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sábado, 8 de mayo de 2010

La Agenda Social


Mayoritariamente los ciudadanos venezolanos tienen cinco problemas que les preocupan, ellos son en orden de importancia los siguientes: la inseguridad, la crisis eléctrica, el desempleo, la inflación y la vivienda.

Los cinco problemas tienen que ver con la necesidad no satisfecha de condiciones de calidad de vida razonables, esto no lo decimos nosotros, esto lo dicen los estudios de opinión que realizan las principales empresas encuestadoras, aparte del terrible problema de la inseguridad, los restantes cuatro suben y bajan de un mes a otro, pero todos están allí presentes.

Mientras el gobierno rojo se esmera en darle prioridad, de manera populista y demagógica a su agenda social, que por supuesto incluye los problemas que le preocupan al país y otros mas como la salud, la educación, la vialidad, etc., la oposición democrática no maneja el mismo discurso.

Veamos, los voceros de los partidos políticos, los analistas y por supuesto los opinadores de oficio (que “habemus” muchos), nos dedicamos a criticar al régimen, haciendo énfasis en conceptos abstractos como la libertad, la democracia, los derechos humanos, la libertad de expresión y la propiedad privada, nos ocupamos del dólar permuta, los dólares viajeros, la restricción de bienes importados como la cuota asignada a las ensambladoras para vehículos nuevos, los pasajes aéreos y cuanta cosa suntuaria se nos pueda ocurrir.

El mensaje opositor va dirigido a la parte del país que mal que bien tiene sus problemas básicos resueltos, sin embargo sabemos que esa es una minoría, el 80% de la población está preocupada en la necesidad no resuelta de sus problemas básicos, por lo tanto nos parece que el mensaje está equivocado si realmente queremos que las fuerzas opositoras formen gobierno en algún momento del futuro y no tan lejano.

Para nosotros el mensaje opositor no se puede limitar a desnudar, a desmontar, a demostrar los fracasos del régimen rojo, eso es necesario hacerlo, pero tiene que ir de la mano de un conjunto de propuestas que le den respuestas a los problemas sentidos por el gran país. Poco hacemos criticando y criticando, sin poner en la mesa propuestas de soluciones a esos problemas, por supuesto nos referimos a la agenda social.

Más aún, la agenda social no se puede limitar a exponer una “agenda social” mediática, es decir en rueda de prensa, usando el don de buenos oradores para explicar planes, proyectos de ley y propuestas, no eso no es suficiente, es necesario dar el siguiente paso, es necesario convertir la “agenda social” en acciones concretas, que impliquen una mejora de la calidad de vida de comunidades, de tal manera que se demuestre en los hechos, con pequeñas acciones, como se pueden enfrentar problemas y resolverlos.

Es importante acotar que el discurso opositor sobre democracia, libertades civiles, presos políticos y derechos humanos hay que mantenerlo, pues son banderas vitales para una república sana y futurista, pero no debemos poner el acento allí, es necesario, más bien imprescindible, poder entender, escrutar e interpretar cuales son las preocupaciones de la gente, allí es donde necesariamente hay que poner el acento político.

La campaña electoral para las elecciones a la Asamblea Nacional del 26 de Septiembre, son una magnífica oportunidad para que esos 330 hombres y mujeres candidatos de la alianza opositora, a lo largo y ancho del país, lleven el mensaje de la Agenda Social en mayúsculas como el pilar fundamental de la campaña, por ejemplo, la Ley sobre Seguridad Social que el oficialismo se ha negado a discutir y aprobar en la Asamblea en los pasados 11 años representan una debilidad importante del oficialismo, allí es necesario poner el acento.

Otras propuestas de ley que deberían ser parte de la Agenda Social, son por ejemplo: una Ley sobre el desarme de la población civil, una Ley que impida que el Presidente de la República continúe dilapidando el dinero público en regalos a sus amigos de países aliados, una Ley que regularice y reglamente las expropiaciones y las adquisición forzosa de bienes e inmuebles reivindicando la Constitución, una Ley que regularice y reglamente la tenencia de la tierra tanto en las áreas urbanas como en el campo, es decir leyes con amplio contenido social que no contravengan la Constitución.

Editorial del Equipo Productor

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