Ubicación del conflicto (localidad, municipio y estado del país)
Principalmente en los municipios Cabimas, Santa Rita, Simón Bolívar, Lagunillas y Valmore Rodríguez del estado Zulia
Área del proyecto (en kms2 o has.)
63.100 kms2 o 6.310.000 has.
Tipo de población (urbana, semi-urbana, rural o indígena)
Urbana y semi-urbana
Resumen del caso
Con 63.100 kms2, el lago de Maracaibo es el reservorio de agua dulce más grande de América Latina y que alberga en sus territorios contiguos unos de 3 millones de habitantes. Después de más de cien años de exploración y explotación petrolera, el daño ambiental en el mismo es enorme.
Por mucho tiempo, la enorme cantidad de tuberías en su lecho (24 mil km), ha sido jocosamente conocida como “la sopa de espaguetis”. En este marco, se producen derrames petroleros en forma continua desde hace mucho tiempo, debido a varios factores como la falta de mantenimiento de las instalaciones, la capacidad corrosiva del agua (básicamente dado el aumento de la salinidad del lago por la apertura del canal de navegación) o el abandono de pozos ya inactivos. Según el Balance de la Gestión Social y Ambiental de Petróleos de Venezuela (PDVSA) de 2013, de 9.412 derrames de hidrocarburos ocurridos en Venezuela en algún cuerpo de agua en ese período, el 99,47 % (9.362) fueron en la División de Producción Occidente, es decir, el lago de Maracaibo. Esto arroja un promedio de más de 25 derrames de por lo menos un barril por día. Otros grupos como gremios profesionales, sindicatos y organizaciones de derechos humanos han señalado que unos 300 y hasta 1000 barriles de crudo diario se derraman en las aguas del lago y en la tierra de sus orillas. Con el desarrollo de la extraordinaria crisis que vive el país desde 2013/2014, las malas condiciones de la industria se han intensificado y varias comunidades han indicado que la situación ha empeorado. Esto ocurre paradójicamente al tiempo que la producción petrolera de la zona ha decaído progresivamente en estos años.
De acuerdo al informe presentado por el Colegio de Ingenieros del estado Zulia (CIDEZ), el daño ambiental es cada vez más evidente y visible a lo largo de la Costa Oriental del Lago. Dicho impacto es diversificado y abarca a toda la biodiversidad. Diversas especies de fauna y flora, (especies acuáticas y no acuáticas), son contaminadas directamente por el crudo derramado. Existen especificaciones de potenciales daños irreversibles a los ecosistemas de la región, al tiempo que se señala el envejecimiento del lago, que no sólo es impactado por la industria petrolera sino también por el vertido de aguas servidas, agrotóxicos y diversos químicos, procesos de eutrofización, salinización, entre otros (además de procesos de contaminación que provienen desde aguas en territorio colombiano).
La ya histórica situación ha generado reclamos por parte de comunidades, grupos de pescadores, ONGs de base, regionales y nacionales, así como por otro tipo de organizaciones, académicos y medios de comunicación. Aunque los conflictos han sido de baja intensidad, el descontento de las comunidades ha ido creciendo en forma constante, a causa de lo que ha sido percibido como un manejo inadecuado por parte de PDVSA. Diversas expresiones de descontento comunitario se registran en reportajes y medios de comunicación.
Por su parte, PDVSA no ha respondido a las demandas comunitarias ni de las organizaciones participantes. Existe una notable indolencia histórica ante la situación, lo cual se ha agravado por la crisis de la industria, el cese de ciertos protocolos industriales de seguridad ambiental, la carencia de recursos, las sanciones internacionales que también afectan a la petrolera, así como la corrupción y el favorecimiento de los objetivos económicos con el objetivo a toda costa de “recuperar” el país.
Este es un conflicto de múltiples aristas y actores, que se ha mantenido relativamente bajo en el interés público, probablemente porque tradicionalmente ha tendido a asumirse el impacto como justificado con respecto al beneficio económico de la explotación petrolera para el país. Sin embargo, en medio de la crisis, diversos reportajes nacionales e internacionales han generado un cierto nivel de impacto; por otro lado, al ser cada vez mayor el número de afectados en las comunidades pobres a lo largo de la costa del lago y en medio de la fuerte crisis económica, la conflictividad tiende a aflorar y su intensidad pudiera incrementarse.
El lago de Maracaibo, con toda su riqueza histórica, antropológica y ambiental ha sido básicamente convertida en una enorme cloaca petrolera y quizás en la zona de sacrificio más emblemática de la Venezuela petrolera. Algo que no se modificó durante el desarrollo del proceso bolivariano, a pesar de que se prometió en los discursos un respeto profundo por los derechos ambientales y una revolución que salvara el planeta.
II. Fuente del conflicto
Principal actividad económica (u otra) que origina el conflicto
- Petróleo y Gas Natural
Otras actividades económicas involucradas (si existen)
- Pesca
- Turismo
Commodities o ‘recursos naturales’ involucrados (ej. oro, bauxita, madera, agua, petróleo, gas, soja, eucalipto)
- Petróleo
- Gas
III. Proyecto y actores involucrados
Ubicación del proyecto o actividad económica (localidad, municipio y estado del país)
Lago de Maracaibo, estado Zulia
Resumen y descripción del proyecto (o la actividad económica)
El área hace parte de la Dirección Ejecutiva de Producción Occidente. Para el año 2015, el potencial de producción de crudo en 2015 era de 1.010.000 B/D (Gestión Directa 634 mil B/D, Empresas Mixtas 376 mil B/D). Producción fiscalizada: 707 mil B/D (Gestión Directa 365 mil B/D, Empresas Mixtas 342 mil B/D). La producción ha sido más de un millón de barriles por varios años. En 2016, operaban 15 empresas mixtas en los campos ubicados en Zulia y Falcón, cuyos socios eran Chevron (EEUU), Perenco (Francia), CNPC (China), PetroBras (Brasil), Gazprombank (Rusia), Repsol (España), DZO (Holanda), entre otros (Figueroa, 2021). Sin embargo, la producción petrolera del país ha venido decayendo de manera muy notoria, algo que también se refleja en esta División Occidental. La mayor parte de estas empresas han paralizado actividades en la zona y la cifra de producción de la División Occidental decayó incluso a apenas 83.140 barriles diarios para 2020.
A pesar de esta caída, gremios profesionales, sindicatos y organizaciones de derechos humanos han señalado que la actividad petrolera sigue generando derrames persistentes en el lago. Según informes del Centro de Ingenieros del Estado Zulia (CIDEZ) publicados en 2017, PDVSA derrama diariamente 250 barriles de crudo sobre este cuerpo de agua, mientras que el dirigente de la Federación Única Nacional de Trabajadores Petroleros de Venezuela, José Bodas, indicó que son de 300 a 1000 barriles de hidrocarburos los que se esparcen en aguas y tierras de la zona (Salazar, 2017). Por otro lado, para junio de 2021, la organización Aclama contabilizaba entre 15 y 30 derrames de petróleo mensuales en el lago (Cruz, 2021). Del mismo modo, desde el proyecto Sotalia, durante 2021 se ha advertido la ocurrencia de seis derrames de petróleo por fallas en la infraestructura de los pozos petroleros en el Lago de Maracaibo (El Diario, 2021).
Empresas privadas nacionales e internacionales involucradas
En 2016, operaban 15 empresas mixtas en los campos ubicados en Zulia y Falcón. Entre las empresas extranjeras operando estaban:
- Chevron (EEUU)
- Perenco (Francia)
- CNPC (China)
- PetroBras (Brasil)
- Gazprombank (Rusia)
- Repsol (España)
- DZO (Holanda) (Figueroa, 2021).
Actores gubernamentales y compañías nacionales relevantes
- Petróleos de Venezuela S.A. (PDVSA)
- Ministerio del Poder Popular de Petróleo
- Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo
- Presidencia de la República
- Asamblea Nacional
- ICLAM
- Gobernación del estado Zulia
Instituciones internacionales y de financiamiento (si existen)
- No se registran
Nivel de las inversiones (en US$ en Bs.)
- Apenas se pueden remitir a viejas cifras: 2.400 millones US$ (División Occidente) para aumentar la capacidad de producción en la costa oriental del lago de Maracaibo (anunciado en 2013).
Status actual del proyecto (en fase exploratoria, planificado y listo para su ejecución, en ejecución, operando, detenido)
- Operando
Población afectada (grupos sociales y estimación numérica)
- Afectaciones muy variadas que impactan de 1 a 3 millones de personas. Las ciudades más afectadas son San Francisco, Cabimas, Ciudad Ojeda, Lagunillas, Santa Rita y Los Puertos de Altagracia (González, 2021).
Fecha aproximada de inicio de las movilizaciones
- Se trata de un conflicto de muy vieja data, aunque el descontento de las comunidades ha ido creciendo en forma constante en los últimos años.
Cronología y detalles de las movilizaciones
El deterioro ambiental del lago de Maracaibo tiene muchos años y en diversas ocasiones han surgido reclamos por parte de comunidades, grupos de pescadores, ONGs de base, regionales y nacionales, así como por otro tipo de organizaciones. Aunque el conflicto ha sido de baja intensidad, el descontento de las comunidades ha ido creciendo en forma constante, a causa de lo que ha sido percibido como un manejo inadecuado por parte de PDVSA, junto a un empeoramiento de las condiciones de vida en el contexto de crisis. El Colegio de Ingenieros del estado Zulia (CIDEZ) ha tenido en los últimos años un rol crucial, junto con organizaciones ambientalistas regionales y nacionales, así como con organizaciones locales y biólogos. La denuncia y la presión ejercida por estas organizaciones han sido públicas y crecientes, a nivel de los medios de comunicación nacionales. Ha sido por dichos medios que se ha canalizado buena parte de las denuncias y demandas de los grupos movilizados. En declaraciones aparecen las recurrentes quejas de pescadores, que muestran cómo las aguas, sus instrumentos de trabajo y su entorno en general están contaminados de petróleo, afectando severamente su fuente de sustento. Comunidades protestan y organizaciones ambientales reseñan en redes sociales los impactos de los derrames (Fundación Ecológica Manatara, 2019). Pobladores de comunidades han incluso señalado el empeoramiento de la situación en los últimos años (Salazar, 2017).
Varios gremios y organizaciones sociales han realizado informes independientes sobre la situación de los derechos ambientales y humanos del lago. La situación fue formalmente manejada por la Comisión de Ambiente de la anterior Asamblea Nacional (2015-2020), la cual ha planteado solicitudes de interpelación a los directivos de la empresa y el Ministerio de Petróleo. Dicha asamblea condenó y rechazó en 2020 la falta de respuesta del Gobierno nacional ante los derrames petroleros en la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, y exigió a las autoridades resarcir a los habitantes afectados y realizar el saneamiento ambiental al ecosistema (Asamblea Nacional, 2020).
Algunos reclamos y peticiones de los grupos movilizados (Tales como saneamiento ambiental, suspensión del proyecto, atención médica, demarcación de tierras, compensaciones, etc.)
Grupos de presión (desde locales hasta regionales) están solicitando acciones de remediación y saneamiento del lago, mejorar en la gestión ambiental de PDVSA y el cumplimiento estricto de la ley en referencia a estos temas.
Intensidad del conflicto (alta, con movilizaciones masivas, amplia difusión mediática, violencia y arrestos; media, con protestas en la calle y movilización visible; baja, con alguna organización local; o latente, no hay organización ni movilización visible al momento)
- Media (con tendencia a la baja), debido a que el descontento de las comunidades ha ido creciendo en forma constante y crece también el tratamiento mediático debido al proyecto de saneamiento del Lago de Maracaibo, aunque con la pandemia se ralentiza cualquier forma de movilización.
¿Este conflicto ha terminado?
- No
V. Impactos del proyecto
Impactos ambientales
El lago de Maracaibo tiene décadas de altos y persistentes impactos ambientales, que no son sólo los provenientes de la industria petrolera. Cabe resaltar factores como la salinización del mismo, provocada por la apertura del canal de navegación, lo que afectó los equilibrios del ecosistema y a variadas especies. También debe señalarse la eutrofización, debido al incremento de los niveles de nitrógeno y fósforo, la acumulación de materia orgánica y la falta de oxígeno que existe en el centro del lago, que limita la vida acuática tanto de peces como bentos, plancton, entre otras. Y también la recepción de aguas residuales y derivados de la actividad agrícola (pesticidas, insecticidas y agroquímicos) (Nava, 2021).
A todo esto es que se suma los impactos de la industria petrolera, en la que los vertidos y derrames es uno de los peores impactos. El impacto es diversificado y abarca a toda la biodiversidad. Diversas especies de fauna y flora, (especies acuáticas y no acuáticas), son contaminadas directamente por el crudo derramado. Los peces, fuente de alimento de miles de personas de la zona, son contaminados, afectando la cadena trófica. A los pocos días de presentarse derrames en el agua, se puede encontrar fauna marina afectada en la piel por petróleo, aves petrolizadas, afectación en especies como bocachicos, lisas, curvinas y bagres, envenenadas o asfixiadas por los componentes químicos disueltos en el agua. Se ha registrado la muerte de manatíes, llevando a la especie a una situación crítica, que la pone en peligro de extinción (El Diario, 2021).
La organización Azul Ambientalistas plantea que la permanencia del petróleo en las costas y en cuerpos acuáticos hace que se sufra un proceso de degradación progresiva que aumenta su agresiva afectación en los ecosistemas, con un complejo impacto ecológico. Al extenderse la mancha, esta se tornasola aceitosa, se dispersa en la superficie y forma capas entre gruesas y delgadas que bloquean la misma como una película impermeable, impidiendo el intercambio gaseoso. Al desplazarse por la acción de los vientos, la mancha llega a las orillas donde forma una gelatina de agua y aceite con bolas de alquitrán densas, parecidas al asfalto. En semanas, el petróleo llega al fondo del lago, donde especies botánicas y organismos mueren asfixiados y se generan “zonas muertas”.
Impactos en la salud
Se ha determinado que la contaminación de las aguas por este tipo de eventos genera varios problemas de salud en las poblaciones que la puedan consumir. Por ejemplo, los peces y camarones que hayan sido afectados por el derrame perjudican a la población que los ingiere. De igual manera, es nocivo para las personas que entran en contacto directo con el petróleo debido a las sustancias tóxicas que este trae, lo que conlleva a irritación y resequedad de la piel, entre otras enfermedades dermatológicas. También se reseñan en la población problemas como el asma y otro tipo de afecciones respiratorias. En general, los derrames dejan en el ambiente una serie de contaminantes muy tóxicos como los hidrocarburos aromáticos altamente cancerígenos, óxidos de azufre, óxidos de nitrógeno y ácido sulfúrico, todos ellos letales en altas concentraciones tanto para la vida acuática como terrestre.
Impactos socio-económicos y culturales
La situación de contaminación del lago de Maracaibo afecta notablemente la pesca artesanal y en general en los medios de vida de los pobladores de la zona. Esto se refleja en una merma de peces, lo que puede tener impactos económicos severos para los pescadores, que incluso pueden tener problemas para cubrir la propia alimentación familiar. Por mencionar un ejemplo, sólo en El Bajo, al menos 1.800 empleos directos e indirectos desaparecieron casi en su totalidad por los derrames petroleros y el olvido del Estado (Rincón, 2020). Es importante también resaltar que el petróleo llega a tierra y afecta las orillas, que fueron un lugar de esparcimiento familiar. Además, el crudo impacta territorios y ciudades, afectando incluso actividades económicas locales, inundando potreros, contaminando el pasto para el ganado bovino, especialmente en Cabimas, Ciudad Ojeda, La Concepción y otras zonas de la costa oriental. En imágenes, se ha constatado el petróleo en calles de la ciudad de Cabimas. Otra actividad económica perjudicada es la de las camaroneras, siendo que el agua contaminada afecta la calidad de la producción (Figueroa, 2021).
VI. Desarrollo del conflicto
Resultados y respuestas ante el conflicto (por parte del gobierno central, gobiernos regionales y locales, empresas involucradas, instituciones supra-nacionales, comunidades, entre otros)
El marco actual de este conflicto ha sido de una intensificación de la crisis ambiental y un severo empeoramiento de la gestión ambiental del país. El Gobierno de Maduro ha impulsado un modelo extractivista de carácter predatorio y en los últimos años una serie de reformas neoliberales que se han orientado a darle todas las ventajas a los inversionistas, lo que deja muy desprotegido al ambiente. La intensificación de la mediatización del conflicto ha logrado elevar un poco el nivel de visibilidad del mismo, aunque prácticamente no existen canales institucionales para abordar el asunto correctamente.
En medio del conflicto político que se ha desarrollado en el país, la antigua Asamblea Nacional (AN) ha planteado denuncias y la realización de visitas oficiales, así como interrogatorios a las autoridades de PDVSA. Pero la empresa petrolera nacional no responde a las demandas comunitarias, ni de las organizaciones movilizadas ni de actores políticos de oposición, lo cual más bien revela un comportamiento histórico de la misma en relación al cuidado del lago. Casos de corrupción en PDVSA, como los expuestos en los últimos meses de 2017, muestran también la crisis institucional y de gestión de la misma, con claras consecuencias ambientales en la actualidad. Además del colapso económico que ha aquejado al país, las sanciones internacionales impuestas a la economía venezolana, y fundamentalmente las que se aplican desde 2019 sobre la industria petrolera nacional, han profundizado dramáticamente esta crisis, con repercusiones tremendas en lo ambiental.
El empeoramiento de la gestión de PDVSA se ha traducido en un inusitado aumento en accidentes, incidentes e ilícitos ambientales, que se cataloga como un notable incremento de los niveles de siniestralidad o accidentalidad de la industria (OEP, 2020). Esto se explica por un proceso de desinversión y de declive de la preparación técnica y administrativa de la directiva de la empresa. Según el profesor Eduardo Klein, del Departamento de Estudios Ambientales de la Universidad Simón Bolívar, PDVSA tenía un sistema de control de contingencia para los derrames, con monitoreos diarios y aéreos y operaciones rápidas de contención de los mismos, que se ha perdido (González, 2021). Las tuberías subacuáticas y que surten a los pozos petroleros están colapsando por falta de mantenimiento, dejando salir todo el petróleo de su interior (El Diario, 2021). Klein coloca como ejemplo un oleoducto que cruza desde el lago de Maracaibo hasta las refinerías de Cardón y Amuay, el cual posee un tubo que solo en poco más de un año se rompió cinco veces en cinco lugares distintos. Las demoras pueden ser grandes antes de reparar las fallas y controlar las fugas; del mismo modo, biólogos de la zona han señalado que cuando se generan derrames no se realizan labores para contener y limpiar las áreas afectadas.
La respuesta de PDVSA ante la situación ha sido la de impedir el acceso a la información y no reportar los accidentes petroleros. Los accidentes suelen ser reportados por trabajadores y los sindicatos, y medios de comunicación, expertos y comunidades afirman que cuando convocan directamente a las autoridades, o se les solicita información, estas hacen caso omiso a los llamados. Tampoco se evidencian proyectos firmes y permanentes que permitan el tratamiento de las aguas del Lago y combatir los daños causados por la industria petrolera (Salazar, 2017). A su vez, hay ausencia de datos e investigación técnica y científica sobre la situación del lago, como ocurre con el Instituto para el Control y la Conservación de la Cuenca del Lago de Maracaibo (Iclam), que hace más de 10 años no realiza ningún estudio o investigación de impacto (Nava, 2021).
El escenario se presenta como de gran complejidad, dado la afectación de las bases sociales, defensa de derechos humanos y ambientales y las condiciones generales de vida, que se conjugan con un régimen político autoritario y corrupto.
Alternativas propuestas (por parte de los grupos movilizados, pueblos indígenas, actores políticos y gubernamentales, entre otros)
Grupos de presión (desde locales hasta regionales) están solicitando acciones de remediación y el cumplimiento estricto de la ley. En el año 2016 se presentó el polémico proyecto de Ley de saneamiento de lago de Maracaibo, impulsado en discusión. Dicha ley generó debate, con detractores y defensores, pero tal proyecto no se terminó de poner en marcha. La propuesta de sanear el lago es vieja pero los gobernantes de turno nunca han tenido una real voluntad política de ponerlo en marcha.
¿Considera Ud. que se ha alcanzado la justicia ambiental en este caso?
- No
Explique por qué
No, puesto que aunque se trata de un caso de muchos años en el que además se evidencia desidia y muy poca disposición de las autoridades para abordar tanto el saneamiento del lago como la reparación a las comunidades, ni mucho menos para introducir cambios profundos en la forma de operar de la empresa. La falta de un sistema de justicia verdaderamente independiente refuerza esta visión negativa.
Tomado de:
Invitamos a suscribirse a nuestro Boletín semanal, tanto por Whatsapp como vía correo electrónico, con los mas leídos de la semana, Foros realizados, lectura recomendada y nuestra sección de Gastronomía y Salud. A través del correo electrónico anunciamos los Foros por venir de la siguiente semana con los enlaces para participar y siempre acompañamos de documentos importantes, boletines de otras organizaciones e información que normalmente NO publicamos en el Blog.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico