, jugando, disfrutando, con la promesa firme que todos los fines de semana serían llevados los niños del pueblo soberano a usufructuar las instalaciones de La Carolina, por supuesto sin el consentimiento de sus legítimos dueños, que no son otros que la familia Arria.

Pudimos observar, un discurso de odio, contra los dueños de fincas productivas, utilizando las leyes que ellos mismos crearon para declararlos como terratenientes y proceder a quitarle sus propiedades, a despojarlos de sus sueños.

Pudimos observar la incapacidad gubernamental de desarrollar proyectos productivos para el bienestar de la población, para liberar al pueblo soberano de sus penas y desdichas, para elevar la calidad de vida de los venezolanos, en vez de ello, se ven en la necesidad de robarse, de apropiarse del trabajo de décadas de otros, que sí son emprendedores, que sí logran desarrollar un montarral y convertirlo en una finca bella, preciosa, orgullo de la patria y de los productores del campo.

Pudimos observar como nuestro Comandante haciendo uso de la fuerza y del Estado va destruyendo todo lo que se le opone, todo lo que pudiera servir de referencia para comparar la obra del gobierno contra el esfuerzo de los hombres libres.

Pudimos observar en definitiva, una vez más, cual es el camino que el Líder Supremo nos quiere imponer. ¿Y tú qué piensas al respecto?, ¿Lo aceptaras?, agacharas la cabeza y dirás: ¿Y yo que puedo hacer?...

Editorial del Equipo Productor

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