Laureano Márquez 06 de noviembre de 2021
@laureanomar
Con
esto del extremo cuidado que hay que tener en el uso del lenguaje de género
para no herir a nadie, no me queda del todo claro si debe decirse «el dron» o
«la dron», para referirnos al aparato tipo helicóptero chiquito manejado a
control remoto. En todo caso, como es mejor en estos asuntos pecar por exceso
que por defecto, para que ningune se ofende, preferiré hablar de la dron.
Hecha esta aclaratoria, leo la noticia de que la Fuerza Armada Bolivariana (FANB) será la primera en Sudamérica en tener la dron con armamento. Claro que la noticia no deja de extrañar, porque uno pensaba que desde hace ya bastante tiempo se contaba con elles. En los próximos días, según la información, Venezuela mostrará públicamente la dron. Con lo cual ya no será este un derecho exclusivo de potencias como los Estados Unidos el mostrarlos y exhibirlos públicamente. Según cuenta la reseña, para potenciar el poder disuasivo, se ha venido desarrollando un proyecto que se basa en la dron Arpía, que será presentado en la Expo Tecnología Aeronáutica (ETA2021).
El uso
que se dará a esta avanzada tecnología militar no ha sido revelado. Supone uno
que se usara para combatir a las bandas criminales que están no menos armadas
que las militares. Seguramente en la Cota 905 también tienen la dron. Así que
esta será una batalla al estilo de la Guerra de las Galaxias. Bien dice el
dicho que “la dron que enfrenta a la dron, tiene 100 horas de autonomía”.
Quizá
otro uso que se le podría dar a la dron podría ser el rescate de tanta gente
retenida en las cárceles del país del norte. Aprovechando cuando algunos de
ellos este de paseo en el patio quizá la dron podría llegar disparando a
diestra y siniestra al estilo del Juego del Calamar y remolcar a la víctima de
la justicia hacia un lugar menos hostil. Seguramente, en estos casos se
requerirá un comando de la drones por el peso de la persona a rescatar y con
autonomía de vuelo para soltarlo al menos en Cuba.
La
dron podría vigilar, por ejemplo, empresas estratégicas, como las de la
electricidad, para evitar con su vigilancia, nuevos sabotajes del imperio. En
todo caso, con esta notable mejora en la capacidad de ataque de Venezuela,
quizá, de una vez por todas, se pueda atacar el hambre, la crisis educativa y
la falta de asistencia sanitaria, algunas de las más urgentes batallas que nos
quedan por librar.
Laureano
Márquez
@laureanomar
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico