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miércoles, 29 de julio de 2009

Cuarta crisis entre Venezuela y Colombia

Ya esta situación pasa a ser casi una costumbre, pareciera un chiste (de mal gusto), hasta pudiéramos considerarlo simpático, sino fuera por las graves implicaciones que este rompimiento diplomático tiene sobre la vida económica de ambos países.

Nos referimos no solamente al posible desabastecimiento de productos básicos y no tan básicos (textiles, zapatos entre otros), sino a la paralización de la actividad económica en la amplia frontera que compartimos, donde cientos de miles de familias dependen para su subsistencia del intercambio comercial en ambos lados.

Las causas directas de esta ruptura son dos casos puntuales, con amplias implicaciones a nivel de política regional. En primer lugar el acuerdo del establecimiento ó el uso compartido de 4 bases militares gringas en Colombia, noticia de esta semana que ha sido manipulada por los voceros del oficialismo, primero dijeron que los gringos tendrían 5 bases, ayer escuche por la radio que serían 6, hoy Mari Pili Hernández en su programa de Unión Radio hablo de 7 bases militares, en realidad parece que nadie sabe muy bien de cuantas bases estamos hablando. Este acuerdo entre Colombia y USA provoco un gran malestar en nuestro gobierno, no entendemos exactamente porque, si hemos pregonado dos líneas políticas importantes, por un lado la autodeterminación de los pueblos como un precepto insoslayable; En el caso colombiano con un apoyo de más del 60% al gobierno de Uribe, pareciera que no requiere mayor explicación, y por la otra la no interferencia en los asuntos internos de otros países. Bueno está claro que estos preceptos solo aplican si nos convienen.

El segundo caso corresponde a los AT-4, lanza granadas antitanques de fabricación sueca adquiridos por Venezuela a finales de los años 80 del siglo pasado. Bueno resulta que estos equipos relativamente sofisticados tienen unos seriales, tanto los lanzadores como las municiones. Lamentablemente al mono Jojoy y a sus secuaces se les olvido limarles los seriales, al ser incautados a la guerrilla por el ejército colombiano y previa consulta con el fabricante, se descubre la gran noticia, dada a conocer el domingo por una revista especializada en armas, los seriales corresponden al lote de armas vendidas a Venezuela. La reacción de nuestro gobierno no se hizo esperar, en vez de abrir una investigación y pedir un tiempo prudencial para dar las explicaciones que todos les vamos a pedir, simplemente insultamos y rompemos relaciones con nuestro hermano país.

Parece que está escalada y la respuesta de hoy en la tarde del Palacio de Nariño, apuntan a desviar la atención del caso Honduras donde el gobierno venezolano salió con las tablas en la cabeza, a la nueva crisis con Colombia. Tal como dijo el comunicado colombiano, en fecha 2 de Junio pasado el Ministro de exteriores colombiano le entrego las pruebas a nuestro Canciller Nicolás Maduro, en una reunión privada en San Pedro de Sula, Honduras. Tal vez si Nicolás en vez de dedicarse a servir de copiloto a Zelaya en la frontera de Nicaragua y Honduras, por varios días, se hubiera dedicado a investigar y a dar una explicación razonable al gobierno colombiano, nos hubiéramos ahorrado los desagradables días que nos vienen por delante.


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