Rafael Veloz 17 de noviembre de 2021
@Rafaelvelozg
A tan
solo cuatro días para el evento regional electoral del 21 de noviembre, los
candidatos de la Unidad están enfocados en terminar de ajustar sus maquinarias
para poder alcanzar los mejores resultados. Una tarea que sin duda es titánica,
porque se trata de luchar contra el ventajismo del régimen de Nicolás Maduro,
el cual impone sus reglas de juego por encima de lo que dictan las leyes
electorales y la ética, en lo que respecta al sufragio universal, libre, igual,
directo y secreto.
Por ello, hay venezolanos que se han inclinado por la abstención, pues consideran que sin garantías electorales no tienen posibilidad de elegir, que es el fin único de estos procesos. Sin embargo, muchos otros tomaron la determinación de participar y los hemos visto al lado de los candidatos de la “manito” llevando a los ciudadanos, con gran entusiasmo, una propuesta democrática de cambio y soluciones para los problemas en sus parroquias, municipios y estados en general.
Frente
a esta realidad, lo democrático es guardar el debido respeto a los que saldrán
de sus hogares llenos de esperanza para votar y los que en definitiva se
quedarán en los suyos en abierta manifestación de rechazo al régimen de Maduro
y a todo lo que esté relacionado a él. Hay que tener presente que los
venezolanos tienen el derecho de votar y de no hacerlo si consideran que es lo
pertinente. Por lo tanto, esto no puede generar fricciones entre estos grupos,
porque en el fondo persiguen lo mismo, aunque tengan puntos de vista
diferentes.
Entretanto, fuera de nuestras fronteras, el mundo libre no es ajeno a lo que
sucede en Venezuela y entiende de manera correcta lo que sucede con el evento
electoral del 21N, que independientemente de los resultados, permitirá mostrar
el espíritu democrático del pueblo venezolano, que a pesar de los obstáculos,
busca una salida de la terrible situación que vive a través del voto. Pero
también permite a las organizaciones políticas construir una fuerza ciudadana
mejor preparada de cara a las elecciones presidenciales y a la Asamblea
Nacional libres, transparentes y verificables, las cuales tengan la seguridad
llegarán más temprano que tarde de lo que podemos imaginar.
Hay que tener presente algo. La expresión ciudadana que se construye en función
del 21N atiende a realidades locales y regionales. De ahí que los aliados
internacionales de forma anticipada han anunciado que no legitima a Maduro,
pero tampoco significa que esté en juego el cambio de poder. Están claros que
nuestro país solo saldrá de la grave situación política, económica y social, así
como de lograr celeridad a la solución de la profunda crisis humanitaria
compleja de los ciudadanos a través de las ya citadas elecciones presidenciales
y parlamentarias, que precisamente es lo medular del Acuerdo de Salvación
Nacional, la propuesta del Presidente (E) de Venezuela, Juan Guaidó, que se
encuentra en pleno desarrollo.
Es
evidente que para la mayoría el enfoque actual está puesto en el evento
electoral del 21N y los resultados que anunciará el Consejo Nacional Electoral
(CNE) del régimen, posiblemente entre gallos y medianoche, como acostumbra.
Pero al margen de lo anterior, de ganadores y perdedores, auténticos o no, lo
cierto es que nacerá una nueva realidad que nos habla del porvenir, de lo que
vendrá.
No
somos pitonisos, adivinos, videntes o como ustedes prefieran llamar a aquellos
que dicen predecir y hasta ver el futuro. Actuamos y hacemos todo con base en
análisis, estudios y reflexiones sobre los movimientos y cambios que vive la
política del país. Más en uno como el nuestro, donde no existen ni tienen valor
los más elementales principios de la justicia, lo que da paso a las profundas
tinieblas y la oscuridad.
El
abogado, tratadista y filósofo austríaco, Peter F. Drucker, dijo una vez en
relación al porvenir, lo siguiente: “La mejor manera de predecir el futuro es
creándolo”. Mientras, Abraham Lincoln, presidente de los Estados Unidos
(1861-1865), al hablar del futuro, dijo: “No puedes escapar de la
responsabilidad del mañana evadiéndola hoy”.
¿Qué nos dicen Drucker y Lincoln con sus célebres frases? Sencillo, que no
podemos esperar inertes que llegue el futuro, sino que tenemos la gran
posibilidad y diría que hasta la responsabilidad de construir con vigor el que
queremos. Sobre eso, precisamente, es que debemos pensar, en modo de reflexión,
el día después del 21N, fecha en que se cierra un capítulo para dar inicio a
otro que podamos unir al epílogo de la dictadura.
…………………………………………….
HAY
QUE HACER LA TAREA
En ese
proceso de construcción del futuro, los partidos políticos y sus altos
dirigentes, pero también todos los ciudadanos del país, tenemos deberes o
tareas que cumplir, que son de carácter impostergables.
Una de
ellas es respaldar las decisiones y acciones de la presidencia encargada y del
interinato como un todo para darle fuerza frente al régimen. Hay que recordar
que con base en el artículo 233 de la constitución, el estatus de presidente
encargado debe conservarse hasta que se convoquen elecciones libres y justas.
En días pasados la diputada por Encuentro Ciudadano, Delsa Solórzano, recordó
que “el Parlamento de 2015 aprobó la reforma del Estatuto de Transición y
Reestructuración del gobierno interino para que siga funcionando hasta
“recuperar la democracia y la constitucionalidad en el país”.
Debemos
reflexionar sobre ello, porque tampoco podemos olvidar los resultados de la
Consulta Popular de diciembre de 2020, en la que los ciudadanos ordenaron
“adelantar las gestiones necesarias ante la comunidad internacional para
activar la cooperación, acompañamiento y asistencia que permitan rescatar
nuestra democracia, atender la crisis humanitaria y proteger al pueblo de los
crímenes de lesa humanidad”. Y eso ha hecho con acentuados avances el gobierno
encargado, en la figura de Juan Guaidó, para atender al clamor de los
venezolanos que pedían al mundo libre “no dejarlos solos”. Visto así, resulta
contradictorio entonces dejar sola a la presidencia encargada en su lucha.
Otro
aspecto importante es que el hecho de que la campaña política para el 21N termine
no quiere decir que nuestro contacto directo con los ciudadanos pase a un
segundo plano o sea inexistente. Todo lo contrario, debe mantenerse con mayor
empuje. En estas semanas previas al evento electoral del 21N el ejercicio de
contacto directo y diario con los ciudadanos en las calles y en donde viven, ha
servido para que los partidos políticos, sectores sociales y grupos de interés,
profundicen su organización y para que reiteren la urgencia de resolver, por
ejemplo, los graves problemas de los servicios públicos a nivel nacional. En
consecuencia, los candidatos que resulten electos en los cargos para los cuales
se postularon y los que no resultaron ganadores, tienen el deber de mantener
ese trabajo, que es el que les corresponde por ser servidores públicos. Esta es
una de las maneras de rescatar la credibilidad de los dirigentes políticos de
la Unidad, que sabemos que han hecho lo que han podido con los pocos medios que
disponen, pero que tienen que continuar con mayor ahínco, para seguir venciendo
obstáculos.
Hay otro tema digno de resaltar. Las próximas acciones deben estar dirigidas
para la renovación y legitimación de las organizaciones políticas, pues en su
mayoría, tienen muchos años, décadas más bien, sin elecciones internas. Eso sí,
deben tomar en cuenta que los procesos serán realizados en dictadura y que lo
más probable es que Nicolás Maduro, como lo ha hecho, persista en la
judicialización de los partidos. Un ejemplo de lo anterior es Copei, que
durante un proceso interno, el régimen se valió de las diferencias entre
algunos de sus líderes y de artimañas, para luego meter las manos de la
dictadura, que son las del TSJ. Por todos es conocido el resultado de estas
acciones que tanto daño le han hecho a la tolda verde.
A modo
de conclusión hay que decir que para volver a conectar el liderazgo político a
la sociedad y restaurar la confianza perdida, es indispensable que toda la
plataforma Unitaria escuche a sus bases. Voluntad Popular debe ser ejemplo de
este ejercicio de salvación. Creemos con firmeza que solo así podremos
enfrentar a la dictadura en las presidenciales y parlamentarias con más fuerza
y mayores perspectivas de triunfo.
Invitamos a que reflexionen sobre lo aquí expuesto después del 21N… Se trata de
salvar a Venezuela y recuperar la democracia, que es la razón de las luchas que
hemos librado y libraremos para alcanzar lo que anhelamos todos.
Dr.
Rafael Veloz García
@Rafaelvelozg
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