TalCual 06 de febrero de 2023
@DiarioTalCual
La visita del dirigente local
ocurre luego de que algunos de los migrantes dijeran que preferían estar en la
acera, con frío y nieve, que en un refugio de Brooklyn, porque son
inhabitables
El
alcalde de Nueva York, Eric Adams, durmió la noche del viernes 3 de febrero en
un nuevo albergue para migrantes para que sepan que es un lugar «confiable». Se
trata de un nuevo recinto ubicado en la Terminal de Cruceros de Brooklyn.
Allí la autoridad estadounidense compartió con los migrantes y dijo que esa instalación es igual de segura que cualquier otro centro de ayuda humanitaria de la ciudad y que prestan los mismos servicios, pero esa no es la opinión que comparte la mayoría de las personas extranjeras que lo han usado.
«Pasé
la noche más fría del año en la Terminal de cruceros de Brooklyn con nuestro
héroe de los sin hogar Shams DaBaron y Eddie Gibbs. Nuestros hermanos están
abrigados y el equipo que trabaja aquí está dando un nuevo significado a las
palabras ‘ama a tu prójimo'», escribió el alcalde desde la cuenta oficial de
Twitter del gobierno de Nueva York.
Para
él su acción demuestra que la instalación es cálida y acogedora para
todos.
«Lo
que vimos es lo que hemos visto desde el comienzo de esta crisis, individuos
que están agradecidos a la ciudad más grande del mundo por brindarles la
oportunidad de trabajar para alcanzar el Sueño Americano», afirmó Adams.
Su
visita ocurre luego de que algunos de los migrantes dijeran que preferían estar
en la acera, con frío y nieve, que en un refugio de Brooklyn. Incluso algunos
de los migrantes y activistas afirmaron que las condiciones de la Terminal de
Cruceros de Brooklyn hacían de él un espacio inhabitable, pues dijeron que hace
frío y que no hay suficientes baños, que está aislado y que no les gusta el
ambiente de congregación.
El
pasado miércoles 1 de febrero la policía de esa ciudad desalojó un campamento
de migrantes, la mayoría venezolanos, que protestaron por tres días durmiendo
en la acera de un hotel que les servía como refugio y del cual fueron sacados
con una orden policial para ser reubicados en otro.
Ya no
quedabn en el lugar maletas, cobijas, ropa, sillas ni la mesa con café caliente
y refrigerios que les prestaban grupos de apoyo. En su lugar, hay barricadas y
varios policías que custodian el lugar en la calle 57, entre las avenidas 9 y
10 del bajo Manhattan, no muy lejos del famoso Carnegie Hall, de acuerdo con
información obtenida por la agencia EFE.
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