Más allá de las ideologías, por Eddie A. Ramírez S.

Eddie A. Ramírez S. 03 de septiembre de 2024

El rechazo de los gobiernos democráticos de diferentes ideologías a la burda proclamación de Maduro, sin las actas que comprueben el resultado de la votación, obligan a reflexionar. Del lado de la oposición al régimen, algunos descalifican a cualquier gobierno o persona que se identifique con el socialismo. Eso es no entender que existe un socialismo democrático que respeta la alternabilidad de los gobiernos por la vía electoral y rechaza la violación a los derechos humanos. Se puede estar o no de acuerdo sobre el papel del Estado en la economía, pero para dirimir diferencias están las elecciones.  En lo personal, me adhiero a lo que sostenía Erhard, uno de los artífices de la recuperación de Alemania después de la II Guerra: “tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea necesario”.

Pedro Sánchez, Lula, Petro y Boric son socialistas que respetan los resultados electorales y no violan los derechos humanos. Boric ha sido el más crítico del régimen de Maduro, lo cual agradecemos. Le sigue Pedro Sánchez, a pesar de que tiene alianzas con partidos de mala reputación. Lula y Petro han reiterado que Maduro debe presentar las actas. Podemos tener mayor o menor simpatía por ellos, pero son más demócratas que Bukele y que Trump.

En artículos del 13 y del 20 de agosto y en entrevista con Napoleón Bravo del 26 de ese mes mencioné la importancia de algunas personalidades que estuvieron con Chávez y que marcan diferencia con Maduro. El 28 de agosto, un grupo de 258 ciudadanos de 20 países de América y de Europa, que se identifican como de izquierda, varios de los cuales estuvieron en el proyecto de Chávez  o que sin apoyarlo se asumen como  revolucionarios que luchan por una sociedad justa,  firmaron un documento en el que señalan que “ ha llegado el momento de convocar la más grande unidad en torno a la vida común. Es algo que trasciende toda ideología.  Es necesario la construcción de un gran movimiento por la salvación de la República y el regreso a la democracia, que pugne por la reconstrucción nacional en un país que destierre la retaliación, la revancha y la venganza. La mentira debe parar. El terrorismo de Estado debe parar”.

Consideramos que este documento es muy importante y los firmantes venezolanos pueden y deben jugar un papel en esta etapa en la que es necesario seguir presionando para que Maduro cese las violaciones a los derechos humanos, ponga en libertad a los presos políticos y reconozca que fue derrotado, pero también para la etapa en la que deberá gobernar Edmundo González.

Es necesario tomar en cuenta que hubo unos 3.300.000 venezolanos que no votaron por Edmundo. Se puede especular que, restando los que procedieron bajo presión, que debe ser un número importante, quedan por lo menos unos dos millones   que añoran a Chávez. Varios de los firmantes pueden recoger esa bandera, tomar en cuenta los errores cometidos, corregirlos y participar con críticas constructivas en la vida política que se iniciará en el 2025.  .

Maduro no podrá resistir la presión nacional e internacional. Debe aprovechar el ofrecimiento de María Corina de buscar una salida para él y su camarilla. Mientras más pronto acepte su derrota, más fácil será encontrar una solución que lo favorezca. Quien calle y tenga cierta relevancia, sea músico, jugador de beisbol o ejerza cualquier actividad es cómplice de las violaciones a los derechos humanos.

Como (había) en botica: La designación de Diosdado como ministro del Interior implica que habrá más represión.  Está resteado y no lo importará cometer más atropellos. Mencionar a los recientes desaparecidos forzados o detenidos sería olvidar a muchos y a los que están presos desde hace años. Por ello nombraré a los fiscales que tengo entendido han imputado sin pruebas en los últimos tiempos. Puede que falte o sobre alguno: Regino Cova Rojas, Jean Karin López, Elin León Aguilar, Yorder Canchica González, Jonathan Carrero A. y Dusay Dueñas González ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!

Eddie A. Ramírez S.