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miércoles, 15 de marzo de 2023

Páez tras la muerte de Bolívar: “Mi mayor sentimiento consiste en no haberle dado una prueba de amigo”, por @LaHistoria200


La muerte de Simón Bolívar, el 17 de diciembre de 1830, generó reacciones divididas en los países a los que libertó tras la Guerra de Independencia. Sus políticas le granjearon no pocos enemigos tanto en Venezuela como en Nueva Granada, más allá de los partidarios con los que también contaba.

Un sector de la historiografía siempre ha considerado a José Antonio Páez como “el hombre que traicionó a Bolívar”, al ser el rostro representativo de la Cosiata en 1826. Lo que se dice menos es que el germen de la división entre los países que conformaron Colombia, la grande, existía desde antes de su nacimiento.

Simón Bolívar y José Antonio Páez

Como bien explica el historiador Gustavo Adolfo Vaamonde en su libro La Gran República de Colombia, 1819-1831, “una serie de dificultades económicas no resueltas generó malestar entre los colombianos, así como también conflictos políticos entre partidos y entre el sector militar y el civil en algunas jurisdicciones de la República”.

“De igual manera”, agrega Vaamonde, “la extensión territorial del Estado y los dificultosos medios de comunicación existentes impidieron la integración nacional. Estos factores llevaron a la disolución de Colombia”.

La reacción de José Antonio Páez a la muerte de Simón Bolívar

¿Era Páez enemigo de Bolívar? Aunque hubieran rivalizado en algún momento políticamente, por los documentos del llanero nunca se percibió animadversión personal hacia el Libertador. Por el contrario, siempre manifestó admiración, aunque no apoyara su proyecto.

Leamos cuál fue la respuesta de Páez a Rafael Urdaneta, entonces presidente provisional de la Gran Colombia, tras conocer la muerte de Bolívar. El general zuliano buscaba la reconciliación entre las secciones de la república, algo que no ocurriría finalmente.

Muerte del Libertador Simón Bolívar. Ilustración: Antonio Bosch Penalva

Escribe Páez a Urdaneta el 24 de febrero de 1831:

“Murió el General Bolívar según Ud. me dice y yo había sabido; su conducta particular para conmigo me lo hizo colocar en la clase de un amigo, sus obras como hombre público me lo hicieron ver como un hombre extraordinario, y no he podido saber de su fallecimiento sino con un sentimiento profundo.

Nunca se me llegó el caso de que yo hubiera podido acreditarle, bien fuese con mis bienes, o de otro modo particular, todo el aprecio, respeto y consideración que le tenía; se alejó de mí para siempre, y le aseguro que al sentir su muerte, mi mayor sentimiento consiste en no haberle dado una prueba de amigo como yo deseaba.

Lástima es que hubiese dejado de existir en momentos en que la gran familia de Colombia no estaba toda de acuerdo en su política, y que divididos los ánimos no estén en aptitud de contemplar imparcialmente el mérito de las obras del que sin duda fue fundador de nuestra independencia.

Su fama es una propiedad pública y la razón común pronunciará su juicio”.

Tomado de:

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