Isabel Pereira Pizani 04 de marzo de 2019
@isapereirap
Es
imposible negar el juicio catastrófico sobre las FAN. Han traicionado a
Venezuela o dicho con propiedad, el Alto Mando Militar ha traicionado a
Venezuela.
La
primera prueba de ello es su
subordinación ante la Cuba comunista. Las evidencias sobran. La presencia de
Ramiro Valdez en Venezuela y la participación de los militares cubanos en la
dirección de este cuerpo, corren algunos nombres: Leonardo Adollo, Herminio
Hernández, Alejandro Ronda, Julio Gandarilla, Ramiro Méndez, Eusebio Serrat,
Rodrigo Hernández, Rufino Zabaleta, Jaime Freitas, Simón Sénior, Luis
Fernández, Armando García, entre otros. Las FAN se subordinan a Cuba y el Alto
Mando Militar obedece a Ramiro Valdez. Podrían intentar excusarse tras Maduro
por ser el primero de la fila, arrodillado frente a Raúl Castro. Repito la
pregunta de la intelectual cubana María Werlau: ¿Cómo ha podido una isla en la
miseria como Cuba someter a un país como Venezuela con una tradición
democrática de más de medio siglo? En el texto de María se incluyen los
siguientes puntos totalmente significativos del carácter de la relación:
“1. El contexto histórico de la incursión de la
Cuba revolucionaria en Venezuela y la relación simbiótica (Castro-Chávez) de
los principales líderes de ambos países en un plan de integración
revolucionaria.
2. La presencia ubicua de Cuba en el control
general de Venezuela, en las fuerzas armadas, los servicios de seguridad, las
agencias gubernamentales, la economía y toda la sociedad, incluidas las bases
de datos integrales y los sistemas de tecnología de la información.
3. El control de “hermano mayor” de Cuba y sus
ciudadanos por parte de Cuba.
4. El proyecto de integración neomarxista que
integra Cuba con Venezuela.
5. El proyecto de integración hemisférica ALBA
(Alianza Bolivariana para los Pueblos de las Américas) y su proyecto ideológico
en el foro del socialismo del siglo XXI en Sao Paulo.
6. La red criminal internacional del ALBA y sus
vínculos con actores no estatales y extrarregionales (FARC, Hezbolá, Irán,
Rusia, China y Corea del Norte)”.
Este
trabajo, presenta pruebas contundentes
de la gran traición del Alto Mando Militar cuando permite la invasión de la
cuba castrista a Venezuela, entrega de
nuestra soberanía que increíblemente es pagada por Venezuela con más de 350
millones de dólares. Hecho nunca registrado en la historia del mundo.
Sin
embargo, hay aspectos tan graves como la constancia de esta sumisión surgen
cuando analizamos lo acontecido el 23 de febrero. ¿Por qué las FAN se repliegan
y permiten o dejan el campo libre a Iris Valera y sus delincuentes en el
Táchira, a los colectivos armados integrados por malhechores antisociales que
arremeten contra la población civil? ¿Fue una orden de Cuba o iniciativa de
Maduro? ¿Cómo se permitió al general de
Brigada José Miguel Montoya Rodríguez atacar a balazos la etnia pemona, cuando
estos intentaban proteger la ayuda humanitaria? ¿Cómo se permitió la embestida
de soldados armados con ametralladoras contra las flechas de la valiente tribu
pemona? Tal como reseña la prensa local: “Una mujer indígena de nombre Zoraida
Rodríguez falleció tras ser herida por disparos efectuados por la Guardia
Nacional Bolivariana (GNB). La acción fue en contra de un grupo de pemones que
trataban de impedir que convoyes de ese cuerpo y del Ejército pasaran por el
sector Kumarakapay, al sureste del estado Bolívar, a impedir la entrada de la
ayuda humanitaria”.
No es
solo una gran traición permitir que las FAN sean controladas desde Cuba, que
Padrino se arrodille frente a Fidel Castro, sino cerrar los ojos ante la
arremetida de la delincuencia contra la ciudadanía. La FAN se traicionó a sí
misma, protegió el crimen contra la seguridad de la nación. Acaso, hay en el
amplio cuerpo de la gente armada residuos de conciencia, de respeto humano hacia los ciudadanos que están obligados a
defender.
El
nuevo liderazgo debe exigir y provocar
una presión mundial para que el castrismo saque sus manos de Venezuela. Sabemos
que en Cuba internamente hay miedo, temen que la salida de Venezuela sea el
inminente inicio de otro periodo especial, lo que quizás podría ser una etapa postrera
de la malhadada Revolución cubana que le ha robado la vida a una generación de
cubanos que aspiraron a vivir en democracia.
Las
FAN de hoy no son bolivarianas, han traicionado el espíritu libertario de
nuestros próceres, han aceptado la invasión de Cuba y han abandonado la
seguridad de nuestros ciudadanos. Hay un clamor de justicia en la sociedad y
una solicitud a los militares que discrepan de estas traiciones para que
cumplan con su conciencia y con la Constitución.
Isabel
Pereira Pizani
@isapereirap
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