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viernes, 24 de noviembre de 2017

Luis Salamanca: “Gobierno está obligado a negociar”, por @SammyPaola ‏



Sammy Paola Martínez 23 de noviembre de 2017

Desde que el chavismo asumió el poder en Venezuela, por primera vez necesita del apoyo de su disidencia para continuar estableciendo contratos de interés nacional, dado a que el único órgano facultado para aprobarlos es la Asamblea Nacional, de mayoría opositora.

Así lo afirmó este miércoles el politólogo Luis Salamanca, quien sostuvo que, durante la “negociación internacional” que se producirá en República Dominicana, el eje principal de la delegación oficialista girará en torno al tema económico. Explicó a EL IMPULSO que nadie prestará dinero ni renegociará deudas con un país que no utiliza los canales legales para solicitarlo porque corre el riesgo de que el Gobierno futuro desconozca las operaciones.

“A diferencias pasadas, en esta ocasión el Gobierno sí está obligado a negociar, y no se burlará de la oposición porque va urgido de encontrar un acuerdo para lograr su propósito. La oposición, por su parte, debe actuar con inteligencia y no ceder sin antes contar con beneficios concretos, como la fecha de las elecciones presidenciales”, dijo.

Hasta el momento, las figuras del diálogo y la negociación han sido cuestionadas por el grado de manipulación que ha impreso el Gobierno y el incumplimiento de los acuerdos. Y a juicio del experto, el diálogo –sobre todo- se encuentra ausente estructuralmente del sistema político venezolano, lo cual indica el talante de quienes están en el poder.

¿Diálogo o negociación? Hasta la fase exploratoria que no tuvo resultados favorables se hablaba del diálogo como el mecanismo para lograr ciertas concesiones, aunque se tratara de derechos consagrados en la Constitución. Pero a partir del mes de octubre, la oposición ha pedido que en lugar de diálogo se le denomine como un proceso de negociación, en donde participen países “amigos” como ya se confirmó para este 1° y 2 de diciembre.

Ahora bien, Salamanca detalla que “evidentemente” para negociar hay que establecer conversaciones. “No se trata de dialogar solamente, ya tienen que negociar. El diálogo supone una conversación entre las partes para intercambiar puntos de vista y plantear posibilidades de acuerdos que conlleven a una negociación. Mientras que negociar implica lograr un acuerdo a cambio de beneficios que recibirá cada parte”.

Entre los tópicos que debería manejar la oposición, y sobre los cuales se encuentra consultando esta semana, destacan condiciones justas y fecha para las presidenciales, apertura del canal humanitario y la liberación de presos políticos, punto que se ha convertido, según lo señalado por el Foro Penal Venezolano, en un efecto de puerta giratoria: sueltan unos y entran otros.

Para el politólogo, la oposición debe “amarrar” en República Dominicana la fecha de las presidenciales que corresponden para 2018, y que el Gobierno tratará de adelantar porque le conviene participar con una oposición dividida, o en el peor de los casos, sin ella. Es de los que opina que el Gobierno no permitirá sobre la mesa el tema de la salud y la posibilidad de recibir ayuda internacional porque sería reconocer que hay una crisis humanitaria.

En todo caso, dice Salamanca, la oposición debería preparar una estrategia comunicacional en la que se aclare que puede o no haber resultados favorables durante estas conversaciones que se sostendrán con el acompañamiento de cinco cancilleres. No obstante, de haber resultados concretos, se generará un reconocimiento “indirecto” a la Asamblea Nacional y el desmontaje de la Constituyente como poder sustituto.

Radicalismo

Dentro de la oposición también hay actores catalogados como radicales. Es el caso de María Corina Machado, de Vente Venezuela, quien también promovió el movimiento “Soy Venezuela” para darle valor a la consulta popular realizada el 16 de julio. Al respecto, el también abogado considera que “su posición no solo afecta a la negociación sino a todo lo que la Mesa de la Unidad haga. Ella no solo lucha contra el Gobierno, sino que con la conformación de su proyecto político, lucha contra la oposición y promueve al abstencionismo, que no es positivo y mucho menos de cara a las presidenciales (…) discutir por qué en República Dominicana y no en Venezuela no tiene sentido porque indiferentemente del lugar, el tema es cuáles son las posibilidades de que el Gobierno cumpla”.

Rescata la figura del alcalde metropolitano Antonio Ledezma, quien a su parecer ha actuado con sensatez e inteligencia. “Quiere organizar el exilio, cosa que nadie había planteado, y pide una recomposición de la oposición rápida”, la cual requiere de un crecimiento organizativo y el regreso de un secretario ejecutivo.

Por último, puntualizó que sí se debió participar en la elección de alcaldes porque es otro escenario de lucha. Considera que se ha enviado un mensaje incoherente y ambivalente.

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