Por Francisco Touceiro
Comunas, Estado comunal, poder para el pueblo, son términos que últimamente han invadido los medios de comunicación por parte de los voceros del Gobierno, quienes repiten uno tras otro la misma cantaleta cual coral universitaria.
«Hay que desmontar el Estado burgués, ya que aleja el poder del pueblo y se lo otorga a las élites», es uno de los argumentos que más se escuchan; sin embargo, ese Estado burgués que hoy rechazan fue ratificado por muchos de ellos en la Constitución de 1999, para aquella época la mejor del mundo.
Irónicamente, tras escasos 11 años de su aprobación ya es una Constitución obsoleta que no se adapta a los intereses políticos del Gobierno y por ello se hace necesaria la aprobación de este cúmulo de leyes que hemos observado en los últimos días, en las cuales muchas de las estructuras de poder constituidas parecieran quedar a un lado, lo que vulnera la decisión de los ciudadanos expresada a través del voto, por medio del cual legitimaron gobernaciones y alcaldías, así como a sus órganos legislativos correspondientes.
¿Dónde quedó mi voto? ¿Para qué me convocan a elegir a unas autoridades cuyas competencias no serán respetadas? Son preguntas válidas que nos hacemos los ciudadanos, que proceso tras proceso ejercemos cívicamente nuestro rol como electores y forjadores del país que todos queremos.
En seis ocasiones hemos acudido a las urnas para legitimar al actual sistema, la más contundente de todas en 2007, cuando rechazamos mayoritariamente el actual modelo de Estado comunal que hoy nos meten por debajo de la mesa. Nueva geopolítica, vicepresidencias regionales, comunas, todo fue rechazado y poco a poco todo se ha venido instaurando con la complacencia de una Asamblea Nacional que se encuentra de espaldas a las necesidades del país y que sólo responde a las exigencias del gobierno. Con ello traicionan a quienes los eligieron.
Realmente cuando vamos a las urnas, ¿estamos eligiendo o es simplemente un trámite para dar un matiz democrático al actual gobierno? El simple hecho de ir y depositar nuestro voto de forma periódica no es suficiente, la democracia es más que eso: es tener derecho a elegir y que sea respetado, es tener poderes autónomos, tener instituciones confiables, es poder elegir en dónde quiero trabajar, poder elegir qué quiero comprar y cuánto, poder elegir qué decir y en qué creer, es ser libre.
Publicado por:
http://www.plantabaja.com.ve/04/10/2010/%c2%bfvotar-es-suficiente/
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico