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domingo, 16 de julio de 2017

Entendimiento para salir de esto por @ElNacionalWeb


Por Arnaldo Esté


Lo que voy a escribir no es necesariamente lo que va a suceder, es lo que yo quiero que suceda.

Un deseo abonado por el número creciente de personas e instituciones que manifiestan sus deseos de que se busque y logre un entendimiento que conduzca a negociaciones y acuerdos que eviten mayor violencia y destrucción y que se enrumbe al país en un camino de construcción.

No tengo “datos” ni informaciones confidenciales.

Léanlo como una manera de lidiar con la incertidumbre.

Mañana domingo 16 de julio millones de personas, con un sabor extraño, de alegría, temor y esperanza, se encontrarán voluntariamente en los puntos de participación para cumplir con la consulta popular que reclama su decisión de rechazar la constituyente pirata, la actitud confusa de la Fuerza Armada, exigir elecciones libres y la conformación de un gobierno de Unión Nacional para restituir el orden constitucional.

El otro domingo 30 de julio, algo así como 2 millones de personas asistirán, unos voluntariamente otros fuertemente coaccionados, por empleos, carnets, promesas, listas de asistencia, transportes colectivos pagados con dineros públicos y toda suerte de ventajismos dolosos, a centros de “votación”, encerrados en círculos de seguridad de 500 metros, a marcar los números correspondientes a una lista de candidatos a “constituyentistas” previamente escogidos por el gobierno en virtud de su fidelidad y sumisión a las pretensiones de establecer, a perennidad, un sistema de gobierno que realice el “Plan de la Patria” en clave dictatorial.


Ambos eventos serán, entre otras cosas, un conteo de la fuerza y poder tanto del gobierno como de la gente opositora. Una cuenta que sombreará cualquier entendimiento o negociación. Esos millones de evidentes opositores serán, más que un argumento, una retadora realidad de peso irreversible imposible de ignorar.

El grupo de gobierno y sus beneficiarios sentirá lo terrible de estar en una casa que se derrumba, de la que es mejor salirse con algo de poder, beneficios, decencia y parapeto que trabarse en una guerra que ya se sabe perdida y con terribles costos, por lo que tendrán que pensar en la negociación.

Así que este deseo mío no es tan peregrino. Veo ese espectáculo de los personajes del gobierno que gastan más tiempo tratando de enderezar entuertos que en resolver problemas. Se exponen a diario, cada hora, mostrando sus abundantes falencias comunicativas, la pobreza de su lenguaje y su gastada imaginación para mentir. Que no alcanza a esconder el hambre, la mengua y el futuro extraviado.

Por el otro lado, siento a una gente, a un país crecido y comprometido en una disposición para aprender en el proceso callejero de profundizar la democracia y manifestar su voluntad con recursos creativos. Algo que hace tiempo que debería haber hecho para zafarse de cogollos, caudillos y petrofilia.


15-07-17




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