La
ciudad occidental de Maracaibo solía ser la próspera capital petrolera de
Venezuela. Pero hoy es un lugar de penurias y hambre. Frente a la
hiperinflación, la corrupción, los servicios públicos sin dinero, el crimen y
la escasez crónica, la ciudad se ha convertido en un símbolo del colapso
económico más amplio del país. Comer se ha convertido en un lujo. Debido a la
falta de atención médica, las vidas de niños, ancianos y personas con
enfermedades crónicas están desapareciendo lentamente. En este documental de 26
minutos, nuestro reportero Roméo Langlois nos trae un relato desgarrador de las
profundidades del sufrimiento humano.
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