Recientemente visitamos un centro educativo en Caracas donde todas las semanas la convivencia entre los estudiantes se afecta por algún nuevo reto en la plataforma TikTok. Darle un «lepe» a un compañero para que vaya pasando sucesivamente o bajar los pantalones de gimnasia a un compañero descuidado y dejarlo expuesto ante un grupo van generando risas pero también algún enfrentamiento que culmina en una pelea.
Argentina se ha visto conmocionada por la muerte de una adolescente de 12 años víctima del llamado juego de la asfixia (choking game). La chica transmitió en vivo el desvanecimiento que se convirtió en fatal.
¿Por qué realizan estos mal llamados juegos de retos?
Los principales aliados son la curiosidad, el estar a la moda o actualizados, el aburrimiento, la soledad y los vacíos afectivos. Hay otras prácticas más inocuas pero que también constituyen un peligro son aquellas que invitan a ingerir medicamentos, sustancias o realizar prácticas amenazantes. Existen tutoriales que enseñan las técnicas y estrategias más efectivas para lograr los resultados esperados, aunque lo que se ponga en vilo es la vida y la integridad personal.
Existen numerosos llamados en internet sobre estos retos peligrosos e invitan a los padres a mantenerse al tanto del juego en los que sus hijos participan. Sabemos que la adolescencia es un período caracterizado por retar al adulto, a las normas, a los centros educativos, y mostrar el logro también es parte del reto.
Por otra parte, es propio de la adolescencia pensar que lo malo «le sucede a otros y no a mí», también es cierto que no todos los adolescentes se someten a ese tipo de prácticas. Juega un papel muy importante aquellos que se dejan llevar por la presión del grupo, que no pueden decir que no; quienes tienen un perfil de transgredir la norma, de «caminar sobre el filo de la cornisa».
El psicólogo colombiano Fideblaymid Cruz advierte sobre aspectos medulares a considerar en el uso que hacen los adolescentes de las redes sociales:
- La comparación con amigos y figuras públicas: compararse con otros y al ver los lugares a los que viajan, la ropa que usan y su aspecto físico, conduce a que los jóvenes no crean que estén disfrutando de su vida como otros de su edad. Ello hace que desarrollen baja autoestima y una percepción falsa de su imagen corporal, y se obsesionen con la necesidad de verse igual que los demás en sus redes sociales.
- El tiempo que pasen en las aplicaciones: al pasar más de dos horas en ellas puede afectar negativamente la salud mental, incluyendo la asociación entre un uso excesivo del móvil y el tiempo que se pasa en redes sociales frente a la calidad del sueño en los jóvenes”
¿Qué hacer?
Hay que hablar del tema. Algunos adultos piensan que es mejor no hablar sobre este tipo de juegos y piensan que es una forma de «darle ideas a los muchachos» y difundirlos. Es necesario hablar con los hijos y estudiantes para que entiendan los peligros de este tipo de retos. Las familias pueden ver el video junto a los niños y adolescentes para reflexionar y orientar.
Es clave la comunicación porque hay centros educativos o aulas donde se realizan los retos a través de grupos de WhatsApp, a lo interno de esa comunidad. El que no se difunda por las redes sociales no da garantía de que los muchachos no estén realizando retos que los pueden afectar.
La educación emocional es clave. Debe iniciarse desde el preescolar para que el niño vaya adquiriendo habilidades emocionales para promover y poner en práctica el respeto al otro, la empatía, la compasión, el fortalecimiento de su autoconcepto. De lo que se trata es formar adolescentes más conscientes de sus estados emocionales, que puedan decir «NO» frente a las presiones grupales, especialmente a aquellos retos o practicas violentas que pongan en peligro la integridad física, la vida personal y la de otros.
https://efectococuyo.com/opinion/adolescencia-de-retos/
http://aperturaven.blogspot.com/p/contactanos.html?m=1
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