lunes, 11 de octubre de 2010
Reacción en cadena
Por Alfredo Yánez Mondragón
Al "fue bonito mientras duró" hay que ponerle freno. Los resultados evidentes de una política de conducción racional, motorizada por la fuerza de los ciudadanos no pueden quedarse como trofeos de vitrina, para decir dentro de unos años que la Unidad fue capaz de latirle en la cueva en un proceso electoral plagado de ventajismo. Esos resultados -con mayoría de votos contabilizados-, a la luz de una continuidad de planteamientos deben consolidar una propuesta que salga a la calle a develar lo que permanece oculto, a demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera.
No digo que las reacciones deben evitarse. No digo que se le deje actuar a su antojo sin ningún tipo de resistencia. Lo que digo, lo que pido, lo que exijo, es que la política diaria -de partidos, de organizaciones y de ciudadanos- no se quede únicamente en la reacción, en la respuesta, en ese seguimiento ciego a una agenda belicosa que solo persigue; más allá de sus evidentes intentos autoritarios y arbitrarios, desconocer -por inexistentes- las posibilidades alternativas.
Propuesta factible. Acción real. Contundencia en el discurso. Evidencia en las obras. Hay temas, hay espacios para establecer una agenda temática que desmitifique la imbatibilidad de esta estructura política que con decisiones improvisadas y caprichosas logra acumular el foco de atención de todo un país; no para proponer, sino para rumiar nuestras miserias.
Muchos se quejan de la Mesa de la Unidad Democrática; pero junto al silencio diplomático de los políticos, esparcen sus sinrazones, inflando los hechos que milimétricamente pensaron en las salas situacionales para desviarnos de los problemas reales, que se nos instalaron en el bolsillo, que se nos sirven en la mesa, que no nos dejan dormir.
Es cierto que la MUD debería hacer cosas distintas a elevar un exhorto al gobierno chino; cuando hay evidencias de una necesidad política dentro de nuestras fronteras; con cientos de candidatos a premio Nobel, que sufren el confinamiento solo por pensar distinto; pero también es cierto que muy rápido nos dejamos arrebatar el ánimo conquistado con civismo durante la jornada del 26 de septiembre.
Lo que ocurrió en las parlamentarias fue el resultado de una campaña política y ciudadana. Se desnudó, como nunca, a una camarilla de incapaces; que tras la derrota, se han empeñado en esconder sus rubores, para gritar con fuerza su poder transitorio. Si solo nos dedicamos a reaccionar y no retomamos la batuta de la denuncia, del arrebatón de máscaras… volveremos a los tiempos de las marchas multitudinarias, con el cierre de un canal como respuesta.
El letargo se apodera rápidamente de un colectivo que se expresó, que aguantó la vejación de un boletín a deshora; que soporta la indiferencia de quienes no supieron leer los resultados... Pero en esta carrera de resistencia aun falta; recién se comienza; hay que seguir adelante, con paso sostenido. La burla se afianza; ante ella risa irónica y voluntad. Sus revanchas, sus reconcomios, sus odios enraizados no pueden ser más que esta convicción democrática, plural, de desarrollo, de progreso, de inclusión... de paz.
Estamos; como siempre, frente a una encrucijada peligrosa. La fiera herida acecha. Sus movimientos intentan cercar a la presa ciudadana. Somos más, somos plurales, somos astutos; no debemos; no podemos, no nos merecemos esperar su ataque y repeler. En esta historia, nuestra misión, es armonizar nuestros talentos, para controlar a la fiera y al imponer nuestra estrategia, hacerle caer en su propia trampa.
Somos, por definición de grupo ciudadano comprometido, mucho más que una simple reacción en cadena.
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Publicado por:
http://blogs.eluniversal.com/2010/10/11/incis_blog_reaccion-en-cadena_11A4592611.shtml
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