CEV 04 de septiembre de 2024
@CEVmedios
«1 –
Transcurridos más de 30 días de la elección presidencial del 28 de julio, el
Consejo Nacional Electoral no ha dado a conocer al conjunto del pueblo de
Venezuela, en quien reside la soberanía de forma intransferible (art. 5 de la
Constitución), los resultados de dicha elección, de la forma como está previsto
en las leyes, y han exigido diversos factores de la opinión pública nacional e
internacional.
Este
hecho es contrario a los valores democráticos garantizados por la Constitución.
Desconocer la soberanía popular manifestada a través del voto es moralmente
inaceptable, ya que se aparta gravemente de la verdad y de la justicia. La
verdad, aunque quiera ser ocultada, o reducida a la opinión de unos pocos,
resulta imponiéndose (cf. Mc 4,22)
2 –
Otro gran motivo de preocupación sobre la efectiva vigencia de la democracia
venezolana, lo constituye la promoción por parte de diversos órganos del Estado
de una campaña de represión y persecución que se traduce en miles de detenidos,
entre los que se encuentran muchos menores de edad, a los que se les pretende
imputar, sin cumplir el debido proceso, delitos muy graves.
Preocupa,
en particular, la persecución a la que se ven sometidos testigos de mesas,
comunicadores sociales, el candidato con mayor número de votos y dirigentes de
la oposición, contradiciendo de forma clara los principios de pluralidad
política e independencia de los poderes públicos garantizados por la
Constitución y las leyes de la República. En democracia es fundamental el
respeto de los derechos de todos y, de forma especial, el de los menores de
edad y sus familias.
3 –
Estos hechos han generado un clima de inquietud y zozobra en amplios sectores
de la población que en nada contribuye a la sana convivencia ciudadana. Por el
contrario, obstaculizan gravemente la superación, con el concurso de todos, de
los grandes problemas y necesidades que nos afectan como nación». (3 de
septiembre de 2024)
A continuación,
los cuatro mensajes anteriores de la Presidencia de la CEV con motivo de las
elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024.
Luego
de las elecciones presidenciales el 28 de julio, los obispos
miembros de la Presidencia de la Conferencia Episcopal Venezolana se
han manifestado a través de diversos mensajes; con ellos, buscan acompañar
al pueblo venezolano en sus luchas y dolores.
A
continuación, se transcriben dichos comunicados y las fechas de cada
publicación.
Primer
mensaje. (29 de julio de 2024)
“Este
28 de julio se ha caracterizado por la masiva, activa y cívica participación de
todos los venezolanos en el proceso electoral. De esta manera hemos ratificado
nuestra vocación democrática.
Como
pastores del Pueblo de Dios, seguimos con atención el desarrollo de los últimos
acontecimientos y queremos expresar a todos nuestra cercanía y disposición de
acompañamiento pastoral en estos momentos de inquietud.
Mantengámonos
firmes en la esperanza. Nuestros pensamientos y justos reclamos debemos
realizarlos con las actitudes pacíficas, de respeto y tolerancia, que han
reinado hasta ahora.
Unimos
nuestras voces a las de todos aquellos que dentro y fuera de Venezuela exigen
un proceso de verificación de las actas de escrutinio, en el que participen
activa y plenamente todos los actores políticos implicados”.
Segundo
mensaje. (31 de agosto de 2024)
«1.-
Ante el anuncio por parte del CNE de los resultados de la elección presidencial
del pasado 28 de julio, se ha generado una gran inquietud en amplios sectores
de la población.
2.-
Por tal motivo, reiteramos nuestro llamado a hacer relucir la voluntad popular
expresada en las urnas. Esta es no sólo una exigencia de la legislación
venezolana, sino también ética. Solo así se impondrá la verdad de los hechos
sobre cualquier posible manipulación de los mismos, y reinará la paz y la
confianza en todos los venezolanos.
3.- La
inquietud y malestar generado en la ciudadanía se ha expresado, entre otras
cosas, en las diversas manifestaciones que, en el ejercicio de los derechos
ciudadanos contemplados en la Constitución (cf. Art. 68) y en las leyes de la
República, se han realizado a lo largo y ancho del territorio nacional, con la
numerosa participación de ciudadanos de toda condición social.
4.-
Desafortunadamente, algunas de estas manifestaciones, se han visto
ensombrecidas por hechos violentos que han causado la muerte de algunas
personas, numerosos heridos y detenidos, y la destrucción de bienes materiales.
5.-
Afirmamos también con decisión que la vida y la dignidad de cada persona deben
ser respetados y custodiados. Por eso, condenamos toda manifestación de
violencia, venga de donde venga. Lamentamos las muertes y heridos que se han
dado tanto entre los manifestantes como en los miembros de los cuerpos de
seguridad. Nos solidarizamos con sus familiares y allegados. Pedimos a los
órganos del Estado, y en especial las fuerzas policiales y militares, que
cumplan su misión de garantizar el orden público, conforme a lo establecido en
las leyes, evitando cualquier posible abuso. (cf. Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela Art. 328, 329 y 332)
6.-
Hacemos un llamado a todos los actores políticos a abandonar el lenguaje de
descalificación y confrontación que tanto daño ha causado a nuestro país. Los
invitamos, por el bien de todo el pueblo de Venezuela, a buscar caminos de
diálogo y encuentro. Venezuela necesita del concurso de todos sus hijos.
7.-
Invitamos a todos a orar insistentemente al Señor, y a colocar en sus manos
amorosas los destinos de nuestro país».
Tercer
mensaje. (7 de agosto de 2024)
«1.-
Reiteramos nuestro llamado a respetar la soberanía del pueblo expresada a
través del voto el pasado 28 de julio. Desconocer la voluntad popular es ilegal
y éticamente inaceptable.
2.-
Invitamos a todos a valorar y defender la vida y la dignidad de la persona
humana. Como lo afirma la Declaración Dignitas Infinita, la Iglesia exhorta
ardientemente a que la defensa de la dignidad humana esté en el centro del
compromiso por el bien común y de todo ordenamiento jurídico (cf. Dignitas
Infinita 64).
3.-
Rechazamos, por ser contrarias a los derechos humanos, el uso de la violencia
en las manifestaciones públicas, la presencia y actuación junto a cuerpos
policiales de civiles armados como mecanismo para disuadir la realización de la
protesta pacífica ciudadana, las restricciones a la libertad de expresión y
movilización, las detenciones o allanamientos arbitrarios, el encarcelamiento
de personas, muchas de ellas menores de edad, sin el debido proceso, el uso de
la descalificación, el amedrentamiento de la población y la delación como
métodos para enfrentar las diferencias de opiniones políticas.
4.-
Todos los órganos del Estado están llamados a cumplir y hacer cumplir la
Constitución y las leyes de la República.
5.-
Manifestamos nuestra cercanía, acompañamiento en el dolor y el ofrecimiento de
nuestras oraciones a los que lloran por los fallecidos y heridos, a los que
viven la angustia de no conocer la ubicación de los detenidos, o la constante
inquietud de ser perseguidos por defender sus convicciones y posiciones
políticas.
6.-
Los venezolanos queremos vivir en paz y en democracia. Los organismos
ciudadanos actuando de modo imparcial, conforme a lo establecido en nuestro
ordenamiento legal, deben hacer relucir la verdad y la justicia sobre las que
se fundamenta la convivencia social.
7.-
Elevemos nuestra oración a Dios por la salud y bienestar de todos los
venezolanos».
Cuarto
mensaje. (15 de agosto de 2024)
«Reiteramos
nuestro llamado a las autoridades a:
1)
garantizar el respeto del ejercicio de los derechos ciudadanos consagrados en
la Constitución Nacional como son:
•
la libertad de expresión
•
la manifestación pacífica de las propias posiciones políticas.
Invitamos
a todos los venezolanos a promover una convivencia social sana y pacífica».
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