miércoles, 27 de octubre de 2010
¿Confrontación ó Dialogo?
Editorial del Equipo Productor
Teníamos la sospecha que después del 26S y como consecuencia de la derrota oficialista el gobierno de Hugo Chávez le pondría un freno a su proyecto socialista del Siglo XXI, ó al menos reconsideraría sus planes de implementación del “proceso revolucionario”, así actuaría cualquier mandatario sensato ante una derrota tan importante.
Aunque los números no lo dicen claramente, el haber logrado una votación de 52% contra 48% a favor de las fuerzas opositoras al oficialismo es de una magnitud trascendental, dadas las condiciones en las que ocurrió el evento electoral. Muchas veces lo dijimos, ventajismo, autoritarismo, dominio de los medios de comunicación, la inmensa cantidad de recursos financieros, de todos los venezolanos, gastados en apoyo a una parcialidad política, las rectoras del CNE militantes del partido de gobierno que se dedicaron a dar claras ventajas al régimen rojo, en fin en las peores condiciones fuimos y apoyamos a nuestros candidatos de la Alianza Democrática.
Sin embargo el triunfo electoral del 26S ya es parte de la historia contemporánea, es hora de avanzar, de dejar el triunfalismo a un lado, de emprender los nuevos retos que se plantean todos los días y ante los cuales no vemos la respuesta, la organización y el aplomo necesario para imponer por la vía de los hechos la mayoría obtenida en las pasadas elecciones.
El gobierno ha emprendido tal vez una de sus últimas cartas, la radicalización del proceso, pisar el acelerador y someter a los ciudadanos de la patria un Estado Todopoderoso del que todos tendremos que depender, de una manera o de otra. La carrera de someternos con el bozal de arepas comenzó.
Sin embargo hay signos claros de descontento, disconformidad, rebeldía y empeño de no dejarse imponer los designios del “Socialismo del Siglo XXI”, el gobierno hace aguas por todos lados, en el Metro de Caracas la situación de colapso del servicio no puede ser peor, los apagones por todo el país continúan cotidianamente, el desempleo, la inseguridad, 21% de inflación acumulada en lo que va de año, la inseguridad agobiante, el mal estado de las carreteras, en fin muchos problemas y pocas soluciones.
Hemos visto la defensa a ultranza de los sindicatos y los trabajadores de Empresas expropiadas y por expropiarse, de sindicatos chavistas que están emitiendo comunicados en contra de la política gubernamental de estatizar cualquier cosa que se le ocurra.
Nos resultan evidentes las intenciones de Hugo y su combo, el último bastión lo representan las Empresas Polar, no las pueden expropiar, no se han atrevido, 70 años de buena gestión y de una política empresarial, con una gigantesca responsabilidad social, con buenos salarios y contrataciones colectivas excelentes, pesan demasiado, entonces la consigna es cercarlas, colocarle un inmenso alambre de púas infranqueable que conlleve a llevarla a una situación extrema de deterioro, confrontación, disminución de ingresos, falta de suministros y materias primas para dar el zarpazo final en algún momento antes del 2012.
Vemos con angustia y preocupación que estamos dejando solos a los que están en la calle protestando, a los trabajadores de Owens Illinois, de Agroisleña, de Empresa Polar, a los médicos sometidos a los peores maltratos, a los educadores que ganan una miseria, a los empleados de la Alcaldía Mayor de los que nadie se acuerda, a muchos ciudadanos que están sufriendo ya desde hace tiempo los rigores del “Socialismo del Siglo XXI”.
Miedo, preocupación y falta de acción, la dirigencia política de la MUD ocupados en exclusiva en la agenda electoral (elecciones del 5 de Diciembre), poco activismo político, declaraciones de apoyo, protestas y participación prácticamente inexistentes. Los que piensen que con solo salir a votar en Diciembre de 2012 es suficiente para cambiar las cosas, están muy equivocados.
El gobierno nos impone la agenda de la confrontación, no nos queda más remedio, procedamos pero de manera inteligente, sin caer en la trampa de la violencia, pues de este lado no es posible emprender ese camino, pero es necesario hacerle frente y demostrar que el país no quiere ese camino. ¿Quién acepta el reto?... ó ¿esperarán a que nos atropellen y nos sometan?.
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