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viernes, 29 de abril de 2011

Darle sentido a la muerte de quien se atrevió a soñar que Venezuela era un país digno de conocer


Recibido por correo electrónico
Por Irune Secada Alarcón y Daniel Secada Alarcón

En el 2009 mataron a más de 16.000 civiles por delincuencia en Venezuela, Cuatro veces más que las muertes que hubo en Irak ese mismo año. El sábado 23 mataron a un estudiante de intercambio Alemán que soñó que podía ir a un país caliente de playas caribeñas y gente amable...

ahora volverá a su tierra convertido en polvo sin la posibilidad de contarle a su madre sus mil experiencias vividas...

¿Esto pasa en cualquier país del mundo? O ¿pasa en un país donde al gobierno no le interesa el pueblo sino su permanencia en el poder!!???. En 10 años han sido 120mil muertos por violencia y combatir la delincuencia pareciera no ser su prioridad. ¡Hay que votar señores!

Nuestras madres tienen el derecho de envejecer con sus nietos en su propio país y no llorar porque todos sus hijos han tenido que marcharse de aquella tierra preciosa... ¡Nos están matando! y el que no muere está huyendo. ¿Es esa es la solución? Venezolanos: LA SOLUCIÓN NO ES ENCERRARNOS EN NUESTRO HOGARES Y TRABAJOS PRETENDIENDO QUE NO PASA NADA Y QUE VIVIMOS EN UN PAíS FELIZ

En mi caso, en menos de una año, (y esperando que los mencionados me lo permitan) mataron al abuelo de mis vecinos después de un secuestro (UN ABUELO! DE UN FAMILIA HERMOSA QUE LO AMABA) Le dieron un tiro a mi mejor amigo para robarle el carro, secuestraron por dos meses a una amiga sin que los padres tuvieran noticias y ahora MATAN A UN ALEMÁN DE 25 AÑOS QUE DECIDE COMO DESTINO PARA ESTUDIAR, NUESTRO PAIS; Y LA FORMA EN LA QUE SE LO AGRADECEMOS ES QUITANDOLE LA VIDA. Si esto es lo que me ha pasado a mí, que le estará pasando al resto del país. Estoy segura que cada venezolano que lea este artículo tiene algún cercano, víctima de la impunidad.

Mi hermano, el amor de mi vida estaba justo al lado del chico en el momento del atentado, hoy se ha hecho un hombre al cargar, acompañar y enterrar a un amigo... ¿SON ESTAS LAS ESCUELAS QUE EL GOBIERNO QUIERE PARA NUESTRO PUEBLO? Pues si es así, lo está haciendo muy bien porque mi hermano, en su escuela, se ha hecho hombre en dos días.

Llámenme melodramática exagerada anti patriota o como quieran ¿Esto está pasando o no está pasando?, ¿estamos en guerra o no estamos en guerra? ¿Este es el mismo país que era hace 10 años? ¿Las discusiones en contra de las ideologías del "imperio" nos han hecho mejorar como país? ¿Hemos resuelto nuestros problemas antes de opinar e involucrarnos en los del mundo? Con esto pretendo que me ayuden a buscar la solución, estoy segura que la solución no es emigrar como lo hicieron mis abuelos que prefirieron salir de España, ser extranjeros de por vida, buscando una vida mejor que la que Franco les permitía. Luego volver a España y perderse de disfrutar el crecimiento de sus nietos y finalmente sus nietos ir a España y ser llamados sudacas inmigrantes. Ironías de la vida.

La solución no es Irnos. La solución no es buscar un posgrado con la excusa de ver que tal afuera (y esa excusa para los muy pocos que se la pueden permitir). ¿Pero cuál es la solución? El motivo de esta carta es porque creo en Dios, y sé que siempre las cosas pasan por algo. Y creo que la muerte de este chico tiene entre uno de sus propósitos despertar en el mundo la realidad de un país que está en una guerra silenciada por el gobierno. Donde las madres se quedan sin hijos y los hijos se quedan sin libertad, encerrándose en sus casas porque salir a disfrutar de la vida puede ser peligroso. Señores, en Venezuela todas las casas tienen rejas, lo peor de todo es que a veces las balas también pasan esas rejas.

Al mundo entero le pido: que me ayude a buscar una solución para este país, mi país, mi Venezuela, que tanto amo. No estoy hablando de aviones que bombardeen nuestras ciudades, muchas gracias pero ya hemos tenido bastantes muertos. No nos hacen falta más. Queremos garantías de que las próximas elecciones serán limpias. Queremos que esta guerra sea pública. A mis hermanos de patria y sentimiento les pido, que aunque nos cueste la vida, vayamos a votar. Que dejemos el clasismo a un lado y entendamos lo maravillosos que somos como venezolanos. Todos necesitamos de todos: El rico que tiene la fabrica necesita a sus obreros para prosperar y los obreros de la fabrican necesitan del rico que invierta para poder trabajar. Lo injusto sería que un gobierno decida que la solución es quitarle al que se ha esforzado por tener algo, para darle al que tiene menos. Mis abuelos no tenían nada, se esforzaron mucho, y gracias a ellos a mi me sobra la felicidad. No sería justo que un gobierno comunista les robara el esfuerzo en darme aquella felicidad.

Parte de mi solución: Tenemos que votar y aunque dejemos la vida en ello hay que hacerle entender a los venezolanos, que aún no lo han entendido, que a este gobierno no le interesa ayudarnos, solo le interesa permanecer. Por otro lado, nuestro compromiso tiene que ser: Combatir la “mentalidad” de cada uno de nosotros mismo y después contribuir al cambio de los demás. Dejemos el “chanchullo” y paguemos multas o mejor aún, no cometamos infracciones, no nos coleemos (la fila corre más rápido si nadie pasa por delante de ti). Hagamos respetar las normas.

A los medios de comunicación les digo: El único que tiene la solución no es el gobierno. Ustedes, no solo los privados (que cada vez son menos) sino también los del estado, tiene un gran poder de convencimiento. Hagamos campañas masivas, fuertes, IMPACTANTES para concientizar a cada uno de los venezolanos que los escucha. Necesitamos ser educados pero muchos ya somos mayores para ir a la escuela. Ustedes son los dueños de la mejor herramienta para la solución, abran los ojos y empecemos a sacarle el jugo como debe ser. No estoy hablando de que sigamos criticando este gobierno, NO, hablo de que los venezolanos necesitamos que nos expliquen cómo funciona un país civilizado y seguro, cuando sabemos comportarnos y colaborar para que esto sea de esa manera.

Debemos darle sentido a la muerte de quien se atrevió a soñar que Venezuela era un país digno de conocer.

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