Orlando Viera-Blanco 25 de abril de 2023
@ovierablanco
“Elevaron el valor de la unidad
por un chile feliz. Asumieron un liderazgo con desprendimiento y vocación
patriótica, y pactaron una transición sostenible capaz de dar al pueblo, la
expectativa ofrecida. La transición…”
Vale
la pena repasar cuatro transiciones a la democracia que han sido reconocidas en
la historia de regímenes autoritarios a democráticos: La transición Chilena
período de la historia iniciado al fin de la dictadura militar, el 11 de marzo
de 1990; la transición española proceso por el que España dejó atrás el régimen
dictatorial del General Francisco Franco, transformándose en un-Estado social,
democrático y de derecho; la transición portuguesa después de la Revolución de
los Claveles [1974] que deshizo la dictadura y organizó el nuevo régimen
democrático de la constitución de 1976, y la transición Venezolana de Pérez
Jiménez a Rómulo Betancourt [1958], donde el pacto de Punto Fijo y la alianza
cívico-militar dio lugar a la constitución más ilustrada de Venezuela, la de
1961.
Base de la Transición Chilena: La concertación y la reforma.
EL
regreso al sistema democrático en Chile se refiere al período histórico de
restablecimiento democrático luego de la dictadura militar del general Augusto
Pinochet iniciada en 1973, con el golpe de estado que derrocó al gobierno del
presidente Salvador Allende y que terminó en 1990, luego del plebiscito y la
elección presidencial. Patricio Aylwin fue elegido democráticamente.
El
plebiscito de 1988 fue un factor esencial. La constitución [1980] fue reformada
facilitando las disposiciones para futuras enmiendas, creando más escaños en el
Senado, disminuyendo el rol del Consejo de Seguridad Nacional, igualando el
número de miembros civiles y militares. “Enclaves autoritarios”, modificados.
En
diciembre de 1989 se efectúa la elección que comenzaría el régimen democrático.
El demócrata-cristiano Patricio Aylwin, candidato de la Concertación de
Partidos por la Democracia (DC, PS, PPD, PRSD), enfrenta a Hernán Büchi,
candidato de la coalición Democracia y Progreso (UDI-RN), siendo electo
presidente Aylwin.
En
febrero de 1991, la Comisión Verdad y Reconciliación [prólogo Justicia
Transicional], establecida un año antes por Aylwin, lanzó su informe de
Violaciones a los DDHH durante el período del Dictadura militar conocido como
el Informe Rettig[…] En la elección de 1993, Arturo Alessandri Besa de la Unión
Demócrata Independiente se enfrenta al candidato de la Concertación de Partidos
por la Democracia Eduardoi Frei Ruiz-Tagle del Partido Demócrata Cristiano,
quien resulta electo presidente por un período de 6 años, desde marzo de 1994.
El
elemento central de la transición fue la reforma de la constitución de 1980.
Luego del golpe militar del 11/09/73, fue suspendida la Constitución de 1925.
Se buscó crear una nueva institucionalidad, designando una «Comisión de
Estudios de la Nueva Constitución» (CENC), más conocida como Comisión Ortuzar a
la que se le encargó crear un anteproyecto de constitución [1980]. Entre 1981 y
1990, de acuerdo a las disposiciones transitorias fijadas por la misma
Constitución, la Junta de Gobierno asumió funciones legislativas y
constituyentes, (sujeta a aprobación plebiscitaria). Augusto Pinochet asume con
la presidencia, la función de gobierno y administración del Estado.
Pero a
fines de 1980, un grupo de partidos políticos encabezados por la Democracia
Cristiana aceptó participar en la transición establecida en la Constitución,
reconociéndose como una realidad jurídica y operando dentro del marco
institucional establecido por ella. En 1988, se puso en marcha el mecanismo
constitucional para la sucesión de Pinochet, mediante una consulta
plebiscitaria […] La mayoría del país manifestó su rechazo a Pinochet por otro
periodo de ocho años. Se logran realizar elecciones para elegir a un nuevo
presidente de la República, y un nuevo Congreso Nacional [1989].
Queremos.
subrayar varios elementos procuradores del proceso de transición Chileno. i.-La
tolerancia estratégica de aceptar institucionalmente la constitución de 1.980.
ii.- Procurar una alianza político-administrativa para procurar la activación
del plebiscito y el balance de poderes. Iii.-La conformación de un frente
unido, concertado, político, ciudadano, académico y civilista.
En las
elecciones parlamentarias de 1989, la Concertación de Partidos por la
Democracia y los partidos de derecha consensuaron un paquete de 54 reformas a
la carta fundamental de 1980, que fue aprobada en el plebiscito del 30 de julio
de 1989. La reforma constitucional y la victoria de la Concertación en la
elección presidencial de Patricio Aylwin [1990], fue reconocida por todos los
sectores políticos y sociales de Chile, con la excepción del Partido Comunista
de Chile.
Nótese
que después de 17 años de dictadura, un elemento esencial que procuró el
retorno de la democracia fue el consenso alrededor de la reforma
constitucional, nacida de un proceso refrendario monolítico, vigilado
civilmente y estratégicamente aglutinador.
Bases
de la Institucionalidad Constitucional [1980].
Queremos
hacer un ejercicio de política y derecho comparado, por la coincidencia
histórica de la constitución de 1980 de Chile y la Venezolana de 1998. Ambas
consagran el respeto a los DDHH, el estado de derecho y el valor tutelado de la
democracia. La constitución chilena de 1980 nace en medio de la dictadura, a
diferencia de la venezolana que se concibe en un proceso de des-democratización
incipiente. El texto Chileno conserva un buen número de tradiciones
republicanas. Se mantiene el modelo presidencialista coexistiendo con un
parlamento electo típico del constitucionalismo francés de posguerra.
Como
sucede hoy en Venezuela, hay una paradoja entre el texto constitucional y la
realidad. Son los textos más respetuosos de derechos individuales que haya
conocido la historia constitucional chilena y venezolana. Sin embargo, no
existe mayor precedente de violación DDHH. En el caso Chileno se gobernó bajo
estados de excepción. En el caso Venezolano se gobierna con militares, la
cooptación de la justicia y en su momento, de la AN.
Ambas
constituciones, la Chilena de 1980 y la bolivariana de 1998, consagran bases
institucionales respetuosas del Estado de derecho, la igualdad, la dignidad de
las personas, la importancia de la familia y el respeto a los derechos
fundamentales; la organización política del Estado; los principios de
legalidad; de responsabilidad del Estado y de los ciudadanos de velar por la
vigencia de la constitución.
Bases
Constitucionales de la CRBV. La alegría ya viene
Nuestra
constitución bolivariana consagra desde su preámbulo “el fin supremo de
refundar la República para establecer una sociedad democrática, participativa y
protagónica, multiétnica y pluricultural en un Estado de justicia, federal y
descentralizado, que consolide los valores de la libertad, la independencia, la
paz, la solidaridad, el bien común, la integridad territorial, la convivencia y
el imperio de la ley para esta y las futuras generaciones; asegure el derecho a
la vida, al trabajo, a la cultura, a la educación, a la justicia social y a la
igualdad sin discriminación ni subordinación alguna”. Una pelusa. ¿Lo tenemos,
lo ejercemos, lo garantiza el estado?
Pero
como sucedía con la constitución Chilena de 1980, la constitución de Venezuela
de 1998 coexiste con un régimen autoritario, “reformista”, dogmático y
cleptócrata. ¿Qué hicieron los Chilenos? Se organizaron, política, civil,
jurídica y creativamente.
Activaron
un Referéndum [5/10/1998] donde participó el 97% de los electores [7.5
millones] ganando el NO a la continuidad de Pinochet con el 55% de los votos.
Una campaña publicitaria genial, con ficha de arcoíris que simbolizaba
amplitud, esperanza y pluralidad. El slogan: “Chile la alegría ya viene” Una
campaña integral conformada por publicistas, politólogos, psicólogos,
diseñadores, e interpretada por los mejores cantautores de Chile. Contagiante,
con mucho anhelo e ilusión. Inspiraron a un pueblo oprimido. Elevaron el valor
de la unidad por un chile feliz. Asumieron un liderazgo con desprendimiento y
vocación patriótica, y pactaron una transición sostenible capaz de dar al
pueblo, la expectativa ofrecida. La transición fue plausible. Las tensiones
fueron superadas por la capacidad de los actores de poder de consensuar una
república, crear mecanismos de justicia transicional, revisión a profundidad de
elementos de cultura política e inclusión social, desmilitarización de la
función pública…mientras Pinochet seguía como Comandante en Jefe del Ejército.
Sin duda un esfuerzo de redención y concertación política, ejemplar.
Nuestra
próxima entrega será sobre El retorno de la democracia, el caso Español….
Orlando
Viera-Blanco
@ovierablanco
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