Trastornados, preocupados, en muchos casos aterrorizados, obstinados y desmoralizados, así se sienten muchos amigos y conocidos, ante la avalancha de eventos, situaciones, informaciones y ocurrencias del gobierno rojo.
Para los que pensaban o decían: “No vale, yo no creo”, ahora la situación está clarita, el camino definido por el oficialismo no tiene vuelta atrás, es necesario aclarar que el Presidente Hugo Rafael, nunca nos ha mentido desde el año 2003, cuando comenzó a hablar sobre el Socialismo del Siglo XXI, lo que sucedía es que muchos decíamos: “Y como se come eso…”, es decir pocos estaban claros sobre el verdadero significado de esas palabras y de cómo nos afectaría en nuestra vida cotidiana y menos imaginarse de cómo sería el futuro que nuestro Líder fundamental y Jefe de la Revolución Bolivariana nos propondría e implementaría.
Pero eso es clavo pasado, ahora ya todos, los que están a favor y los que están en contra, estamos claritos de hacia dónde vamos, pues unos lo están “disfrutando” y otros lo estamos “sufriendo”, como dice nuestro Comandante: “El que tenga ojos que vea y el que tenga oídos que oiga” (y nosotros como buenas focas lo repetimos).
La democracia está amenazada, la forma de vida republicana está amenazada, la libertad de expresión está más que amenazada, nuestra calidad de vida está amenazada, nuestros ingresos económicos y la estabilidad laboral está amenazada, el futuro de nuestros hijos está amenazado, en conclusión la patria grande está amenazada por un grupo de militantes que se autodenominan militantes revolucionarios, y que día tras día nos imponen leyes, decretos, expropiaciones, abusos, atropellos y violaciones constitucionales, amparados por el todopoderoso Estado y por la fuerza de las armas de la República.
Ante esta realidad, las alternativas se van cerrando, cada ciudadano libre de la patria grande debe convertirse, más aún tiene que convertirse en un militante de las causas justas, en un militante democrático, esa condición no es solo de la boca para afuera, en la intimidad del hogar y la familia, no se puede limitar a leer y a escribir en la internet, no se puede limitar a asistir de “cuando en vez” a alguna manifestación ó protesta ciudadana contra el gobierno, ¡el militante democrático tiene que ir mucho más allá!!!
O corres, ó te encaramas, esa es la consigna, los que decidan que van a correr, es hora que se coloquen sus zapaticos de goma, hagan sus maletas e intenten una nueva vida en otras tierras, no esperen mucho, pues el tiempo y los acontecimientos apremian. Los que decidan encaramarse es tiempo de encarar y asumir los riesgos y las responsabilidades que vendrán. Los que no saben qué hacer, esa mayoría silente que ven pasar la vida y los acontecimientos, tomen su decisión, pues les van a pasar por encima, los van a atropellar y luego será tarde para reaccionar.
Nosotros decidimos asumir el reto, encaramarnos, no huir del país, confrontar al régimen a través de la lucha no violenta, democrática y constitucional, independientemente del precio que probablemente pagaremos, no importa, para nosotros la patria grande es más importante que cualquier otra cosa. Nuestra militancia democrática se convertirá en nuestra principal actividad, en paralelo con las responsabilidades laborales, pues de eso vivimos y comemos, sin descuidar la familia y a los hijos.
Esperamos que a las filas de la militancia democrática se incorporen los ciudadanos libres de la patria grande, la patria de nuestros sueños, la patria de nuestros hijos y nietos. Te esperamos…
Estamos de pie, seguimos en la lucha.
Editorial del Equipo Productor
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