Carlos Seijas Meneses 15 de octubre de 2019
@DiarioTalCual
Con
una canasta alimentaria que supera los 3 millones de bolívares según el Cendas,
una persona de la tercera edad ahora necesita más de 20 pensiones solo para
cubrir sus necesidades mínimas de alimentación
Sin
anunciarlo con bombos y platillos como hizo con los seis incrementos salariales
aprobados en 2018, el gobierno de Nicolás Maduro aumentó el sueldo base y la
pensión de 40.000 a 150.000 bolívares, un alza de 275%. Fue el constituyente y
exministro del Trabajo Francisco Torrealba quien confirmó, por Twitter, el
nuevo salario y bono de alimentación, que pasó de 25.000 a 150.000 bolívares.
Es
el tercer incremento aprobado en lo que va de año. Entre enero -cuando Maduro
subió el salario y la pensión a 18.000 bolívares- y octubre, el gobierno ha
elevado el ingreso 733%, mientras que los precios aumentaron 3.326% en promedio
hasta septiembre, de acuerdo con la Comisión de Finanzas de la Asamblea
Nacional (AN).
Los
incrementos salariales de Maduro no han logrado recuperar el poder adquisitivo
pulverizado como consecuencia del severo ciclo hiperinflacionario –50.100,3%
entre septiembre de 2018 y septiembre de 2019– en el que se encuentra el país
desde noviembre de 2017.
Una
muestra de esto es que con el salario mínimo de 1.800 bolívares de hace un año
un jubilado compraba cinco de los 60 productos de la canasta alimentaria
familiar: arroz, azúcar, carne, huevos y pasta. Hoy, con los nuevos 150.000
bolívares que recibirá, un pensionado solo puede llevarse dos: un cartón de
huevos, que cuesta 75.000 bolívares, y un kilo de queso que se consigue en
70.000 bolívares.
Una
burla
“Humillada”
se sintió Rosa Mirabal, de 72 años de edad, cuando su hija le dijo por una
llamada telefónica en la mañana del 14 de octubre que el gobierno elevó el
monto de la pensión a 150.000 bolívares “Es una burla”, expresó, “si nos
ponemos a ver apenas alcanza para comprar tres alimentos, ¿y cómo pagamos los
medicamentos y el transporte? Todas las medicinas que estoy tomando cuestan más
de 180.000”.
Con
una canasta alimentaria que supera los 3 millones de bolívares, según el Centro
de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros
(Cendas-FVM), Mirabal necesita más de 20 pensiones de Bs. 150.000 solo para
cubrir sus necesidades mínimas de alimentación. “No es lo que esperábamos, es
humillante. Y es más absurdo aún que el gobierno mande a reparar unas iglesias
cuando el pueblo está pasando tantas necesidades. Solo nos dan este miserable
aumento”, añadió la pensionada.
“Es
otra burla para nosotros”, afirmó Luis Cano, coordinador del Frente Único en
Defensa de los Pensionados, Jubilados y la Tercera Edad. “Si divides los
150.000 en 30 días te da 5.000. ¿Qué se puede comprar con eso? Ni siquiera un
campesino que cuesta más de 10.000 bolívares, y un cartón de huevos está en
70.000 bolívares, pero no sabemos cuánto costará mañana o el sábado”.
Los
jubilados y pensionados del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales
(IVSS), que son alrededor de 4,5 millones de venezolanos, exigen el
cumplimiento del artículo 91 de la Constitución, según el cual “todo trabajador
tiene derecho a un salario suficiente que le permita vivir con dignidad y
cubrir para sí y su familia las necesidades básicas materiales, sociales e
intelectuales”.
“Este
gobierno indolente viola el artículo 91 que dice que el salario se calcula
según la cesta básica. Ya no hallamos qué hacer”, añadió Cano.
Sin
consulta
A
juicio de Dick Guanique, coordinador del Frente Autónomo de Defensa del Empleo,
el Salario y el Sindicato (Fadess), el salario sigue siendo insuficiente si se
toma en cuenta que el costo de la canasta alimentaria supera los 3 millones.
“Este incremento no le permite al trabajador recuperar su poder adquisitivo”.
Según
Guanique, el hecho de que el aumento salarial fuese anunciado por Torrealba,
quien “dejó de ser diputado” a la Asamblea Nacional desde el momento en el que
asumió el cargo de ministro del Trabajo en enero de 2017, demuestra la poca
disposición del gobierno de darle la cara a los trabajadores.
El
coordinador del Fadess añadió que una vez más Maduro desconoce las normas
internacionales del trabajo relativas a la consulta tripartita y a los métodos
para la fijación de salarios mínimos, establecidas en los convenios 144 y 26,
respectivamente, de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Esto, a
pesar de las recomendaciones que hizo la Comisión de Encuesta relativa a
Venezuela para que el gobierno, de manera inmediata, cumpla con esos convenios
suscritos por la República con el organismo especializado de las Naciones
Unidas.
En
el informe sobre la situación de Venezuela emitido por la Comisión de Encuesta,
en el que se constata la existencia en el país de prácticas que atentan contra
las garantías y derechos laborales establecidos en convenios internacionales,
la instancia afirma que no puede considerarse que el Ejecutivo “cumple con lo
dispuesto en el convenio (26), que prevé obligaciones de consulta por el
gobierno”.
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