Pascual Curcio Morrone 27 de noviembre de 2023
«Una
proposición es verdadera solo si es acorde con el resto de las proposiciones
del sistema del que forma parte»
Hegel.
Tantas
traiciones sufridas por el pueblo venezolano de manos del grupo de políticos
sin escrúpulos, que en los últimos 50 años de vida republicana han tenido el
control del país, que instintivamente guardamos silencio y miramos con ojos de
gato intimidado cualquier propuesta que surja de ellos, así estén revestidas
del más profundo sentimiento nacionalista como lo que ocurre actualmente con la
convocatoria a consulta popular sobre el diferendo territorial con la República
Cooperativa de Guyana.
Empezamos por detallar que no es admisible el término “referéndum” con el cual se pretende identificar tal convocatoria, ya que dicha expresión llama por principio universal al voto popular para ratificar o refrendar actos administrativos; ejemplo especifico lo sucedido en Chile cuando el proyecto de nueva Constitución fue rechazado por los chilenos el año pasado.
Tal
realidad es posible porque la consulta refrendaría mantiene como fondo cierto dos
opciones dicotómicas o contrarias como posibles respuestas: Si o NO,
sin otra consecuencia más allá del simple hecho de negar o aprobar el texto
sometido a consulta; sutil detalle que difiere con respecto a la consulta que
se intentará realizar el próximo 3/diciembre, donde la respuesta NO a
pesar de ser contemplada su selección como opción, aceptarla nos llevaría por
callejones sin salida jurídica, pudiendo incluso conducirnos a validar acciones
de fuerza para nada deseadas y con el agravante de inducir a violentar tanto la
letra como el espíritu mismo de nuestra Constitución – ver TalCual «Ser o no ser«-.
Ejemplificamos
lo explicado; pregunta 2 de la consulta, cito: “¿Apoya usted el Acuerdo
de Ginebra de 1966 como único instrumento jurídico válido para alcanzar una
solución práctica y satisfactoria para Venezuela y Guyana…?” El NO liquidaría
este Acuerdo y automáticamente validaría al terrible Laudo Arbitral de 1899
ratificándose la actual línea de frontera, pero revisemos la pregunta 1,
cito: “¿Está usted de acuerdo en rechazar por todos los medios conforme
a Derecho, la línea impuesta fraudulentamente por el Laudo Arbitral de Paris de
1899, que pretende despojarnos de nuestra Guayana Esequiba?” La
respuesta NO es inadmisible para el interés nacional y una
hipotética combinación NO – NO en ambas
preguntas daría como resultado que el mismo pueblo venezolano entrega el
territorio Esequibo a Guyana bajo la actual línea fronteriza; pero si por el
contrario la respuesta a la pregunta 1 es Si, la combinación NO – Si deja
a Venezuela sin marco jurídico de referencia.
En el
probable sin sentido descrito acudimos a la pregunta 3, cito: “¿Está
usted de acuerdo con la posición histórica de Venezuela de no reconocer la
jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia para resolver la
controversia territorial…?” Cualquier respuesta complica aún más las
cosas; un Si combinado con las dos anteriores respuestas en una
alternativa NO – Si – Si nos
aísla totalmente del contexto internacional jurídico y si por el contrario la
respuesta a la pregunta 3 es NO, la combinación NO – Si –
NO bajo el orden secuencial explicado nos colocaría a total merced de
los tribunales internacionales como lo ocurrido el 1899.
En
caso de validar aquella combinación de respuestas que nos aísle del marco
jurídico internacional, debemos recurrir a las preguntas 4 y 5 de la consulta
para ver que hacemos en definitiva aunque queda claro que tal hipótesis,
quiéralo o no el pueblo venezolano, abre la opción militar para actuar si
existiese la intención del gobierno nacional en hacerlo.
La
estructura gramatical de las preguntas 4 y 5 muestran una incongruencia
alarmante, su redacción señala sin lugar a dudas que el Ejecutivo Nacional le
está pidiendo permiso al pueblo para hacer respetar la Constitución Nacional;
detallemos la pregunta 4, cito: “¿Está usted de acuerdo en oponerse,
por todos los medios conforme a Derecho, a la pretensión de Guyana de disponer
unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, de manera ilegal y en
violación del Derecho Internacional?”
Veamos
ahora la pregunta 5, cito: “¿Está usted de acuerdo con la creación del
Estado Guayana Esequiba y se desarrolle un plan acelerado para la atención
integral a la población actual y futura de ese territorio que incluya entre
otros el otorgamiento de la ciudadanía y cedula de identidad venezolana
conforme al Acuerdo de Ginebra y al Derecho Internacional, incorporando en
consecuencia dicho estado en el mapa del territorio venezolano?” Para
ambas preguntas la respuesta NO contravendría los artículos 1,
11, 13, 15, 236 ordinal 4, 328 y 329 de la Constitución, los cuales obligan al
Ejecutivo Nacional y a la misma FANB a actuar para detener las pretensiones de
Guyana en territorio nacional y, en lo particular, para la pregunta 5 el No colide
con el artículo 153 de la Carta Magna, cito: “…La República podrá suscribir
tratados internacionales que conjuguen y coordinen esfuerzos para promover el
desarrollo común de nuestras Naciones, y que garanticen el bienestar de los
pueblos, la seguridad colectiva de sus habitantes…”.
Se
evidencia y así es como lo están viendo en el plano internacional que tanto el
Ejecutivo Nacional como la FANB necesitan autorización del pueblo venezolano
para hacer valer la letra y espíritu de su propia Constitución refrendada en
1999, un sin sentido que podría ser utilizado como apelativo para iniciar una
escalada militar.
Para
evitar sorpresas desagradables estimo que pasaré todo el día domingo 3/
diciembre en casa compartiendo con mis seres queridos, es la mejor opción que
tenemos.
Pascual
Curcio Morrone
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico