Breve precisión didáctica del ABC democrático.
Objetivo Uno: El Estado - Esta es una entidad permanente en el tiempo, conformada por “Ciudadanos, Territorio y Gobierno”. Salvo circunstancias muy especiales que hacen que se transforme, el Estado tiene vocación de siglos. Estas excepciones tienen que ver con la declaración de diversas formas de autonomías en partes de su territorio por decisión de los ciudadanos locales; modificaciones de la Constitución (ambas pueden ser viabilizadas constitucionalmente); Golpes de Estado (no permitidos bajo ningún pretexto); entre las más conocidas. El Estado tiene como función principal ser el garante del respeto a las leyes y a las instituciones, y de allí se desprende, que debe garantizar el desarrollo pleno, en libertad y en igualdad de condiciones de los individuos y la Nación; procurando condiciones favorables para que se materialice un sistema de salud, de educación, de seguridad integral, de gobernabilidad, de cooperación internacional y de emprendimiento cónsonos con los objetivos nacionales; defendiendo ante terceros los plenos intereses del país. El Estado se hace visible con la participación y el bienestar de los individuos en la vida cotidiana; en la selección libre de las autoridades (locales, regionales y nacionales) y en la construcción pacífica de objetivos comunes. El Estado para funcionar correcta y eficientemente se divide en Poderes, con las denominaciones más comunes de: Poder Judicial, Poder Ejecutivo y Poder Legislativo. Por tratarse de relaciones entre pares, el Estado debe respetar a sus similares, no obstante, por los avances de las tecnologías y las comunicaciones, la internacionalización de la consciencia sobre la importancia de la democracia, los Tratados Internacionales, los DDHH, el medio ambiente y la paz, los Estados del mundo deben a autoregularse.
Objetivo Dos: El Gobierno - El Gobierno representa una parte del Estado, específicamente al Poder Ejecutivo; y una parte de ese Poder Ejecutivo es responsabilidad directa del Presidente de la República junto a un grupo de instituciones permanentes que están diseñadas para hacer más eficiente la actuación del mismo: Ministerios, Organismos Públicos, Dependencias Gubernamentales, etc. El responsable temporal del Poder Ejecutivo deriva su legitimidad de las elecciones que le otorgan la posibilidad de ejercer su rol de servidor público para un período de tiempo determinado y con una orientación nacional (debe gobernar para todo el país, no para una parcialidad, si no pierde automáticamente su legitimidad), mismo que al finalizarse se deben realizar otros comicios para que los Ciudadanos puedan renovar este poder. En algunos países existe la posibilidad de reelegir a estos funcionarios públicos para períodos similares (Asunto siempre negativo). Por la intrínseca naturaleza temporal de los Gobiernos, éstos deben respetar el estatus del Estado, apegándose a la división, eficiencia y autonomía de los Poderes Públicos e instituciones del Poder Ejecutivo; no obstante, como se mencionó anteriormente, existen formas constitucionales (e inconstitucionales) de reestructurar el Estado y las atribuciones del Gobierno como parte de esa tríada. La función principal del Gobierno es la ejecución de planes públicos en materia de salud, educación, seguridad integral, infraestructura, servicios públicos, deporte, cultura, ciencia y tecnología, relaciones exteriores, entre otros; creando así las mejores condiciones para que el sector privado, los trabajadores y demás ciudadanos generen las fuentes de riqueza, bienestar y porvenir con la supervisión y garantía del Estado.
Objetivo Tres: Los Ciudadanos - Los Ciudadanos son la razón de ser del Estado y del Gobierno, ambas figuras creadas por los hombres para, por decirlo de alguna forma, resguardar al hombre del hombre y darle forma civilizada y estructurada a la convivencia social. Los Ciudadanos pueden cumplir variados papeles en una sociedad, pero deben ser iguales ante la Ley, con la única excepción que se hace en todos los países del mundo con respecto a los “ciudadanos extranjeros”, mismos que están impedidos de ejercer cargos públicos, tener participación en la política interna, formar parte de las Fuerzas Militares, transitar y trabajar en el país receptor sin previa autorización, entre otras. El rol principal de los Ciudadanos es contribuir con la edificación de las mejores condiciones para él y su entorno general sin menoscabo de las condiciones de los demás (con la salvedad de los menores de edad, ancianos y demás débiles jurídicos y sociales que deben ser protegidos por el Estado) Los Ciudadanos pueden ser empleados públicos, trabajadores de las empresas privadas, empresarios, comerciantes, estudiantes, amas de casa, clérigos, miembros de las diversas instituciones de la sociedad civil, entre otros; todos los cuales son, para efectos del Contrato Social (Constitución) iguales, con las pequeñas salvaguardas que temporalmente se le otorgan a algunos Ciudadanos por la naturaleza de su cargo o función (“fueros” sindicales, inmunidad parlamentaria, inmunidad diplomática, entre otros) Ninguna autoridad, legítima o ilegítima, puede violar los derechos de los Ciudadanos apelando a su criterio personal de interés nacional; toda vez que cualquier tema que altere el orden establecido (Contrato Social) debe ser sometido a una consulta libre, justa, equilibrada, en igualdad de condiciones y en un clima pacífico, para que sea el Ciudadano, como en todos los ámbitos, quien debata su presente y su futuro. Por la importancia de los Derechos Humanos reconocidos mundialmente, y vistos los antecedentes nefastos de abusos del poder en muchas partes del planeta, los Ciudadanos tienden a la colaboración y defensa de sus derechos comunes, pasando por encima de las fronteras nacionales, conduciendo así a algo parecido a una Supra- Ciudadanía o un criterio de “Ciudadanos del Mundo”, en donde se puede y se deben discutir estas atrocidades en contra de la vida humana.
Conclusiones: Cualquier situación que se salga de los parámetros del ABC de la democracia debe ser denunciada nacional e internacionalmente, toda vez que siempre son experimentos peligrosos sin fines humanistas, que atentan no sólo contra los habitantes locales, sino contra la paz del planeta (entendido como “Nuestro Planeta”). Los “Ciudadanos del Mundo” tenemos derecho a exigir el cumplimiento de reglas del juego democráticas, reconocidas, civilizadas y pacíficas. Ningún Gobierno puede oprimir a los Ciudadanos; ni ningún ciudadano puede creerse que es el Estado.Richard J. VargasPresidente del OBSERVATORIO DE LA DEMOCRACIA http://www.odemo.blogspot.com/.
Nota Final: Es preferible que más de dos mil millones de “Ciudadanos del Mundo” mantengamos a raya, bajo estricta supervisión y cuestionamiento permanente la actuación oficial de los 193 “Presidentes Temporales” que tiene el mundo; a que éstos pocos nos limiten nuestros derechos por ocupar circunstancialmente una posición de tanto albedrío, que muchas veces los obnubilan y los hacen perder las perspectivas: “Los Gobiernos deben pasar, los Estados se deben humanizar y los Ciudadanos deben construir”.
Autor: Richard Vargas. 2/6/2009
Publicado en:
http://www.libertadpreciadotesoro.blogspot.com/
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