domingo, 21 de junio de 2009
Un Banco para los pobres
Página Quince
Antonio Manzo ajmanzoh@gmail.com
Muhammad Yunus, el banquero de los pobres (97% mujeres)
Hace tiempo, mucha gente piensa que los bancos solo le prestan a los que ya tienen. ¿Es esto cierto? Muhammad Yunus, economista, premio nobel de la paz 2006, mundialmente conocido como: “El banquero de los pobres”. En su libro Creating a world with- out poverty , afirma: “Los bancos solo les prestan a quienes ya tienen dinero” , con el agravante de que los pobres, y la clase media baja, incluso en países desarrollados, al no tener acceso a la banca, caen en manos de prestamistas usureros, por lo que son doblemente perjudicados.
Yunus, quien es economista, con un postgrado en los Estados Unidos, después de desempeñarse como profesor en una universidad estadounidense, regresó a su país en 1972 con motivo de su independencia, y fue designado director de la escuela de economía de la Universidad de Chittagong, su ciudad natal en Bangladesh. Al lado del campus de su universidad, había una aldea de gente muy pobre, con la que inevitablemente tenía contacto. Allí pudo observar cómo mujeres en extrema pobreza, que para sobrevivir tejían cestas, dependían de un prestamista que les facilitaba pequeñas sumas para comprar materiales, con la condición de que le vendieran las cestas a un precio establecido a su conveniencia, y además les cobraba intereses de usura, por lo que ellas estaban condenadas a una explotación desmedida, y a permanecer en la más absoluta miseria.
Conmovido por semejante injusticia, decidió averiguar un poco mas y, con la ayuda de sus estudiantes, determinó que eran 42 mujeres sometidas por extrema necesidad, a permanecer dependientes de aquel prestamista usurero, quien además se quedaba con la mayor parte, manteniéndolas según palabras de Yunus, como esclavas de trabajo. Para su sorpresa los montos prestados en total, solo alcanzaban al equivalente a $27 para aquella época, por lo que decidió prestarles de su propio bolsillo, e inmediatamente empezó a contactar algunos banqueros que conocía, para tratar de convencerlos de que le prestaran a aquella gente, pero ninguno lo consideró factible.
El Grameen Bank. Sus respuestas eran: “No tienen garantías que ofrecer, referencias que dar, ni siquiera pueden firmar un documento, son iletrados… ¡¡es muy riesgoso!! Ante una total negativa, continuó prestándoles y ocurrió lo que ni el mismo esperaba, todas le pagaron el monto adeudado. Volvió de nuevo a los banqueros y tampoco logró convencerlos, aunque si aceptaron prestarle a él, quien a su vez lo haría a ellas. Como la experiencia de cobro siguió siendo totalmente exitosa, logró convencer a un banquero, de fundar una agencia en la aldea donde estaban las prestatarias. Siguió insistiendo en que se extendiera a otras zonas, pero la respuesta fue negativa, porque atribuían el éxito, a su presencia y aceptación en esa aldea. Ellos se negaban a creer en la capacidad de aquella gente, a pesar de que les decía: vengan para que vean con sus propios ojos, como vive esa gente, sobre todo como trabajan y pagan con su esfuerzo, pero ellos insistían en que era por la amistad con él y sus estudiantes.
“Nosotros somos banqueros, no agentes de caridad. Un banco necesita normas, procedimientos y controles internos, además ya verá que terminaran robándole y burlándose de usted”. Con esos argumentos rechazaban la extensión del proyecto a otras poblaciones. Al ver que no podría cambiar sus reglas, optó por crear un banco para los pobres, atípico, que preste sin garantías, y sin exigir una historia crediticia. Insistió con el gobierno en que aceptaran la idea, hasta que finalmente tuvo éxito, y en 1983, Grameen Bank (Banco de los Aldeanos), se constituyó formalmente, amparado en una ley especial. Conocido hoy día mundialmente, por sus indiscutibles logros combatiendo la pobreza, Grameen Bank fue objeto, junto con su fundador, del Premio Nobel de la Paz 2006, porque no cabe duda de que la pobreza, en especial la extrema, es la ausencia de los más elementales derechos humanos y un riesgo para la paz.
Grameen Bank en cifras. Más de 2.500 agencias, 7 millones de clientes (6% de la población), 97% de los cuales son mujeres en 73.000 pueblos de Bangladesh. ¿Por qué mujeres?, porque, sobre todo si son madres, son más responsables, y destinan los fondos a mejorar sus hijos, a salir de la pobreza. Desde su fundación ha otorgado préstamos por el equivalente a 6.000 millones de US$, con una recuperación del 98,6%. El 58% de sus prestatarios, han cruzado la línea de pobreza. Con los préstamos para vivienda, se han construido 650.000 casas. Tiene depósitos del orden del 143% de su cartera de crédito, obtiene utilidades regularmente y, desde 1995, es autosuficiente financieramente.
¿Es posible en Costa Rica? Como banquero y consultor con muchos años de experiencia, sé que sería una labor bastante difícil, mas no imposible, sobre todo cuando la veo con sensibilidad social y solidaridad con los que menos tienen. Asumamos el reto, invito a otros profesionales, y en especial a empresarios con responsabilidad social, a unirnos y trabajar para lograrlo. No es una simple obra de caridad, es crear una empresa social privada, un banco financieramente viable, para ayudar a los más necesitados a salir de la pobreza, con criterios profesionales y empresariales, incluso puede hacer préstamos a no pobres, a tasas de mercado, para mejorar sus ingresos.
Tenemos un modelo que nos sirve de norte: Grameen Bank, no para hacerlo igual, sino adaptándolo; además ellos ofrecen asesoramiento. Respecto al financiamiento inicial, los bancos internacionales de desarrollo, como el World Bank, el BID, el BCIE, incluso Grameen Trust Fund, e innumerables fondos de inversión social, fundaciones y ONG, disponen de programas de ayuda. El Gobierno también puede aportar recursos, aunque no debería ser accionista mayoritario. Además puede dar incentivos fiscales. En lo sucesivo, los prestatarios, y los empleados, serán accionistas y a la larga, ellos serán los dueños, como en Grameen Bank. ¿Una utopía? Lo mismo pensaron de Yunus, y él, con tenacidad y esfuerzo, hizo posible esta verdadera democracia económica.
http://www.nacion.com/ln_ee/2009/mayo/24/opinion1973832.html
Nota: Nos hacemos la misma pregunta ¿Es posible para Venezuela?, sin la participación estatal mayoritaria.
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