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viernes, 17 de abril de 2020

“Las clases pueden esperar, los conocimientos para la vida no” por @cecodap @fernanpereirav



Por Fernando Pereira


Tomo el título de este artículo a partir de la propuesta realizada por el Dr. Abraham Gómez, destacado educador residenciado en Tucupita y miembro de la Academia de la Lengua.

Es que la educación de nuestra infancia, adolescencia y juventud es un tema mayor. Implica a toda la sociedad. Las familias están preocupadas sobre las posibilidades de que sus hijos puedan proseguir los estudios.

Desde Cecodap seguimos analizando el programa Cada familia una escuela propuesto por el Ministerio del Poder Popular para la Educación y queremos expresar:

No hay condiciones para retomar el año escolar presencialmente. Mantener la suspensión de actividades escolares siguiendo las recomendaciones sanitarias constituye una medida orientada a garantizar la salud y vida de nuestros niños, niñas y adolescentes.

Hay serias limitaciones para garantizar el derecho a la educación durante la cuarentena. La crisis generada por el COVID-19 encuentra un sistema educativo debilitado por el impacto de la emergencia humanitaria compleja que se ha acentuado en los últimos años.

La Red por los Derechos Humanos de Niños, Niñas y Adoldescentes apunta: “La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos ha impartido nuevas directrices para el acceso efectivo a la educación durante la pandemia incluyendo la educación a distancia, que no debería ser objeto de improvisaciones. Lamentablemente, la mayoría de docentes en el país no cuentan con la preparación para, de manera súbita y sin lineamientos básicos, poder planificar y realizar evaluaciones especiales a distancia. Tanto ellos como sus estudiantes deben además enfrentar restricciones impuestas por una conexión a internet muy inestable en el mejor de los casos e inexistente, en el peor”.


Desde Cecodap hemos insistido en que:

La educación debe ser una aliada para sobrellevar la cuarentena. Debe representar un canal para ayudar a los niños, preservar sus mentes, mantenerlos motivados. Hay que atraerlos y no ahuyentarlos. El Ministerio del Poder Popular para la Educación debe dar orientaciones sobre la cantidad de asignaciones en proporción con los tiempos. Abrumar a los estudiantes y familias resulta contraprudencial.

La radio y la televisión son las que tienen mayor llegada. Urge la utilización de estas plataformas adecuando los programas y priorizando los contenidos y competencias curriculares fundamentales.

Con la prolongación de la cuarentena aumenta el riesgo de agresión y violencia. Hay que contribuir a minimizar las posibilidades de que deberes escolares excesivos se conviertan en un factor generador de conflictos elevando riesgos de castigos físicos, humillantes o maltratos a familias ya agobiadas por la gestión de los servicios públicos básicos y la supervivencia.
Apoyo efectivo a los educadores. Se ha destacado el rol fundamental que estos profesionales tienen. Para ello es necesario que puedan contar con el apoyo pedagógico, emocional, capacitación en las estrategias a desarrollar en los actuales momentos y una compensación económica que les permita responder.

Educación emocional y apoyo psicosocial. Los lineamientos del Ministerio del Poder Popular para la Educación deben hacer énfasis en la promoción de la educación emocional que ayude a que los estudiantes y familias puedan identificar y reconocer las emociones propias del momento y expresarlas. Que una preocupación fundamental de los directivos y docentes esté en promover la salud mental de sus estudiantes como premisa fundamental.

Preocupación especial por los más vulnerables. Las Zonas Educativas deben levantar y elevar la situación de  poblaciones ubicadas en zonas rurales, indígenas, fronterizas que pasan horas sin servicio eléctrico y las que no cuentan con servicio de señal de TV abierta ni radio.

Gómez invita a las familias a valorar la: “Ocasión para aplicar, ni más ni menos, que el aprendizaje por modelamiento, según las claves teórica de A. Bandura:

Entendamos, de una vez por todas, que no solo en la escuela se desarrollan posibilidades de aprendizaje permanente. 

En esta cuarentena, a lo interno del hogar (no he dicho la casa, que es otra cosa), afloran innumerables posibilidades de aprehender y aplicar conocimientos.

Se ha demostrado que el modelamiento en las tareas domésticas, cotidianas, sencillas o complejas ensanchan las estructuras cognitivas.

Los niños y jóvenes se sienten hábiles y útiles por cuanto están aportando tiempo y esfuerzos en las labores familiares, aparejado a la cantidad de conocimientos asimilados para el resto de sus vidas”. 

16-04-20




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