Páginas

jueves, 11 de junio de 2009

El Porfiado, el Avestruz y el que no es con él

Así definiría a la parte de la sociedad venezolana que no está de acuerdo con el actual gobierno. Empezamos por el final, por un sector muy importante de ciudadanos que declaran no estar de acuerdo con las políticas del Presidente Hugo Chávez. Se limitan a continuar con su vida normal: trabajo, obligaciones familiares, crianza de hijos y nietos, parejas jóvenes que se dedican íntegramente al trabajo y a disfrutar de su tiempo libre. Al preguntársele por qué no participan, responden: no me interesa, yo no soy político, tengo muchas responsabilidades, no tengo tiempo, y un largo etcétera de razones, por demás muy válidas en circunstancias normales; es decir en un país democrático y prospero. Estamos convencidos que con este sector es poco lo que se puede hacer y que solamente responderán cuando les venga el sacudón, cuando vean afectados de manera directa sus intereses.

El otro sector es el de los avestruces, esa parte de la sociedad que está muy consciente de lo que está pasando, que tiene una postura política bien definida en contra del gobierno, que ha entendido el camino que sigue el régimen, que en muchos casos ha sufrido de manera directa o indirecta los acuciantes problemas sociales, pero que no participa por que tiene miedo, porque teme las represalias que en algún momento el oficialismo puede tomar en su contra o contra su familia. Este sector que esconde la cabeza y mira hacia otro lado, que no termina de dar el salto y convertirse en un activista, es al que le debemos prestar mayor atención en los siguientes meses. El argumento a usar es que aunque escondan la cabeza, de todas maneras tarde o temprano van a ser tocados por los gobernantes rojos, sea por que intervengan su empresa y pierdan el trabajo, sea por que le coloquen una empresa socialista al lado y destruyan su fuente de trabajo, sea porque a sus hijos los van a ideologizar en su escuela, sea por que invadan su pequeña propiedad y la pierdan. Debemos aupar la participación de este sector protegiendo su individualidad, manteniendo el anonimato, permitiendo que participen en pequeñas acciones de organización y propaganda, mostrándoles que si existe ese otro grupo de activistas que está haciendo cosas bien importantes a nivel de su comunidad.

En último lugar tenemos a los porfiados. El porfiado o tentetieso es ese objeto que tiene un contrapeso en su base; y que, movido o golpeado en cualquier dirección, siempre vuelve a quedar derecho, en pie, firme. Esos son los activistas, los militantes de partidos políticos, los miembros de la sociedad civil organizada y el movimiento estudiantil, esos son los que dijeron ¡Ya Basta!. Sobre ellos está descansando el enorme peso de la oposición democrática, los que dan buena parte de su tiempo a las actividades proselitistas, los que no desaprovechan cualquier oportunidad para transmitir su mensaje de disidencia, los que están construyendo esa plataforma unitaria que tanto necesitamos en este momento.

Lamentablemente los porfiados somos pocos en este momento, pero en las últimas semanas hemos visto pequeñas luces al final del túnel, hemos visto como algunos avestruces están sacando la cabeza brincando la barrera del miedo y se están incorporando tímidamente a las actividades proselitistas de lucha democrática. Aquí estamos esperándolos, necesitamos formar un movimiento organizado que le de respuesta a los problemas del país, que le coloque un muro de contención infranqueable a las aspiraciones del Presidente y sus seguidores.

¡Ya Basta!, deja el miedo y participa.


1 comentario:

  1. Participar y concientizar es lo que quienes estamos en los blogs intentamos hacer desde nuestra esquina. Este articulo esta excelente y creo que debiera repetirse con frecuencia. No nos desalentemos y continuemos luchando, al final la verdad, la democracia y la libertad se impondrán. Un saludo,

    Judío Errante
    judioerrante.wordpress.com

    ResponderEliminar

Para comentar usted debe colocar una dirección de correo electrónico