Angus Berwick y Vivian Sequer 18 de abril de
2020
A medida que el coronavirus explota en América Latina,
los líderes de Venezuela han lanzado mensajes elogiando los esfuerzos de la
nación en controlar la propagación del virus.
Desde que confirmó el primer caso el 13 de marzo, el
gobierno del presidente Nicolás Maduro dice que ha realizado casi 270.000
pruebas y lleva a cabo más de 25.000 por día.
Caracas afirma que el robusto número de pruebas, junto
con las medidas estrictas de cuarentena, le han dado a Venezuela una de las
incidencias más bajas de coronavirus en el mundo: solo 204 casos reportados y 9
muertes en un país de 29 millones de personas.
“La curva de Venezuela se mantiene aplanada, gracias a
Dios”, dijo Maduro a principios de mes.
Ese desempeño ejemplar promocionado por Maduro tiene
poca relación con lo que algunos trabajadores del sector salud le dijeron a
Reuters sobre lo que están viendo en Venezuela.
Dijeron que el debilitado sistema de atención médica
del país, donde algunos hospitales carecen de insumos y servicios básicos como
jabón y el agua corriente, no está preparado para enfrentar la mortal pandemia.
El coronavirus ha infectado a más de 2 millones de personas en todo el mundo y
ha causado la muerte de por lo menos a 138.000.
Reuters habló con nueve trabajadores de la salud de
alto rango y asesores involucrados en la estrategia nacional para enfrentar el
coronavirus en Venezuela, así como con una docena de médicos que laboran en
instalaciones en siete de los estados más grandes del país. Todos pidieron el
anonimato por temor a represalias.
Ellos describieron el programa de pruebas a nivel
nacional que depende de un único y deteriorado laboratorio de Caracas que
verifica los resultados positivos obtenidos de 500.000 kits de pruebas rápidas
que se están realizando en el campo.
Solo las pruebas positivas certificadas por esa
instancia pública, el Instituto Nacional de Higiene, se incluyen en el recuento
oficial de casos de coronavirus, dijeron las personas consultadas.
Los análisis rápidos de sangre, que fueron donados por
el gobierno chino y dan resultados en 15 minutos, han permitido al gobierno de
Maduro afirmar que se realizan pruebas generalizadas, dijeron las personas.
Pero agregaron que el Instituto no puede mantener el
ritmo de la carga de trabajo de las pruebas de confirmación, creando una
acumulación masiva que ha tenido el efecto de mantener bajo artificialmente el
número de casos de coronavirus en Venezuela.
El alguna vez reconocido Instituto, que enfrenta
obstáculos por el envejecimiento de los equipos y la falta de personal
capacitado, puede hacer un máximo de sólo 100 pruebas por día, según cuatro de
las personas con conocimiento del asunto.
Dijeron que el laboratorio realiza el tipo de pruebas
moleculares recomendadas por la Organización Mundial de la Salud para escanear
el esputo nasal en busca del virus, y que se consideran más confiables que las
pruebas rápidas.
En contraste, en la vecina Colombia, su instituto
nacional de salud dice que ha realizado casi 52.000 pruebas moleculares, en 38
laboratorios por todo el país con un promedio de aproximadamente 2.550 por día
en abril.
Las personas que hablaron con Reuters dijeron que
otros laboratorios venezolanos, incluidos los de universidades y clínicas
privadas, están calificados para realizar la prueba molecular. Aseguran que el
gobierno los ha dejado de lado en un esfuerzo por mantener el control
centralizado sobre las pruebas tanto como el flujo de información sobre los
infectados.
Los ministerios de Salud e Información de Venezuela no
respondieron a las solicitudes de comentarios. La oficina de la directora del
Instituto, Lesbia Muro, no respondió a las llamadas telefónicas.
Muro dijo en una conferencia de prensa en marzo que
“ningún otro organismo público o privado tiene la autoridad” para diagnosticar
el coronavirus. La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, dijo a
principios de marzo que el Instituto estaba “preparado para hacer todas las
pruebas de diagnóstico necesarias”.
“NUNCA SABEMOS LAS CIFRAS REALES”
Cuando el Instituto completa una prueba molecular,
envía el resultado directamente a una comisión presidencial dirigida por los
principales asistentes y generales de Maduro, instancia encargada de emitir
actualizaciones públicas sobre la prevalencia de los casos de COVID-19 en
Venezuela, según las cuatro personas que conocen las operaciones del Instituto.
Dijeron que la falta de transparencia sobre el número
de casos y muertes por coronavirus significa que incluso altos funcionarios de
salud pública desconocen qué lejos o qué tan rápido se está propagando el virus
en Venezuela.
Las autoridades han detenido a médicos y políticos de
oposición que criticaron públicamente la preparación de los hospitales locales
frente al virus.
“Son muy celosos con esta información, nunca sabemos
los datos reales”, dijo un trabajador de alto rango en un importante organismo
de salud de Caracas. “El sol usted no lo puede tapar con un dedo, esto va a
llegar a un punto en el cual no lo puedes esconder”.
Además, ocho trabajadores de salud que hablaron con
Reuters alegan que la política juega un papel en la distribución de las pruebas
rápidas. Dijeron que el gobierno está dando prioridad a las clínicas de salud
que son manejadas por los leales al partido socialista de Maduro y atendidas
por médicos enviados por Cuba.
Reuters no pudo verificar independientemente dónde se
envían todas las pruebas rápidas.
El Hospital Universitario de Caracas, el centro médico
público que se considera que tiene el personal más experimentado del país,
había recibido solo 20 kits hasta el 10 de abril, dijeron a Reuters dos trabajadores
del sector salud.
El director del hospital, Earle Siso, no respondió a
llamadas telefónicas y mensajes.
Un aumento en los casos de coronavirus abrumaría
fácilmente el sistema público de salud de Venezuela, que está al borde del
colapso, debido a la recesión económica que los críticos dicen obedece a años
de mala administración del gobierno. Maduro lo niega.
Los hospitales públicos poseen solo 80 camas de
cuidados intensivos para todo el país, dijeron médicos de alto rango a Reuters.
El gobierno ha dado diversas cifras: en marzo, el ministro de Información,
Jorge Rodríguez, dijo que tenía 1.200 camas, mientras que el lunes Maduro puso
el número en 4.800.
Muchos países en todo el mundo han visto crecer los
casos rápidamente, particularmente las naciones populosas que están realizando
pruebas masivas. Sin embargo, Venezuela ha informado un aumento de solo unos
pocos casos adicionales cada día desde que confirmó su primera infección.
Martin Llewellyn, investigador de enfermedades
infecciosas de la Universidad de Glasgow, que estudió el problemático sistema
de salud de Venezuela, dijo a Reuters que los números oficiales no cuadran.
“Soy profundamente escéptico de las cifras de prueba
del gobierno”, agregó.
Maduro impuso una cuarentena en todo el país el 17 de
marzo, que ordena a las personas quedarse en sus casas y cierra comercios no
esenciales.
Aún así, las personas en los barrios pobres de Caracas
han ignorado la medida para buscar alimentos y suministros en abarrotados
mercados. Multitudes de conductores de motocicletas habitualmente hacen
extensas filas en estaciones de servicio para surtirse, en medio de una escasez
de combustible.
RETRASOS, ESCASEZ
Venezuela estuvo alguna vez a la vanguardia de la atención
médica en el mundo en desarrollo.
En 1961, la OMS certificó que Venezuela había
erradicado casi por completo la malaria, el primer país tropical en hacerlo.
Los médicos del Hospital Universitario y los investigadores del Instituto de
Higiene fueron considerados como algunos de los mejores de América Latina.
Los cambios se produjeron con la elección de Hugo
Chávez en 1998, cuya “revolución bolivariana” tenía como objetivo ayudar a los
pobres. Chávez amplió la atención médica en los barrios populares, pero su
gobierno designó a integrantes del partido socialista para dirigir las
instituciones médicas y recortó los sueldos de los médicos.
Muchos doctores calificados se mudaron al extranjero,
reemplazados por trabajadores de la salud enviados por el difunto líder cubano
Fidel Castro, un aliado de Chávez. La malaria comenzó a propagarse nuevamente,
informaron las organizaciones de salud.
Para cuando la economía de Venezuela colapsó bajo el
gobierno de Maduro, quien se hizo cargo en 2013 tras la muerte de Chávez, ya
había habido un éxodo de los mejores talentos del Instituto, dijeron a Reuters
trabajadores familiarizados con la situación.
El equipo actual de virología consta de tres técnicos,
frente a unos 20 que estaban antes de la crisis económica, dijeron las
personas. Trabajando con equipos antiguos, laboran para detectar la huella
genética del coronavirus utilizando una técnica llamada RT-PCR en tiempo real.
Usan muestras tomadas de hisopos insertados en la nariz y garganta de los
pacientes.
Los técnicos realizan pruebas originales en muestras
enviadas desde centros médicos de todo el país, y también vuelven a analizar
muestras de las pruebas rápidas chinas para confirmar el diagnóstico. Dos de
los trabajadores dijeron que el Instituto tenía la capacidad de analizar solo
una décima parte de las muestras recibidas cada día.
La escasez generalizada de combustible ha impedido que
hospitales de todo el país envíen hisopos al Instituto dentro de la ventana de
dos o tres días para un diagnóstico preciso, según los médicos que hablaron con
Reuters.
El gobierno, dijeron, se ha apoyado fuertemente en las
pruebas rápidas de China, pero su distribución en el país ha sido desigual.
En estado Táchira, fronterizo con Colombia, el
gobierno local dirigido por la oposición dijo a Reuters que no ha recibido una
sola prueba rápida. Al norte, en el estado de Zulia, los médicos dijeron que
las autoridades locales pro-Maduro solo estaban evaluando a los empleados
estatales.
De las 70.000 pruebas rápidas que el gobierno de Zulia
dice que recibió, solo 400 fueron enviadas al hospital más grande del estado,
según un trabajador de salud de alto rango.
Los representantes del “protector” o enlace designado
para Táchira por el gobierno de Maduro, Freddy Bernal, no respondieron a las
solicitudes de comentarios. Un portavoz del gobernador de Zulia, Omar Prieto,
dijo que las pruebas rápidas estaban disponibles en todos los centros médicos.
En el barrio de Lídice, en el oeste de Caracas, no
faltan pruebas en el “Victorio Orlando Medina”, un centro médico del Partido
Socialista atendido por médicos cubanos.
Su directora, la cubana Gissell Enríquez, dijo que el
gobierno les había provisto con 600 kits chinos de pruebas rápidas y que
estaban realizando cerca de 50 de ellas al día.
“Si se nos acaban, podemos pedirle más al Ministerio
de Salud”, dijo Enríquez.
El centro médico ha estado enviando equipos de
doctores cubanos a los alrededores para rastrear a los residentes que
informaron sobre posibles síntomas de COVID-19 en un sitio web administrado por
el Estado, dijo Enríquez. Con máscaras de tela, sin guantes ni protección para
los ojos, los médicos recientemente fueron de puerta en puerta en barrios
densamente poblados para chequear a los lugareños.
Cualquier persona que se queja de tos fuerte o fiebre
es enviada al centro médico para una prueba rápida, dijeron los médicos del
centro.
Cuando Reuters visitó la clínica el 8 de abril, había
registrado un caso positivo: un hombre asintomático de unos 30 años que había
estado en contacto con personas que habían enfermado con síntomas similares a
la gripe después de viajar al extranjero.
Enríquez dijo que el paciente estaba aislado en una
sala allí después de llegar la semana anterior. Agregó que el centro médico
había estado esperando varios días a que una moto llevara su muestra al
Instituto para la revisión obligatoria.
Llegado el jueves, Enríquez dijo que la nueva prueba
resultó negativa y que el paciente fue dado de alta después de pasar 14 días en
cuarentena.
Dijo que la atención médica
primaria practicada en instalaciones del Partido Socialista como la suya había
sido clave para limitar la propagación del virus.
“Somos los más accesibles a
la población, en los sitios más vulnerables socialmente”, dijo.
Tomado de: https://lta.reuters.com/articulo/salud-coronavirus-venezuela-pruebas-idLTAKBN21Z234-OUSLT
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