R.Daneel Olivaw 06 de noviembre de 2017
@rafmel57
Se
define Constitución como: “la ley fundamental de un Estado, establecida o
aceptada como guía para su gobernación. También es conocida como Carta Magna.
La Constitución contiene las leyes o doctrinas que establece la forma de
organización política de un Estado, y fija los límites y relaciones entre los
poderes de éste (los cuales generalmente son el Legislativo ejercido por el
parlamento, congreso o asamblea; el Ejecutivo, ejercido por el gobierno; y el
Judicial, por los jueces). Además, establece los derechos y los deberes de los
ciudadanos y gobernantes, como también la organización del territorio en
municipios, provincias y otras divisiones, como las comunidades autónomas (en
el caso de España) o los estados (en el caso de Venezuela)”.
Busque
la definición para establecer el marco dentro del que debiéramos estar pero
que, lamentablemente, el régimen no cumple. Si se quiere exponer en forma más
simple; La Constitución es el conjunto de reglas que la sociedad acuerda, para
establecerle límites y funciones al estado, derechos y deberes a los
ciudadanos, todo ello en función de que sirva al bien común. Es decir a la
mayoría de los ciudadanos.
Estamos
viviendo una discusión entre los que consideran que los gobernadores electos de
la alternativa democrática no debieron presentarse ante la espuria asamblea y
los que creen acertada esa decisión. Era una disyuntiva complicada en los términos
en que se planteó desde el inicio, el régimen logró imponer su esquema de
contradicción, ayudado por sectores de la oposición.
La
mayoría de los demócratas hemos llegado a la convicción en cuanto a que el
régimen ha derivado en una dictadura, pero algunos no lo metabolizan
completamente, esperan que en esas condiciones, en las que los hechos se
imponen por la vía del simple apoyo de bayonetas, que los electos intenten
imponer, solos, lo que apoyó la mayoría por los votos. Es decir la gran
dificultad estriba en hacer ejecutable lo que quiere la mayoría, cuando esto
último contradice lo que quiere el poder de facto.
El
voto, en estas condiciones, es un mecanismo de mantener viva la protesta. Es
también un mecanismo para construir organización y en la medida que esta
organización es más efectiva y distribuida en la mayoría de los centros de
votación, entonces podemos garantizar espacios, espacios para continuar
luchando y para continuar organizándonos. Se mantiene la lucha viva. De alguna
forma se crea un ciclo positivo que se autoalimenta porque cada persona está
haciendo y mantiene viva la esperanza.
Del
mismo modo la abstención genera un ciclo negativo, en el que se genera
desesperanza. Y este también se retroalimenta.
En el
caso de los gobernadores, lo primero que tenemos que entender es que estamos en
una dictadura, que esta dictadura presentó un chantaje, nos dijo; Los
gobernadores electos deben juramentarse ante la espuria anc, implicando que de
esa forma se legitimaba a esta última, desde sectores, en general
abstencionistas se alimentó ese dilema.
La
cuestión es: ¿Un chantaje legitima lo que es de hecho ilegitimo? Se ¿Legitima
el pago de un rescate porque el familiar lo pagó? Creo que NO, porque una
coacción no puede legitimar.
La
legitimidad de los gobernadores está dada por el voto de la mayoría, esta
mayoría es de por si y debe tener el efecto de acto sobre una constituyente,
aun si esta fuera legitima, cosa que no lo es. Es decir la constituyente no
está sobre el poder que pudiera generarla.
En
esta perspectiva ir o no a la espuria es una decisión política, y esta depende
de cuáles son los objetivos que se persiguen.
Previamente
se estableció que en una dictadura el objetivo es conquistar espacios para
continuar la lucha.
Así
que el paso previo de la Alternativa Democrática debió ser romper el falso
dilema y hacer pagar al régimen el costo del chantaje, o lo que es lo mismo
llamar las cosa por su nombre, afirmar con todas las fuerzas que se va por un
CHANTAJE, y que en respeto y por el pueblo se va.
No se
hizo nada de esto, en su lugar se denigró de unos líderes regionales que
lograron en unidad construir una organización para defender sus votos, una muy
mala señal para miles de personas que dieron un inmenso esfuerzo ese día.
Peor aún,
se entregó el estado Zulia, se entregó a ningún costo, y adicionalmente a
Manuel Rosales, que comprende la importancia de conquistar y mantener espacios
se le endilgan todos los epítetos posibles, porque su línea de pensamiento no
coincide con la de otros, porque intenta enmendar este error, que es, como
pocas veces enmendable.
El
fondo la diatriba es por los principios, establecimos que no se legitima a la
mal llamada constituyente, todos los que votaron a favor de los candidatos
opositores votaron en contra de esa imposición del régimen, pero adicionalmente
cuando se dice que la solución electoral está cerrada, entonces debemos
contestar cual es la puerta que vamos a abrir. Y aquí las respuestas son
escasas, lo que es cierto es que algunas de las respuestas van en abierta
contradicción con el principio de amor y respeto a la vida, el amor al prójimo,
por encima de las diferencias.
En mi
juventud pasaron una serie particularmente acida, se llamaba Dinosaurios, en
uno de los capítulos Earl, el padre de familia, defiende lo que él llama sus
principios y crea una organización a la que llama “We Are Right”, su acróstico WAR.
No queramos tener la razón, debemos construir la razón que contenga a la
mayoría. Hay lemas que nos ciegan y nos impiden ver al otro, lo importante no
es estar del lado correcto de la historia sino como construimos historia juntos.
R.Daneel Olivaw
@rafme57
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico